Se ha dicho todo (hasta demasiado) de la película, por esta razón intentaré que mi ensayo ahonde en lo humano y en la disyuntiva Kubrick-King. Por cierto, expongo spoilers de la novela y de la película. Sé que han pasado más de 30 años de las obras pero también entiendo que a veces la vida no da para más y es menester avisar de la “espoleirización” de mis escritos.
El origen del Resplandor de Stephen King aconteció mientras el escritor se hospedaba en un hotel de una “pedanía” del estado de Colorado. En este estado se sitúa, tanto en la novela como en la película, el célebre Hotel Overlook donde acarrearán todos los sucesos paranormales y por ende, normales. Una noche King soñó como su hijo de tres años era perseguido por una manguera de incendios por los pasillos del hotel y la idea le brotó. Esa pesadilla de King fue plasmada en la novela y el personaje de Danny también es acosado por dicha manguera. ¿Saben cómo se llamaba el hotel donde se hospedaba el señor King? Hotel Stanley ¿Kubrick? No. Nada que ver pero la casualidad es de traca.
King se hospedó en la misma habitación que se muestra en la novela: Habitación 217. Aspecto que el mismo hotel no esconde en su web con el objetivo de atraer visitantes. Es más, el mismo hotel tiene un fantástico catálogo donde aconsejan a los “ghost hunters” hospedarse en otras habitaciones como la 401, 407 o la 428 donde los poltergeist comparten lecho con el invitado. El escritor pernoctó en el hotel fuera de temporada y no había huéspedes y este concepto también se refleja en los dos formatos de la ficción: el aislamiento.
Supuesto fantasma en el Hotel Stanley
Varias vivencias en ese hotel inocularon en King los pasajes del Resplandor. Por ejemplo, el aislamiento que le produjo la estancia, su visita al bar tras recorrer largos corredores o un hilo musical constante que le recordaba a esos clásicos bailes de máscaras. Además, en un macabro homenaje, el escritor llamó al asesino del Hotel Overlook de la novela igual que al barman que le atendió en el Hotel Stanley: El señor Grady. También se comenta que en el salón de baile del Hotel Stanley, aun estando vacío, se puede escuchar un piano tocado por el fantasma de la mujer de Freelan Stanley, propietario del hotel. Un hotel con “encanto”.
Realmente, a Kubrick le encantó la novela y le vio potencial pero la mutiló y modificó hasta alcanzar su versión. En un inicio, Kubrick y King estuvieron trabajando en sinergia pero al director se le empezó a ir la cabeza y llamaba a King a altas horas de la madrugada para preguntarle si creía en dios. El escritor define muy acertadamente en una frase como fueron las conversaciones de King y Kubrick sobre la escritura del guión: “Cuando hablabas con él, realmente nunca estaba ahí”. Finalmente, Kubrick terminó la película sin la ayuda de King. La película se fue versionando y recortando según el continente donde se estrenara y según la escena donde atacara la crítica. Cuenta la leyenda que Kubrick contrataba a personal para que se dirigieran a los cines en bicicleta y recortaran los fotogramas exactos que no quería emitir. Muy loco todo.
Stephen King inició su proceso hater y definió la película como una tragedia doméstica con leves matices sobrenaturales y la acusó de ser poco literal a su novela. El escritor tiene varios ejemplos de película “poco literal” a su novela. Por ejemplo, me viene a la memoria el Fugitivo de Richard Bachman (pseudónimo de King) interpretada en el celuloide por mi amado Arnold Schwarzenegger. La obra cinematográfica Perseguido, dirigida por el “Starsky” Paul Michael Glaser, se parecen como un huevo a una castaña si se visiona con ojitos novelísticos. Sin embargo, las dos versiones me parecen muy interesantes y no me estremezco al afirmar que la película de Schwarzenegger es mucho más divertida y emblemática que la novela. En la conclusión del libro, a King se le va la pinza con intestinos y vísceras enganchados en los paneles de control de un avión, etc. Muy loco todo again.
En un libro, el escritor es dios pero en una película, el escritor (o guionista) incordia y es prescindible tanto para el productor como para el director. Y King quiso romper esa regla no escrita y no pudo ser. Y menos con Kubrick que te va respondiendo que sí mientras te va cerrando la puerta lentamente en los morros.
En mi cursillo CCC de verano de guionista me enseñaron que una página de guión equivale a un minuto de película. El libro del Resplandor contiene 560 páginas aproximadamente. Reducir un libro con un gran número de páginas a una duración estándar de una película (no duración Scorsese) y que te quede bonito, es una tarea hercúlea. King afirmaba que para explicar sus obras en pantalla prefería que se realizaran en formato serie. Claro y yo. Por esta razón, al escritor le chifla la miniserie del Resplandor (1997) de Mick Garris. Claro. Dicha serie tiene una duración de 270 minutos y además, es un copy-paste de la novela.
Por regla general, un guionista cuando relata su historia desconoce por completo los medios técnicos de una película (tiempos, limitaciones técnicas, productores tocapelotas, dinero…). Kubrick era guionista, jefe de decoradores, operador de cámara y director. Se le podría llamar que Kubrick era un hombre orquesta. Y King quiso intervenir en lides que desconocía. En 1986, King rodó su única experiencia detrás de las cámaras con La Rebelión de las máquinas y le salió rana. En ese instante, King aprendió que trasladar una historia al cine no era lo mismo que plasmarla en un papel. Para cualquier duda se lo puede preguntar a Frank Miller cuando filmó aquella aberración titulada The Spirit.
