viernes, 23 de diciembre de 2011

En los límites de la realidad (Twilight Zone: The Movie) 1983

¿Piensas en esta intro cuando ves o escuchas algo sospechoso?






Pues se hizo la película






En los límites de la realidad (Twilight Zone: The Movie), es una película de culto del año 1983, que no es más que un homenaje a la pionera serie de cinco temporadas, “La Dimensión Desconocida” (1959-1964) del visionario Rod Serling; que echaban por aquellos años 80 en España por nuestro amado canal autonómico y que yo personalmente nunca le mostré mucho interés ya que yo en esos tiempos prefería ver los Bobobobs y Simbad.
La película se compone por una introducción y por cuatro cuentos fantásticos perpetrados por cuatro directores de peso como John Landis (Príncipe de Zamunda ), Spielberg (Indiana Jones), Joe Dante (Gremlins) y el australiano George Miller (Mad Max). En principio iban a ser cuatro remakes de los episodios más emblemáticos de la serie original pero el señor John Landis que dirigió la introducción y la primera historia, se hizo el listo rodando un guión original y distinto a cualquier capítulo de la serie y le salió tan rana el invento que de milagro no acaba entre rejas.




Twilight Zone: The Movie empieza con un excesivo y descartable prólogo interpretado por Albert Brooks (Taxi Driver) y mi amado Dan Aykroyd (Cazafantasmas) que circulan en coche por una carretera sin apenas visibilidad y van recordando alegremente momentos inolvidables de la serie original y tatareando melodías de series televisivas. Al final Aykroyd acaba hasta los zíngaros de tener la misma charla con su compañero y hace parar el vehículo y le dice a Brooks “¿Quieres ver algo realmente terrorífico?” y… susto, empieza la primera historia.




El primer cuento dirigido por el bueno de John Landis, “Time Out”, fue interpretado por el malogrado Vic Morrow y trataba de un hombre amargado que entra en un bar y se encuentra a dos amiguetes. Nuestro indignado protagonista se sienta con ellos y no deja de despotricar contra judíos, negros y asiáticos; ya que ha visto como perdía su ascenso de trabajo otorgado a un judío. Tal es la ira que despierta con su verborrea que acaba siendo echado del bar pero al salir a la calle ya no está en los EEUU sinó en la segunda guerra mundial y en la piel de un judío en la Alemania nazi, más tarde se reencarnará en un negro en plena reunión del Ku-Klux-Klan y por último, vivirá como un Vietcong en plena guerra del Vietnam donde casi es ejecutado por el ejército americano.




En este último encuentro, el actor Vic Morrow, padre de la actriz Jennifer Jason Leigh, salvaba a dos niños vietnamitas y así se convertía en buen samaritano pero en pleno rodaje de la escena del Vietnam, uno de los helicópteros perdió el control con tal mala suerte que con su hélice se llevó por delante las cabezas de Vic Morrow y de uno de los niños. El niño restante acabaría siendo aplastado por dicho helicóptero. Los tres actores fallecieron en el acto.
Este hecho originó que Spielberg y John Landis ya no se enviaran más felicitaciones de navidad y no se hablaran, que el final de la primera historia fuera más crudo que la versión inicial (tampoco gran cosa) y que Spielberg cambiase su historia escogida pensada para la película ya que su cuento inicial implicaba a niños con la utilización de efectos especiales, y no estaba el horno para meter más niños y hacerles todo tipo de perrerías.

La segunda historia llamada Por pura diversión , dirigida por Spielberg, gira en torno a una residencia de ancianos, donde sus huéspedes desean ser niños otra vez pero un “hado padrino” y abuelo misterioso, con una excelente dentadura adherida con sobrecarga de Kukident, consigue realizar el anhelo de estos adorables críticos de obras de grandes urbes y los transforma en simpáticos teenagers. Historia ñoña, sentimentalismo exacerbado y bazófica, de lo peorcillo de Spielberg pero no le culpo ya que su primera opción trataba de un niño disfrazado de Quasimodo en Halloween acosado por verdaderos monstruos pero el helicóptero de Landis le cambió el guión al pobre Steven.




La tercera historia de Joe Dante, It’s a Good Life, trata de un niño con tal poder que puede hacer realidad todos sus deseos y como consecuencia de dicho don, tiene a los adultos bajo su yugo, desayunando Mcdonalds y con sobredosis de Tiny Toons. Es entretenida y mucho mejor que las dos anteriores.


La cuarta historia de George Miller, Pesadilla en las alturas, interpretada por John Lithgow (Trinity en la serie Dexter, Cosas de Marcianos); se centra en un hombre con pánico a volar que desde la ventanilla de su asiento observa atónito como una alimaña está destrozando el ala del avión en pleno vuelo y nadie le cree. El resto de los pasajeros y la tripulación lo tratan de enajenado mental y lo han de reducir  por la fuerza. Al aterrizar el avión descubren la verdad.

La mejor historia del film, bien interpretada y haciendo un crescendo del suspense a lo largo del metraje. En la serie original, el atormentado pasajero lo interpretaba, William Shatner, el gran capitán Kirk de Star Trek y esta historia está fantásticamente parodiada por los Simpson.



Filmaffinity: 6,5
IMDB: 6,3