No puedo más. Para un servidor, personajes como Axel Foley son iconos al mismo nivel que John McClane. Ellos formaron parte de nuestra educación cuando aún estábamos blandos y vulnerables. Nos curtieron. En los ochenta y en los noventa, admiraba a Eddie Murphy y no me hubiera importado ser de raza negra sólo para emular alguno de sus personajes. No necesitaba que Netflix me dogmatizara con su woke tiránico.
¿Alguien se acuerda cuando Axel Foley recorría la lujosa Beverly Hills con su coche destartalado? Pues hemos pasado de ver lujo, mujeres atractivas y hombres que se bajan de descapotables a observar cómo mujeres se visten con niqabs de diseño. ¿Esto es el concepto de empoderamiento de la mujer que tengo que aceptar? No me da la gana.
La juventud que hace reviews afirma que esta versión de Netflix no desprende "woke". Siento comunicarles que se equivocan pero su inocencia es su virtud. No tengo problemas con la relación interracial que vemos en la película ya que los personajes implicados tienen cierto “peso” en la trama. También acepto que la pareja de policías que arresta a Foley sean dos chicas de raza negra con un peso de 50 kg cada una. Lo apruebo porque es un caso justificado ya que una de las policías es Bria L. Murphy, hija de Eddie Murphy y a modo de cameo me vale. Sin embargo, con la escena antes descrita (la mujer tapada), el globo de la inclusividad puede reventar y Netflix disfruta siendo la aguja que lo haga estallar.
Me encantaban esas escenas de cómo Axel Foley se hacía pasar por un amanerado Ramón y accedía a Victor Maitland porque éste le “había pegado un bicho” o cómo entraba en la mansión Playboy haciéndose pasar por un limpia piscinas. Y quiero cantar la canción del parque de atracciones “Wonderworld” hasta morir. Por cierto… ¿Qué le pasa a la gente con Superdetective en Hollywood III?
Viendo la nueva versión de Netflix, Superdetective en
Hollywood III es el Padrino. No entiendo muy bien la actitud de Eddie Murphy al defenestrar esta tercera
parte pero tampoco creo que estuviera en sus cabales por aquella época. Hace
años, Eddie Murphy rechazó un guion de Brett Ratner para hacer
una cuarta parte y el tono de las películas que se veía en Hora Punta hubiera
encajado a la perfección para realizar Superdetective en Hollywood 4.
Sin embargo, cabe añadir que las pocas opciones que había para convencer a Eddie Murphy se esfumaron en el mismo momento en que Brett Ratner se ganara
a pulso la etiqueta de depravado sexual.
Superdetective en Hollywood 4: Axel F. es la primera película de Superdetective en Hollywood que se estrena fuera de la Paramount. Y no tengo ninguna duda que si el productor de las tres primeras, Don Simpson estuviera vivo, hubiera disparado a su colega Jerry Bruckheimer por escoger a Mark Molloy como director. Mark Molloy fue escogido tras dirigir cuatro cortos y dos anuncios como currículum. ¿Este es el respeto que se le tiene a la saga?
En una entrevista, el director llegó a decir esto:
“Quiero volver a la fuente. Pero también quería hacer una
película que fuera muy moderna y contemporánea… Cuando las miras hacia
atrás, esas películas eran realmente bastante realistas, honestas y un poco
crudas, y quería hacer una película así sobre personajes brillantes, personajes
más grandes que la vida”
Qué maravilla. ¿Qué es esta agua que emana por mis ojos? Y mi pregunta
para Mark Molloy es:
¿Qué tipo de potencial público crees que va dirigida tu película? ¿A los niños del Tiktok o a los cuarentones que han mamado Axel Foley desde el cine? Ese espectador veterano no quiere versiones modernas ni contemporáneas. No queremos comenzar la película con un policía adulando al personaje del bueno de Eddie Murphy. Es cargante y artificial. Tampoco queremos ver como “los malos” exclaman con admiración que Axel Foley es muy escurridizo. ¿Escurridizo?
Victor Maitland, Maxwell Dent y Ellis Dewald querían la cabeza de Foley. No lo admiraban, lo odiaban y así tenía que ser.
No queremos bromas sobre Wesley Snipes o Channing Tatum. Saca al espectador de la película y suena rarísimo. ¿Desde cuándo Axel Foley tiene que recuperar el amor perdido de su hija? No es su tono. Por cierto, una actriz con un papel pésimo con cero química con el detective.
