domingo, 15 de septiembre de 2024

Razas de noche (1990) de Clive Barker.

Quién no recuerda aquella carátula en el videoclub donde unas criaturas del averno nos observaban y pedían que la alquiláramos. Estaba molona la portada.

Razas de noche fue dirigida por el británico Clive Barker inspirada en su propia novela titulada Cabal. Su estreno fue una castaña tanto en crítica como en taquilla pero una horda de adeptos elevaron la cinta a niveles de Baphomet (creador de la ciudad de Midian donde viven los monstruos) y entró en el selecto club de película de culto.

¿Por qué esa baja taquilla?

Razas de noche se estrelló porque las productoras Fox y Morgan Creek, no entendieron la visión del director de Hellraiser que era muy similar a su novela. Barker siempre ha defendido que su película trataba de una historia de amor gótico pero la productora no estaba por el asunto y solicitó rodar nuevas escenas para convertirla en un slasher aprovechando el tirón de David Cronenberg (Dr. Decker) que interpretaba al villano (o a uno de los villanos).

Se filmaron escenas de relleno para dar más sentido al slasher y así potenciar el personaje del psiquiatra Cara de botón. Por esta razón, vemos en la cinta un asesinato de un pobre empleado de una gasolinera y una matanza del personal de un hotel sin mucho sentido.

También Barker pretendía que las razas de noche conectaran emocionalmente con el espectador y no con los seres humanos que sólo buscaban la destrucción de Midian y la extinción de las criaturas.

Eigerman, los verdaderos villanos.

La productora no podía tolerar que los monstruos fueran los buenos ya que era un suicidio financiero y la película que se emitió en cines expuso esta visión sin ningún éxito. Y digo sin éxito porque yo personalmente percibí en esa versión “mutilada” que las razas de noche eran los verdaderos héroes de la cinta.

Según cuenta el creador de Hellraiser, hubo un cambio en el personal de la productora cuando se empezó a rodar la película y ahí se torció el proyecto. Nadie consiguió su objetivo. La productora montó una película de Razas de Noche que el espectador no comprendió y los fans de Barker tampoco.


Decker (David Cronenberg)

Razas de noche es una película de fantasía con muy poco terror y ponía muy difícil su campaña de marketing al considerarse como inclasificable. Barker no suele desempeñar en sus obras un trabajo lógico y racional y la productora erró en editarla para que fuera más comercial.

Se llegó al punto de contratar a actores de doblaje de hacendado para modificar los diálogos y doblar encima de lo ya grabado. Por ejemplo, al actor Doug Bradley (Pinhead en Hellraiser y Lylesberg en Razas de Noche) le suprimieron la voz a su personaje y le pusieron un doblaje encima con cierto acento alemán. Cuando Clive Barker vio eso, se le rompió el corazón al ver como maltrataban a su amigo Doug Bradley que conocía desde los 15 años.


Aaron Boone en plena transformación.

Se cuenta que Tim Burton y Clive Barker hablaron sobre este suceso y el director de Eduardo Manostijeras le explicó que tuvo los mismos problemas con Bitelchús pero que luchó hasta el final para que se estrenara su versión y triunfó.

¿Se ha editado un director’s cut?

Pues sí. Llevábamos más de 15 años con la turra de la edición dels Director’s cut y no llegaba nunca. Es importante saber que Razas de noche tiene tres versiones: La versión del cine, la versión del director que se ha editado hace relativamente poco y la versión de un señor muy motivado que juntó todo el metraje encontrado en almacenes y montó una cinta con una duración de más de tres horas, titulada Cabal’s Cut.

La bibliografía del amigo Argail.

Algo muy significativo de las tres visiones de Razas de Noche es que la versión de cine consta de 100 minutos y la versión del director dura 120 minutos. Sin embargo, en la contraportada del Bluray afirma que hay más de 40 minutos inéditos en el director’s Cut. ¿Dónde están esos 20 minutos restantes? ¿Nos han mentido? ¡Nain! Porque se han sustituido unos 20 minutos de la versión original y así completan los 40 minutos del material inédito prometido.

Me interesa mucho los cambios significativos entre las tres versiones y sobre todo en el aspecto visual de los monstruos. Por tanto, a partir de aquí el spoiler va a ser constante.


