viernes, 27 de marzo de 2015

Actrices que no deberían envejecer nunca (del 23 al 12)

Es inevitable para un heterosexual confeso ver más allá de la interpretación de una actriz, como también es ineludible sentir un cosquilleo desde la próstata hasta el duodeno cuando el enamoramiento se manifiesta sólo observando la figura femenina del film. Esos momentos existen y en muchas ocasiones sólo la “personalidad” de la actriz ha logrado salvar películas y series atroces. Y puedo asegurar y aseguro que si el producto es una sublime bazofia ni portentos de la interpretación como Robert de Niro o Christian Bale logran salvar los muebles. Todo lo contrario (me) sucede si aparecen diosas como Scarlett Johansson o Gemma Arterton; entonces un servidor se traga las tres horas de película más los extras en Svenska. En estas situaciones la objetividad parte hacia el inodoro.




Qué culpa tengo yo si en películas un poco “mierders” como Mama (2013) llegue a bucear hasta los créditos por si vuelve a aparecer Jessica Chastain o que en la lenta el Lado bueno de las cosas (2012) me den ganas de acurrucarme y "dormir" haciendo la cuchara a Jennifer Lawrence.
Desde lustros he sentido una profunda admiración por Sigourney Weaver y a día de hoy sigue siendo mi actriz favorita porque (me) ha sabido transmitir ingenuidad, inteligencia, feminismo, liderazgo, maternalismo y mala hostia, sobretodo cuando el tema versa en xenomorfos.



En muchas ocasiones lo políticamente correcto no deja fluir los innatos procesos bioquímicos con los que estamos predeterminados los humanos. Nuestro cuerpo es sabio y como quiero liberar esa represión de mi ser, me sublevo manufacturando este divertido ranking sobre aquellas actrices de antaño (de 45 años para arriba) que nunca deberían desaparecer de la faz de la tierra y que el paso del tiempo no debería atreverse a ponerles la mano encima. No reprimáis vuestros instintos y dejaros llevar por esta lista freak. Empecemos fuerte con las posiciones del 23 al 11 (23). La realidad es que tenía 20 diosas pero no he tenido agallas a descartar porque soy un caballero.



Ranking:

23. Linda Blair (22 de enero de 1959). ¿Linda Blair? Sí, sí. Después del Exorcista (1973), que contaba con unos 14 años, se hizo mujer (como todas) aunque ella siguió el camino del ente de su exorcismo y fue detenida por posesión, pero no la demoníaca sino por distribución de cocaína y anfetamina. Su carrera se fue al traste pero le dio tiempo a salir desnuda en el Playboy (1983). Para un servidor, a parte del Exorcista, la mejor película en la que ha trabajado ha sido Reposeída (1990). Una partida de pecho. Actriz que en su juventud transmitía una especie de morbo insano que nadie sabe si se debe al hecho de escupir verde o de apuñalarse la entrepierna con un crucifijo. Estoy enfermo.



22. Joanne Whalley (25 de agosto de 1961). Conocida por ser la encantadora princesa Sorsha de Willow (1988). Personaje que interpretaba la clásica relación amorosa que todos hemos soñado con nuestra almohada. Joanne Whalley interpretaba a una gran guerrera muy hostil hacia el personaje de Val Kilmer. Sin embargo, después de vivir una serie de desacuerdos y sufrir cruentas batallas, acabarían fundidos en un imperecedero amor que se trasladaría a la realidad. Estuvieron casados 8 años en la vida real y acabaron como el rosario de la aurora pero estamos aquí para hablar de amor. La película Willow supo transmitir nuestro sueño de vivir y ganar batallas y poder enamorarnos de la princesa del castillo. Lástima que al acabar la película y bajar a la calle la realidad era bien distinta, todo era más parecido al reino de Mordor.


 


21. Caroline Williams (27 de marzo del 1957). ¿Quién c... es Caroline Williams? Se trata de una apuesta personal de la que quedé prendado después de echar un ojo a la Matanza de Texas 2 (1986) y a su final girl. Sí amigos/as, aquella película en la que Dennis Hopper se arrepentía de haber protagonizado. Después no cayó en Super Mario Bros pero ese es otro tema. Actriz nacida en Texas (tiene pelotas) que sólo protagonizó esta película y que fue rescatada por Rob Zombie para Halloween II (2009). Caroline Williams nos demostró que con unos buenos shorts y un buen muslamen se puede vencer a Leatherface.