El drama no pertenece a Superdetective
en Hollywood. Ni siquiera hubo tragedia en el funeral del Inspector Todd. Todo
lo contrario. Hay una broma sutil entre la viuda y Axel Foley.
Además, es un despropósito, está rodada como un telefilm y tiene un pésimo montaje. Unos planos y contraplanos en los diálogos sin continuidad en la gesticulación de los personajes. Se reflejan unos cortes abruptos e innecesarios causados por la inexperiencia de su realizador.
¿Qué necesidad hay de realizar una secuela 30 años más
tarde? Si algo se sabe desde la era de los Anunnakis es el fracaso de
inventar hijos (o acompañantes impostados) para forzar una “buddy movie” donde
el personaje principal ya se valía por sí solo. Ejemplos claros son Indiana
Jones y el Dial del Destino o La Jungla: Un buen día para morir (y
eso que esta secuela de John McClane la tolero muy bien). Se ha perdido
la ironía y la sutilidad bajo un manto de humor absolutamente pueril y se ha
concluido la saga con un drama familiar.
¿Qué han hecho con el personaje de Billy Rosewood interpretado magistralmente por Judge Reinhold? En la saga original, era un policía elegante donde su bondad y su afán de hacer cumplir la ley alcanzaban cotas de ridículo. Suya es aquella fantástica escena en la que movilizaba a todos los cuerpos de élite para rodear una furgoneta que finalmente estaba vacía.
En esta versión es un viejo con apariencia de homeless
vestido con camiseta de Guns N’ Roses y viviendo en un cuchitril. Absolutamente
desaliñado e interpretando a un personaje que no corresponde a la saga
original. No es Billy Rosewood.
El personaje emblemático de John Taggart también refleja problemas de “tono”. Su rectitud excesiva provoca que se le coja inquina a su personaje cuando no debería. Sabemos que era un tipo serio, recto y un policía honrado pero tenía su punto cómico. En Superdetective en Hollywood lo confunden con el expresidente Gerald Ford y junto con Axel y Billy detienen a unos maleantes en un local de striptease con cómico resultado.
Antes de escribir cualquier narración, se tiene que conocer a la perfección los personajes de tu historia y aquí, ese trabajo ya estaba hecho. Era sencillo y sin improvisación. Mal.
Superdetective en
Hollywood 4 posee un guion con una trama de corrupción absolutamente manida
y un desaprovechamiento enfermizo de los cameos y de los personajes secundarios.
El más insultante es el personaje de Serge protagonizado por el gran Bronson
Pinchot que realiza un cameo de vergüenza ajena. Pese a quién le pese, este
personaje hace su mejor intervención en Superdetective
en Hollywood III con el “Aniquilator 2000”. Escena icónica.
Realmente Axel Foley no ha perdido su chispa. Simplemente Netflix y su director Mark Molloy han orinado en ella y la han apagado.
Indiana Jones, Jungla de Cristal o Superdetective en Hollywood no pueden generar secuelas entretenidas
para pasar un rato. Tienen que corresponder “mínimamente” a sus antecesoras y esta
cuarta parte no vale ni para pasar una tarde.
¿Tiene algún aspecto positivo esta cuarta entrega? Sí.
La banda sonora de Lorne Balfe respeta mucho la
composición original realizando sólo unos arreglos para que quede una música
más limpia y actual.
Qué se acuerden de Gil Hill y de Ronny Cox. Emblemas de la saga.
La alegría de que Eddie Murphy conserve su doblaje al castellano (de toda la vida) perpetrado por el gran Juan Fernández.
Kevin Bacon me convence como villano de la función ya
que enriquece el producto sólo con su presencia aunque sea testimonial.
El esfuerzo en recuperar a los grandes secundarios de la saga como Judge Reinhold, Paul Reiser, John Ashton y Bronson Pinchot. Es de agradecer aunque el resultado no sea el esperado.
Qué hayan contado con el barcelonés Eduard Grau como
director de fotografía. En este país tenemos grandes profesionales.
Sorprendentemente, la recepción de la película ha sido
bastante aceptable por parte del público que no conoce ni tiene en alta estima
al personaje. Me alegro por vosotros. Os envidio. Un abrazo.