Como anécdota, la banda sonora la compuso Danny Elfman, componiendo una de las mejores músicas de su vida. El coro que aparece en la melodía inicial tuvo que cantar de espaldas a las imágenes ya que la voz del coro se grababa directamente viendo la película y no era apta para menores.

Dos detalles curiosos es que tanto en la versión del director como en la versión de cine no se hace hincapié o no ven relevante, la dualidad entre Decker y su máscara. En realidad, la máscara le domina y le incita a perpetrar los asesinatos y tanto en la novela como en la versión Cabal’s Cut se ven grandes conversaciones entre la máscara y el personaje de David Cronenberg.

Otra curiosidad es que vemos como el detective Joyce es asesinado por Decker en la versión cinematográfica pero en las siguientes versiones sólo recibe un rasguño y se alía con las razas de noche.

Joyce se pira en el Director's Cut.


Joyce fallece en Razas de noche (1990)

Lori & Boone

Las diferencias más relevantes entre el Director’s Cut y la versión de cine es el aumento de escenas que comparten la pareja protagonista, Boone y Lori. En la versión de cine editada no se percibe un amor sempiterno entre los tortolitos y ver a Lori persiguiendo a Boone en toda la película transmite que hay algo en su cabeza que no va bien. Algo tóxico. Sin embargo, en la versión del director, sí que se permite ver el vínculo romántico que existe entre la pareja. Y finalmente en el Cabal’s Cut, ya van de menos a más, y vemos a Boone y a Lori como se dan el filete con fruición y como se despojan de su ropa interior.

Lori. Su personaje es más protagonista en la novela que en la película.

Una escena curiosa que sólo se ve en las versiones “extendidas” y que su director alaba, es cuando Lori canta en un escenario con mucho público mientras Boone la contempla y decide irse a Midian con lágrimas en los ojos. Si no es para contemplar la hermosa voz de la actriz, la conclusión es que se pierden dos minutos tontamente.

Las razas de noche. “Lo que está abajo, permanece abajo”.


Crear las razas de noche es uno los aspectos en los que Barker supera a su propia novela Cabal. En el libro se citan criaturas con cara de perro, seres ardiendo y como algunos huían transformándose en bandadas de pájaros. No es suficiente. Una imagen vale más que mil palabras y el director de Hellraiser puso toda la chicha en el asador. Por cierto, este personaje con cara de perro sólo aparece testimonialmente en la versión extendida y en el Cabal’s Cut. Su participación estelar es coger a Babette (una niña “monster”) y alejarla del conflicto final.


La incorporación de más seres prodigiosos en comparación a la novela convierte a la película en un extraordinario catálogo de monstruos. Para este cometido ayudó un tal Mark Coulier que fue ganador de un Óscar por la Dama de Hierro de Meryl Streep. También el uso del stopmotion en un par de escenas y que aparecen en las versiones extendidas fueron bastante lamentables.

 


Además de la imagen anterior, la versión extendida nos ofrece una escena en stopmotion donde un aborto de cangrejo volador neutraliza a un humano. No hacía falta. Cómo decía aquel “Llegaron demasiado tarde para el stopmotion y demasiado temprano para el CGI”. 

Para la película se crearon los Berserkers que son una especie de alimañas sin cerebro que Midian libera para la batalla final contra los “naturales”. Estas criaturas no aparecen en la novela y podríamos definir que son las armas de destrucción masiva de las Razas de Noche.


Otro ser curioso es Ohnaka que tiene tres líneas en la novela pero en la película aparece hasta en la sopa acompañado de su mascota. Tanto en la novela como en la película, se comparte un triste final para esta criatura en una de las escenas más duras de la cinta.


También tenemos a Kinski (llamado Jackie en la novela) con su cabeza de media de luna y por supuesto, a Peloquín que es una criatura vital, tanto en la novela como en la película, ya que en el primer encuentro muerde a Boone y su mordedura le transformará en Raza de Noche. Un poco rollo Drácula.

Peloquín y Kinski.

También vemos a Lylesburg, el guía de Midian, interpretado por Doug Bradley, el actor que interpreta a Pinhead en Hellraiser. Un personaje que podría haber dado más de sí.