20. Téa Leoni (25 de febrero del 1966). Actriz de carita angelical que propicia el deseo de formar una familia a su lado. Justamente tal y como no quiso hacer Nicolas Cage en The Family Man (2000) donde aparecía esta actriz. También la vimos en Bad Boys (1995) aunque estaba demasiado delgada para mi gusto y en la catastrofista Deep Impact (1998). Estuvo 17 años con David Duchovny, nuestro Mulder, y acabaron su relación en 2014 por culpa de una tercera persona conocida por el pseudónimo de Soytutioargail.




19. Carrie Fisher (21 de octubre de 1956). Imposible olvidar aquel bikini metálico que le enfundó Jabba the Hutt en la saga Star Wars. Lástima que a partir del Imperio Contrataca (1980) la actriz se pasara al lado oscuro y para mantener el ritmo se "empolvara" demasiado la nariz y llegara al punto de sobrevivir una sobredosis. Sin embargo sigue siendo la musa del colectivo Geeks and Freaks de la Guerra de las Galaxias y con razón. Todo el mundo quería tener a Leia Organa en casa aunque fuera a modo de holograma emitido por R2-D2.





18. Judie Aronson (7 de junio del 1964). Otra apuesta personal sacada de la fabulosa película de ninJas y de la productora Cannon, el Guerrero Americano (1985) de la que soy very fan. Judie Aronson es más conocida como la doble de las escenas arriesgadas de Chabeli Iglesias por su idéntico parecido (?). Estamos ante el curioso caso de una mujer que posee un atractivo más potente con 50 años que con 21. Como curiosidad fue una de las asesinadas de Jason Vorhees en Viernes 13: Capítulo final (1984) donde perdía la vida en un lago. Se ve que la actriz pilló una hipotermia como una catedral gracias al frío de diciembre; y este hecho causó una fuerte disputa entre el director y el actor que encarnaba a Jason. En ausencia del Guerrero Americano la actriz puede acudir a Jason Vorhees para solucionarle problemas ya que también es un poco más alto que nuestro Michael Dudikoff.




17. Mathilda May (8 de febrero de 1965). La francesa Mathilda May es recordada por sus preciosos pechos en la película Fuerza Vital (1985) de Tobe Hooper. Imposible evitarlos ya que vemos sus turgentes pezones durante los 116 minutos que dura el film. La realidad es que caracterizaba un personaje realmente morboso. Sus funciones se basaban en atontar al personal masculino con sus encantos para a posteriori darles un muerdo y absorber toda su fuerza vital. Fabuloso. Mathilda May también es vista en Chacal (1997).  





16. Parker Posey (8 de noviembre de 1968). La más joven de la lista. Actriz llamada la “reina de los indies” por sólo trabajar en películas independientes; por tal motivo no la suele conocer ni cristo. La hemos visto en Superman Returns (2006) y en Scream 3 (2000). Hasta que llegó el “ñordo” de Blade Trinity (2004) donde Parker Posey interpreta a la estimulante villana “vampiresca”. Es una de las pruebas palpables que insinuaba en la introducción de como la figura femenina salva el producto infumable. Quedé prendado de esta hija de Transilvania en su papel de Blade 3 mezcla de poligonera y de dominatrix. No me hubiera importado que me hubiera clavado sus incisivos en cualquier parte de mi cuerpo.





15. Meg Foster (10 de mayo de 1948). La segunda más longeva de toda la lista. Sin duda, la actriz fue los ojos más hermosos de la década de los 80. Lograban derretir icebergs (aisvercs) y Al Gore se aprovechó de este suceso para rodar Una Verdad Incómoda (2006). Los amantes de la ciencia ficción la recuerdan de Masters del Universo (1987) y de la obra de John Carpenter, Están Vivos (1988). Su personaje de la malévola Evil-Lyn en la icónica Masters del Universo de la productora Cannon me impactó en demasía y no me hubiera importado pernoctar con ella en el castillo de Grayskull (o en el castillo de la serpiente).






14. Sandahl Bergman (14 de noviembre de 1951). Actriz, acróbata, bailarina y conocida por interpretar a Valeria en Conan el Bárbaro (1982). Sandahl Bergman realizó todos los combates y secuencias complicadas de Conan y se dice por la web que llegó a perder parte del dedo índice en un combate a espadas durante el rodaje. Otras fuentes dicen que fue un pequeño corte como el que uno se hace cortando cebolla. Tengo cierta debilidad por aquellas guerreras del género de espada y brujería que serían capaces de coger tu espada y derrotarte al momento (eufemismo sexual 100%).