Me parece un detalle muy cómico que en la película, el coche de la familia Torrance fuera de color amarillo y en la novela se lea que es de color rojo; ya que al final de la película, el personaje Dick Hallorann conduce hasta el hotel y se encuentra con un coche rojo aplastado por un camión. ¿Creéis que hay un mensaje intencionado de Kubrick a King que simboliza un “mira que hago con tu novela y con tu opinión aplastando tu cochecito rojo”? Me encantaría. Tengo que añadir que en la novela, ese pasaje existe pero no se dan detalles sobre el accidente.
Además, en 2013, otro grande como David Cronenberg criticó a Kubrick por el Resplandor, afirmando que el director no entendía el género de terror. También aseveró que el problema de Kubrick era su obsesión de obtener éxitos comerciales en sus películas. No estoy de acuerdo con la opinión del maestro Cronenberg. ¿Qué tipo de director busca un éxito de taquilla con películas como la Naranja Mecánica o Lolita? Haciendo ese tipo de películas lo único que se logra son limitaciones en su estreno por el tema de edades y una bonita censura según el país.
En aquella época, King
estaba crecido ya que otra adaptación suya, Carrie (1976) de Brian De
Palma, lo había petado. Sin embargo, a Kubrick
con fama de hombre hermético, se la sudó bastante y rechazó leer el tratamiento
de King para la película. Después de
enterrar a King definitivamente, el
director contrató a Diane Johnson,
finalista del premio Pulitzer (ese galardón
que ahora regalan) para escribir el guión junto a él. A Diane Johnson le debemos la frase de la máquina de escribir: “Sólo trabajo y nada de juego, hacen
de Jack un chico aburrido”.
Como curiosidad, Kubrick quería que Diane se quedara en su casa familiar para trabajar juntos pero alertaron a la escritora del control enfermizo del director y se negó. A Diane también le debemos las críticas más feroces y sutiles a la novela de King. En unas declaraciones afirmaba que era interesante ver como un libro bastante malo y pretencioso resultaba eficaz. Pum! In your face.
Y para calmar las aguas, Kubrick decía que el final de la novela era poco interesante ya que Halloran salvaba al niño y a la madre. En la película, Kubrick no tiene reparos y se carga a Halloran con un buen golpe de hacha. Según el director, este giro propicia al espectador una sensación de que ya no hay escapatoria.
La realidad es que haciendo un análisis objetivo, King tenía razón de su disgusto ya que Kubrick interpretó la novela a su imagen y semejanza. Y por su parte, King quiso ser una mosca cojonera que los galones de Kubrick no permitieron. Pero donde King se sintió más traicionado es, sin duda, en la evolución de los personajes.
Continuará…
4 comentarios:
A lo mejor queda feo, pero ni he leído, ni he visto el resplandor. Me pasa como con otras obras importantes del séptimo arte. Nunca he visto nada de el padrino, ni casablanca, ni 2001...a lo mejor me debería poner algún día y culturizarme.
Sin embargo (y debe ser a causa de mi lado hipsteroso, barbudo y amante de los lattes de vainilla con espumita) me encanta leer este tipo de textos donde alguien que sabe de lo que habla comenta detalles importantes sobre textos-películas esenciales. Luego usas este conocimiento en una conversación y quedas como un erudito, pese a no tener ni idea de lo que dices.
Otros, con menos, han llegado a ministros. Espero la segunda parte con ansia.
Saludos pachangueros.
Mi querido Adolfo, de los pocos blogueros que aguantan y sigo con atención.
Me parece muy interesante Kubrick porque básicamente estaba muy loco y pelis como la Chaqueta metálica (o mecánica), la naranja mecánica (o metálica), el Resplandor y 2001 son bastante potentes. Al Padrino sí que he llegado pero Casablanca, Lo que el viento se llevó, Hitchcock y otros emblemas del séptimo arte no he podido.
Un día me culturicé con Ciudadano Kane, con faldas y a lo loco y el Acorazado Apotemkin y me di cuenta que me gusta el cine a niveles "estándar" y básicos. Ese cine es para los expertos.
Todo lo que he aprendido me sirve para que la gente me rodee y se acerque a mi mientras les diserto. No sería la primera vez que me equivoco con un nombre y como nadie sabe quedo como un campeón pero soy consciente que algún día caeré en la trampa de "otro erudito". XD
Un abrazo Adolfo!
Muy interesante. "El resplandor" es una de mis películas favoritas, y por otro lado la novela de King es excelente. Creo que King sale victorioso en la adaptación, consigue que la película de miedo y elimina las partes menos interesantes de la novela (los arbustos con vida propia, algo que nunca daría miedo en una película, o la clásica explosión final).
Creo que lo único que mejora la miniserie con respecto a la película, es el desarrollo de los personajes, con una evolución más natural y desarrollada, también es cierto que Garris contaba con 270 minutos para hacerlo.
Pero no adelantemos acontecimientos, espero con ganas la segunda parte de tu artículo.
Saludos.
Que tal Rodi!
El tema de los arbustos hubiera quedado bastante cutre y más por aquellos años. Además, Kubrick añade lo de las gemelas y sustituye el mazo por el hacha, originando dos de las escenas más emblemáticas del cine "global". También Kubrick hace una reinterpretación de los personajes un poco suya y que fue la razón de peso de que King se pusiera como una fiera.
Quizás echo de menos aquella lucha interna de Jack de la novela para no ser completamente poseído llegando a decirle a su hijo que huyera de él. Ese texto era muy potente en la novela y hubiera sido un toque emotivo para la película bastante potente. Pero a Kubrick no lo veo muy emotivo.
Un abrazo Rodi y gracias por pasarte por estos lares.
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