No puedo dejarme al primer monstruo que conoce Boone y que lo conduce hasta la ciudad de Midian. El entrañable Narcisse. Este personaje en la versión de cine permanece vivo y al final de la cinta se abraza con nuestro protagonista amenazándolo de que lo va a necesitar para un futuro. Sin embargo, ese futuro, tanto en la versión extendida como en la novela, se lo pasan por el forro. En la versión del director, Narcisse es decapitado “en horizontal” por Decker y en la novela, su cabeza es partida en vertical por el mismo asesino “Cara de botón”.

Sin duda mis razas favoritas son las femeninas. Encontramos a Rachel y a Babette (madre e hija) y tienen un notable peso argumental tanto en la novela como en las pelis. Son los primeros monstruos que ve Lori al entrar en Midian. En ese lugar, se encuentra a Babette agonizando y transformada en una criatura abyecta pero al salvarla del sol se convierte en una adorable niña.



Además, Babette tiene el poder de mostrar el pasado o enseñar otro lugar en el presente sólo realizando una imposición de manos a otra persona. En la novela, teletransporta mentalmente a Lori a diversos lugares y en la película, Babette le muestra a Lori como las Razas de Noche estuvieron a punto de desaparecer a causa de un genocidio perpetrado por los humanos.

Y también vemos a Raquel, con un gran protagonismo en todos los formatos y que nos regala un topless para atontar a sus enemigos y darles matarile.


He aquí mi favorita alimaña que no pertenece a la novela y está estrictamente diseñada para la ocasión. Es el personaje de Shuna Sassi, mezcla de erizo y gata que hace sus delicias contra los humanos en la batalla final. Su erotismo es palpable y su lanzamiento de púas tóxicas la convierte en una raza de noche letal.

Por ejemplo, también vemos a un tal Leroy Gomm que es un ser al que le brotan unos tentáculos de su estómago y a Vasty Moses, que es quizá la criatura más grimosa de toda la película.


Hay un universo extenso de razas de noche con información ampliada en una serie de cómics que sintiéndolo mucho, no me interesa.

Varios finales.

El final de la película es donde personalmente valoro más esta edición del montaje del director.

En la versión cinematográfica, un sacerdote (padre Ashbery) se echa por encima “un caldero mágico” del mismísimo creador de Midian, Baphomet y parece que obtiene algún tipo de poder en el acto. Más tarde, se encuentra el cadáver de Decker que ha sido derrotado por Boone y sin pensarlo, Ashbery introduce su mano dentro de las entrañas de Decker y lo resucita. Esta escena me recuerda mucho a la película Videodrome de David Cronenberg y que justamente interpreta al malogrado Decker. Este final originaba que la historia forzara secuelas pero no causó ese entusiasmo y su director no pudo completar su intención de hacer una trilogía.

En la versión extendida del Cabal’s Cut y del director’s Cut (y en la novela), Decker no resucita y el final se centra en la pareja protagonista. Lori y Boone están destinados a separar sus caminos ya que pertenecen a mundos distintos. Muy Crepúsculo. Pero ella se niega a perderle y se clava un cuchillo en el estómago obligando a Boone a que la muerda y la transmute en Raza de Noche. “Lori cruzó el infierno para encontrarle y permanecerán juntos toda su existencia”.

Como veis, Razas de noche tiene mucha miga y varias versiones pero desde un primer momento supe que tendría un sitio privilegiado en mi estantería. Un abrazo.

 


 

 

martes, 6 de agosto de 2024

Superdetective en Hollywood 4: Axel F. (2024)

 


No puedo más. Para un servidor, personajes como Axel Foley son iconos al mismo nivel que John McClane. Ellos formaron parte de nuestra educación cuando aún estábamos blandos y vulnerables. Nos curtieron. En los ochenta y en los noventa, admiraba a Eddie Murphy y no me hubiera importado ser de raza negra sólo para emular alguno de sus personajes. No necesitaba que Netflix me dogmatizara con su woke tiránico.