13. Gina Gershon (10 de junio del 1962) Gran mujer de la década de los 80 y de los 90, que quizás los más curiosos la conozcamos... la conozcan por su papel de mala en Showgirls (1995), aunque donde más se valore sean en los clásicos de acción como Cara a Cara (1997), Danko Calor Rojo (1988), Buscando Justicia (1991) y en otros géneros como la archifamosa Cocktail (1988). Viéndola actualmente se une al club del formol donde el paso de los años le han sido esquiva. Gina no podía faltar en esta lista que sólo valora la interpretación y el trabajo de estas grandes actrices...




12. Linda Kozlowski (7 de enero de 1958). Para acabar este ecléctico ranking, propongo la guapísima actriz conocida por su personaje urbano en la saga Cocodrilo Dundee. El actor que interpretaba a Dundee, Paul Hogan, se enamoró perdidamente de la actriz y le faltaron piernas para separarse de su anterior esposa, y así poder contraer matrimonio con Linda Kozlowski. Lástima (o alegría), después de 23 años de pareja, se han divorciado. A día de hoy si uno observa a la actriz verá que posee el carnet del club del formol por su belleza bien conservada. Todos recordamos aquel bañador tanga de una sola pieza mostrado en la charca cuando es atacada por un reptil. De Óscar.








Nada más, en breve, el top eleven de infarto, rollo milf (& grandmothers), pero de infarto. Un abrazo.




lunes, 9 de marzo de 2015

Alta Tensión (2003)


Marie (Cécile de France) se encuentra malherida en un hospital y no deja de vocear “No volveré a dejar que nadie se interponga entre nosotras”. Flashback: Marie y Alex (Maïwenn) viajan en coche para pasar unos días con la familia de Alex y así alejarse del mundano ruido para poder estudiar. Los padres y el hermano pequeño de Alex reciben con ilusión a las dos chicas.

Pero al caer la noche, un extraño irrumpe en la humilde morada y perpetra una sangría de proporciones épicas. Después de asesinar a la familia, el extraño secuestra a Alex y la introduce en una furgoneta. La guarda para más tarde. Sin embargo, el asesino no se ha percatado de que Marie ha logrado esconderse y de que le perseguirá con el propósito de salvar a su amiga.  


Intro:

Alta Tensión (Haute Tensión, 2003) de Alexandre Aja es una reivindicable película de terror/ slasher que formó parte de aquella oleada de terror francés, que regurgitó nuestros miedos combinando thriller con un elegante gore. Productos tan celebrados como Frontière (2007) de Xavier Gens, Martyrs (2008) de Pascal Laugier o À l’intérieur (2007) de Alexandre Bustillo acompañarían a Haute Tensión en lo que se denominaría la Nouvelle Horreur Vague. Y la realidad es que son éxitos a valorar si escuchamos las palabras del director de Martyrs cuando espetaba que de 200 películas que se filmaban al año en Francia, sólo tres eran de terror. Ya sabemos que en estos tiempos Francia está limitada al romance, comedia y Omar Sy.


Pero donde Alexandre Aja posee un status más internacional es en su inclusión en aquella corriente ideada por el crítico de turno (Alan Jones) llamada el splat pack; donde directores como Rob Zombie (La casa de los 1.000 cadáveres, 2003), James Wan (Saw, 2004) o Eli Roth (Hostel, 2005) forman parte de tal noble estirpe. Esta corriente representa un selecto grupo de directores “independientes” (ahora no mucho), que desde 2002, realizaron películas de terror con dos duros y con una violencia no muy comercial. Son cintas que normalmente en USA colisionan con el criterio de su organismo censor (la MPAA) que se esfuerza en catalogar estas pelis dentro del grupo R (mayores de 17 años o menores acompañados por un adulto) para no condenarlas a un estreno de como máximo dos salas.
Recordemos que en esta clasificación por edades existe otro nivel superior al grupo R; el temido NC-17, donde sólo la película es apta para mayores de 17 años y donde uno de los rasgos intrínsecos de este nivel es que la película muestre más de 10.000 litros de sangre falsa; si no es que la Wikipedia me ha timado y le ha dado por incluir humor en sus artículos. Tal y como comentaba el director de Hostel, la comisión de calificación por edades no debería preocuparse tanto ya que ningún espectador que vaya a ver una película de Eli Roth espera algo diferente. Razón no le falta pero al público le falta curiosidad y como ejemplo, entre divertido y triste, ya se han escuchado casos de espectadores descontentos porque han ido a ver Birdman (2014) pensando que era una especie de Guardianes de la Galaxia.

Alexandre Aja, Rob Zombie, James Wan y Eli Roth
Película:

Fuera de las tierras galas, la película se estrenó en 2003 en la ciudad de Toronto, para facilitar una posible distribución en USA por parte de Lionsgate (Saw, Cabin Fever…) que es donde realmente se consigue el éxito y la pasta. Como era de esperar, cuando Lionsgate adquirió la peli mutiló casi dos minutos del film para que la MPAA no se le echara encima y marginara el film al ostracismo. Y como la cosa funcionó correctamente más tarde Lionsgate, el director Aja y la MPAA se volvieron a reunir para poder recuperar más metraje censurado y lograron que sólo se cercenaran 30 segundos de la cinta original. Cercenamientos que estaban focalizados en la escena de la felación/masturbación, y en la secuencia de la muerte del Pater familias. Y aquí veréis en la foto porque ya no pudo seguir siendo el cabeza de familia (redoble de tambor y platillo)


Alta Tensión (Haute Tensión, 2003) sin lugar a dudas, hace honor a su título regalándonos un slasher diferente, despertando un subgénero ya agotado de tópicos y alejando de nosotros otras cintas como las entretenidas Scream (1996) o Sé lo que hicisteis el último verano (1997). Ya comentó su realizador que Alta Tensión era un intento de volver a las raíces del slasher y que su objetivo era que el espectador viviera una verdadera batalla de supervivencia. El firmante de Alta Tensión no reinventaba el género, sino que cumplía un sentido homenaje al clásico terror de los 70 y 80.


Por ejemplo, en Alta Tensión se cambia el clásico grupo de jovenzuelos porreros y amantes del fornicio por una familia unida que es visitada por su hija y su amiga que sólo quieren estudiar. Otro elemento de importancia es el rostro desprovisto de máscara de nuestro serial killer. Tampoco se nos informa de su pasado o motivos traumáticos que han originado en el asesino ese amor por el homicidio. Algo obvio cuando se descubra el final del film.
Sin embargo no olvida los grandes rasgos del subgénero como el uso de armas blancas en sus crímenes en esa macabra relación de "penetración" entre el asesino y la víctima.
Tampoco se olvida de homenajear el terror de los 70 y 80 y nuestro asesino emplea una radial del mismo modo que Leatherface usaba su sierra en la Matanza de Texas de Tobe Hooper (1974). Además, según Ajá, hay más guiños de aquella época como la muerte del gasolinero a hachazos inspirada en el Resplandor (1980) o aquella genial escena de tensión en unos lavabos, vista también en Maniac (1980).
Alta tensión tampoco se olvida del clásico Home invasion tan característico del subgénero ofreciendo la porción justa entre tensión, gore, thriller y el clásico susto con bote al techo cual gato siamés. Sin duda una de las mejores incursiones criminales en un apacible hogar muy al estilo de aquella otra secuencia Home invasión de la gran y olvidada The Collector (2009).


Todo este torture porn y escenas gore adyacentes están sazonadas con una banda sonora estridente, orquestada por François-Eudes Chanfrault que lo conocen en su casa pero que al parecer sólo lo contratan para films de esta temática ya que compuso la bso de la no menos violenta A l’interieur y también prestó sus servicios para el remake de las Colinas tienen ojos de Aja. Sin embargo si la banda sonora de este compositor le resulta cargante, no se preocupe porque en Alta tensión se alterna su bso con temazos como el clásico Sarà perché Ti amo (1981) o la bien hallada canción del grupo Muse - New Born.



Por último destacar aquella magistral secuencia de la gasolinera donde el sonido de los litros del surtidor se convierte en una cuenta atrás para que Marie alcance la tienda de la gasolinera antes de que el asesino la descubra; o la escena del asesinato de la madre donde su despertar repentino profirió en mí un chillido no muy varonil.


Ficha técnica:

La película se compone de un protagonismo coral entre tres personajes donde destaca sobretodo la guapísima Cécile de France (Marie) que aunque sea de France, es nacida en Bélgica (irresistible la tontería) y es vista en la pasable Más allá de la vida (2010) del sr. Eastwood. También forma el reparto la actriz Maïwenn (Alex), intérprete del Quinto elemento (1997) y el actor Philippe Nahon que lo conocen en su casa.