¿Alguien se acuerda cuando Axel Foley recorría la lujosa Beverly Hills con su coche destartalado? Pues hemos pasado de ver lujo, mujeres atractivas y hombres que se bajan de descapotables a observar cómo mujeres se visten con niqabs de diseño. ¿Esto es el concepto de empoderamiento de la mujer que tengo que aceptar? No me da la gana.

La juventud que hace reviews afirma que esta versión de Netflix no desprende "woke". Siento comunicarles que se equivocan pero su inocencia es su virtud. No tengo problemas con la relación interracial que vemos en la película ya que los personajes implicados tienen cierto “peso” en la trama. También acepto que la pareja de policías que arresta a Foley sean dos chicas de raza negra con un peso de 50 kg cada una. Lo apruebo porque es un caso justificado ya que una de las policías es Bria L. Murphy, hija de Eddie Murphy y a modo de cameo me vale. Sin embargo, con la escena antes descrita (la mujer tapada), el globo de la inclusividad puede reventar y Netflix disfruta siendo la aguja que lo haga estallar.

Me encantaban esas escenas de cómo Axel Foley se hacía pasar por un amanerado Ramón y accedía a Victor Maitland porque éste le “había pegado un bicho” o cómo entraba en la mansión Playboy haciéndose pasar por un limpia piscinas. Y quiero cantar la canción del parque de atracciones “Wonderworld” hasta morir. Por cierto… ¿Qué le pasa a la gente con Superdetective en Hollywood III?


Viendo la nueva versión de Netflix, Superdetective en Hollywood III es el Padrino. No entiendo muy bien la actitud de Eddie Murphy al defenestrar esta tercera parte pero tampoco creo que estuviera en sus cabales por aquella época. Hace años, Eddie Murphy rechazó un guion de Brett Ratner para hacer una cuarta parte y el tono de las películas que se veía en Hora Punta hubiera encajado a la perfección para realizar Superdetective en Hollywood 4. Sin embargo, cabe añadir que las pocas opciones que había para convencer a Eddie Murphy se esfumaron en el mismo momento en que Brett Ratner se ganara a pulso la etiqueta de depravado sexual.

Superdetective en Hollywood 4: Axel F. es la primera película de Superdetective en Hollywood que se estrena fuera de la Paramount. Y no tengo ninguna duda que si el productor de las tres primeras, Don Simpson estuviera vivo, hubiera disparado a su colega Jerry Bruckheimer por escoger a Mark Molloy como director. Mark Molloy fue escogido tras dirigir cuatro cortos y dos anuncios como currículum. ¿Este es el respeto que se le tiene a la saga?

En una entrevista, el director llegó a decir esto:  

“Quiero volver a la fuente. Pero también quería hacer una película que fuera muy moderna y contemporánea… Cuando las miras hacia atrás, esas películas eran realmente bastante realistas, honestas y un poco crudas, y quería hacer una película así sobre personajes brillantes, personajes más grandes que la vida

Qué maravilla. ¿Qué es esta agua que emana por mis ojos? Y mi pregunta para Mark Molloy es:

¿Qué tipo de potencial público crees que va dirigida tu película? ¿A los niños del Tiktok o a los cuarentones que han mamado Axel Foley desde el cine? Ese espectador veterano no quiere versiones modernas ni contemporáneas. No queremos comenzar la película con un policía adulando al personaje del bueno de Eddie Murphy. Es cargante y artificial. Tampoco queremos ver como “los malos” exclaman con admiración que Axel Foley es muy escurridizo. ¿Escurridizo?

Victor Maitland, Maxwell Dent y Ellis Dewald querían la cabeza de Foley. No lo admiraban, lo odiaban y así tenía que ser.

No queremos bromas sobre Wesley Snipes o Channing Tatum. Saca al espectador de la película y suena rarísimo. ¿Desde cuándo Axel Foley tiene que recuperar el amor perdido de su hija? No es su tono. Por cierto, una actriz con un papel pésimo con cero química con el detective.

La película está inundada de escenas tristes entre padre e hija acompañadas de melodías lastimeras. Ahora estamos ante un drama turco. El director no ha entendido el tono de las tres primeras películas y peor aún, de su personaje principal. Ni siquiera veo un nexo con Janice de la tercera parte, lo que podía haber generado un cierto interés con el nuevo personaje de su hija.