Su director Alexandre Aja tardó seis semanas en rodar la película y como no existía mucha post producción en tema de CGI (imagen generada por ordenador) la distribuyeron en poco tiempo. Y no se aplicó mucho CGI gracias al trabajo en efectos visuales de Giannetto de Rossi, que fue un maquillador de aquellos de renombre que el productor Dino de Laurentis sacó de Europa para trabajar en Hollywood. Ahí están sus trabajos en pelis como en la horrible Dune (1984) o Conan el Destructor (1984) o ya fuera de los dominios del mecenas italiano, en Rambo III (1988) o el Hombre de la Máscara de hierro (1998).

El director de Alta Tensión, Alexandre Aja, es un director francés a tener en cuenta con dos remakes a sus espaldas como la excelente (pero dura) Las Colinas tienen ojos (2006) o la divertida Piraña 3D (2010). Si aún no estáis casados o entre vosotros no se encuentra un calzonazos o una arpía, y sobretodo conserváis aquella sesión de peli con amiguetes, Piraña 3D es vuestra obra magna.


Uno de los finales más tramposos del género. (Atención spoiler a nivel pro)

Las imágenes de la grabación de la cámara de seguridad de la gasolinera nos muestra que una de las final girl (Marie) es en realidad la artífice de todas las atrocidades y matanzas de la zona; provocando al espectador que conmute su cara de asombro con la de oler heces. El espectador no se lo cree ni yo tampoco. El espectador ha observado como en todo el film el mecánico loco es el asesino mientras la chica rubia huye de él pero se ve que estamos equivocados.
No hay nada más bonito en el cine que sentirse manipulado como por ejemplo en el arranque del Sexto Sentido (1999) cuando el personaje de Bruce Willis es disparado sin saberse si ha fallecido o no. Después aparece este personaje dándonos la sensación de que aún sigue vivo. Esto es jugar con el público y otra cosa bien distinta es sentirse engañado como sucede en la conclusión de Alta Tensión.


El trastorno de identidad asociativo o personalidad múltiple es un recurso cinematográfico objetivamente interesante porque ofrece al argumento unos puntos de giro desconcertantes y se crean sorprendentes finales; pero que a mi ver si no se usa con precisión puede dar un toque al producto de tramposo, efectista y fraudulento. Personalmente, tengo la sensación de girarme a mis estanterías, observar mis DVD’s  y saber concluir todas las películas con un final sobre esta enfermedad mental. Braveheart inclusive.

Este tipo de twist (giro final) asociado a esta enfermedad mental es una técnica narrativa muy delicada en la que Aja peca un poco de juventud (26 años cuando filmó el film) dándonos una maestría sin igual en la vertiente angustiosa y gore pero precipitada en su conclusión. Maestros como Fincher en su Club de la Lucha (1999) o Scorsese en su Shutter Island (2010) o el director Brad Anderson ¡con dos películas en su haber con este tipo de giro¡ serían ejemplos prácticos del buen uso de este elemento. También aclarar que no sólo de juventud se peca en este recurso sino echarle un ojo a Encerrada (2010) del gran John Carpenter.  


El problema de Alta Tensión (2003) se halla en no dar a través de la trama cualquier ápice argumental (o pista) para justificar su sorprendente final. Hay una bilocación continua espacio tiempo entre la protagonista y el asesino que deriva a que no cuadren los planos si se supone que son la misma persona. Como por ejemplo cuando ella está en la habitación con la amiga y escuchan el disparo que el asesino ejecuta al matar al niño (a parte de que lo ve por la ventana). Pero la más divertida es al inicio; el asesino se hace una felación necrófila con una cabeza decapitada mientras nuestras protagonistas se desplazan en coche. Si suponemos que el asesino es ella (Marie), quitando el error del rollo de la bilocación, no llego a entender cómo puede llegar a culminar una felación siendo fémina. A lo mejor con la nariz.


Después de visionar el film tres o cuatro veces uno se cerciora de que Aja deja pequeñas huellas forzadas y de libre interpretación para justificar ese final. El más importante es justo al inicio cuando Marie despierta de un sueño y le cuenta a su amiga Alex que ha soñado que se perseguía a sí misma y que contra más corría más cerca estaba de ella misma (sic). Otro detalle es cuando la madre ya moribunda al acercarse a Marie le espeta un: ¿Por qué?. Este “porqué” puede ser interpretado como un momento filosófico de la madre antes de morir o un “porqué” como una pregunta a Marie del porqué está matando a toda su familia.
El espectador es sabio y decidirá si todo no vale o si ese final tan fraudulento es una peccata minuta en comparación al enorme disfrute de todo el metraje de puro terror. Personalmente, cargarse una película como Alta Tensión por su conclusión me parece demasiado aventurado. A estas alturas pocas películas de terror llegan a poner al espectador al filo de la tensión más atroz y Alta Tensión lo rebana.


Polémica:


Se comenta que Alta Tensión, al menos la primera parte, podría ser un plagio de la obra literaria Intensity del escritor Dean Koontz publicada en el 1996; aunque tanto sus guionistas Grégory Levasseur y el mismo Aja lo niegan. También antes del film, en 1997 se realizó un telefilm de tres horas basada en la novela (y autorizada por el escritor) protagonizada por Molly Parker y John C. McGinley; y si uno le echa un ojo al telefilm y también lee la sinopsis del libro en la wikipedia verá que (más me duele a mí) hay plagio. En vez de Marie y Alex del film son Chyna y Laura y desde el principio hasta la escena de la gasolinera es todo idéntico.
La truculencia de las escenas, el metraje posterior a la escena de la gasolinera y por supuesto el giro final, sólo pertenecen a la cabecita del director francés.
El libro, y por consiguiente el telefilm, termina que la protagonista quema al asesino y rescata a una niña que tenía secuestrada, ya que la amiga que no fallecía en Alta Tensión de Aja, sí que lo hace en el libro (y en el telefilm). Más tarde Aja en una entrevista reconoció que se miró el libro por encima (ya, ya…) pero que el principio de su película era bastante común en este género. Por su parte el escritor dijo que no demandaría a la película porque la consideró repugnante entre otros adjetivos.

Curiosidades:

Los personajes y los diálogos son franceses y la historia ocurre en Francia pero para vender la película en América, se elaboró un doblaje que transformaba a la amiga (Alex) y a su familia en americanos residentes de una granja en Francia. La protagonista (Marie) sí que seguía siendo francesa y cuando se comunicaba con su amiga Alex se subtitulaba. Según el director quedó la versión bastante bien gracias a que hay poco diálogo. Es increíble como un doblaje puede transformar el argumento inicial de una película sin tocar un plano. Alucino.


Las diferentes estancias de la casa donde suceden las muertes son habitaciones de casas diferentes. Gracias al buen montaje el espectador no nota nada.

La actriz Cécile de France se entrenó con un boxeador tailandés para ponerse “mazas” para poder afrontar las persecuciones y resto de esfuerzos físicos del film.


En la escena final donde el asesino va cortando con la radial al conductor, se originó tal sangría que mucha sangre (falsa) cayó en la cámara. En principio se iba a eliminar pero Aja quedó tan contento que lo incluyó en el metraje final. Donde hay sangre hay alegría.

El porno del antiguo del Canal + pero con cortinilla roja
Arrasaron en Sitges (2003) llevándose los premios a mejor actriz (Cécile de France), mejor director (Alexandre Aja), mejor maquillaje (Giannetto De Rossi) y un Mèlies de plata a mejor película que desconozco que premio es ya que el galardón a mejor película fue para la película Zatoichi, del ex trabajador de Humor Amarillo, Takeshi Kitano.

El productor del film es Alexandre Arcady, actor, productor y el papi de Alexandre Aja.

Se intuye que el asesino es mecánico ya que en su mono se lee “graissage et vidange” que se traduce como lubricación y drenaje. También se lee “Raja & Frères” y no “Aja & Frères” en honor al director del film, tal y como nos quieren colar como curiosidad otras webs. Es imposible cotejar las curiosidades de internet pero hay algunas que se les ve el plumero a leguas.


El guión inicial de Alexandre Aja era diferente al que se muestra en el film. En el libreto original, ya al final de la película, la policía muestra los vídeos en el hospital donde está encerrada Marie para demostrar que ella es la asesina. Sin embargo Luc Besson que era (y es) el productor de EuropaCorp y quién ponía la pasta en el film, le comentó al director de Alta Tensión que mejor desvelara quién era el asesino antes de concluir el film.
Y con un beso me despido.