El drama no pertenece a Superdetective en Hollywood. Ni siquiera hubo tragedia en el funeral del Inspector Todd. Todo lo contrario. Hay una broma sutil entre la viuda y Axel Foley.

Además, es un despropósito, está rodada como un telefilm y tiene un pésimo montaje. Unos planos y contraplanos en los diálogos sin continuidad en la gesticulación de los personajes. Se reflejan unos cortes abruptos e innecesarios causados por la inexperiencia de su realizador.

¿Qué necesidad hay de realizar una secuela 30 años más tarde? Si algo se sabe desde la era de los Anunnakis es el fracaso de inventar hijos (o acompañantes impostados) para forzar una “buddy movie” donde el personaje principal ya se valía por sí solo. Ejemplos claros son Indiana Jones y el Dial del Destino o La Jungla: Un buen día para morir (y eso que esta secuela de John McClane la tolero muy bien). Se ha perdido la ironía y la sutilidad bajo un manto de humor absolutamente pueril y se ha concluido la saga con un drama familiar.


¿Qué han hecho con el personaje de Billy Rosewood interpretado magistralmente por Judge Reinhold? En la saga original, era un policía elegante donde su bondad y su afán de hacer cumplir la ley alcanzaban cotas de ridículo. Suya es aquella fantástica escena en la que movilizaba a todos los cuerpos de élite para rodear una furgoneta que finalmente estaba vacía.

En esta versión es un viejo con apariencia de homeless vestido con camiseta de Guns N’ Roses y viviendo en un cuchitril. Absolutamente desaliñado e interpretando a un personaje que no corresponde a la saga original. No es Billy Rosewood.

El personaje emblemático de John Taggart también refleja problemas de “tono”. Su rectitud excesiva provoca que se le coja inquina a su personaje cuando no debería. Sabemos que era un tipo serio, recto y un policía honrado pero tenía su punto cómico. En Superdetective en Hollywood lo confunden con el expresidente Gerald Ford y junto con Axel y Billy detienen a unos maleantes en un local de striptease con cómico resultado.

Antes de escribir cualquier narración, se tiene que conocer a la perfección los personajes de tu historia y aquí, ese trabajo ya estaba hecho. Era sencillo y sin improvisación. Mal.


Superdetective en Hollywood 4 posee un guion con una trama de corrupción absolutamente manida y un desaprovechamiento enfermizo de los cameos y de los personajes secundarios. El más insultante es el personaje de Serge protagonizado por el gran Bronson Pinchot que realiza un cameo de vergüenza ajena. Pese a quién le pese, este personaje hace su mejor intervención en Superdetective en Hollywood III con el “Aniquilator 2000”. Escena icónica.

Realmente Axel Foley no ha perdido su chispa. Simplemente Netflix y su director Mark Molloy han orinado en ella y la han apagado.

Indiana Jones, Jungla de Cristal o Superdetective en Hollywood no pueden generar secuelas entretenidas para pasar un rato. Tienen que corresponder “mínimamente” a sus antecesoras y esta cuarta parte no vale ni para pasar una tarde.

¿Tiene algún aspecto positivo esta cuarta entrega? Sí.

La banda sonora de Lorne Balfe respeta mucho la composición original realizando sólo unos arreglos para que quede una música más limpia y actual.

Qué se acuerden de Gil Hill y de Ronny Cox. Emblemas de la saga.

La alegría de que Eddie Murphy conserve su doblaje al castellano (de toda la vida) perpetrado por el gran Juan Fernández.

Kevin Bacon me convence como villano de la función ya que enriquece el producto sólo con su presencia aunque sea testimonial.

El esfuerzo en recuperar a los grandes secundarios de la saga como Judge Reinhold, Paul Reiser, John Ashton y Bronson Pinchot. Es de agradecer aunque el resultado no sea el esperado.

Qué hayan contado con el barcelonés Eduard Grau como director de fotografía. En este país tenemos grandes profesionales.

Sorprendentemente, la recepción de la película ha sido bastante aceptable por parte del público que no conoce ni tiene en alta estima al personaje. Me alegro por vosotros. Os envidio. Un abrazo.