sábado, 29 de septiembre de 2012

La Escafandra y la Mariposa (2007)




La escafandra y la mariposa (2007)
Director: Julian Schnabel (Antes que anochezca)
Reparto: Mathieu Amalric (malote en Quantum of solace), Enmanuelle Seigner (mujer de R. Polansky e intérprete de La Novena puerta), Max Von Sydow (Minority Report).



La escafandra y la mariposa (2007) es una película francesa basada en la novela homónima del malogrado editor de la revista Elle, Jean-Dominique Bauby (1952-1997), que en 1995 sufrió un ataque cerebrovascular que lo dejó en coma durante tres semanas.

Al despertar de su aletargo, el editor se da cuenta de la situación. Jean-Do padece en términos no médicos lo más parecido a estar enterrado vivo, y en vocablos más específicos, el síndrome Locked-in (síndrome del encierro). El enfermo oye, ve, siente, huele y piensa pero no es capaz de moverse ni comunicarse debido a la parálisis de casi todos los músculos voluntarios de su cuerpo. Su cuerpo es su propia cárcel; es lo más parecido a estar dentro de una escafandra.

Pero Jean-Do posee dos recursos que la enfermedad no ha deteriorado: la imaginación y la memoria. El convertirse en una mariposa para salir de su escafandra e imaginar que vuela por oníricos paisajes; o porqué no, cambiar el momento de su rutinaria comida por sonda, por una cena de almejas y bogavante acompañado de su editora en el mejor restaurante de Francia son ejemplos que permiten a Jean-Do sentirse más o menos vivo.

Jean-Dominique Bauby (1952-1997)

Aún así, Jean-Do (y algo común en este tipo de enfermedad rara) descubre que puede mover voluntariamente, un solo ojo y que sus paralizados músculos le permiten realizar algo tan idiota para nosotros y tan crucial para ellos, que es un simple parpadeo.
Con la ayuda y la paciencia de una logopeda, empiezan con el siguiente lenguaje: un parpadeo es SÍ y dos parpadeos, NO. Siguiente fase, la logopeda pronuncia lentamente las letras del alfabeto en orden de más uso; en el momento que él guiña el ojo, la logopeda para; de tal manera que va anotando las letras formando palabras y para finalmente completar oraciones. A cuadros se queda uno.

La actriz Marie-Josée Croze interpreta a la logopeda  de Jean-Do.

A lo tonto, el editor escribió sus memorias con este sistema, sí, sí, con sus 127 páginas aproximadamente pero murió de neumonía tres días después de la publicación de su obra, que consiguió gran número de ventas.
Gran parte de la película está rodada en primera persona para que el espectador pueda interactuar con el protagonista a través de su único globo ocular y también, poder entrar en su cabeza mediante una necesaria (sino malo) y  omnipresente voz en off. En esa cámara subjetiva se nota la mano del Janusz Kaminski, que lo conocerán en su casa pero si decimos que es el cameraman de siempre de Spielberg la cosa cambia. Y es que el empaño de la imagen cuando Jean-Do llora o  la grimosa escena cuando los médicos determinan que tienen que obturar (cerrar) el otro ojo porqué está inservible viendo como desde dentro de él van cosiendo..., te llega a estremecer los bajos fondos.

Mathieu Amalric es Jean-Do


Como tema de actualidad, hará un mes que esta enfermedad retomó fuerza por un británico, Tony Nicklinson que su gobierno le denegó la eutanasia. Al final murió por causas naturales pero lo sorprendente del tema era que este hombre escribía tweets mediante un ordenador adaptado para detectar su movimiento ocular.
Es curioso que en el  principio de la película, el médico especialista le propina a nuestro protagonista que si le hubiera pasado esta misma situación años atrás, hubiera muerto y que gracias a las técnicas de resucitación de ahora se ha podido salvar. No sé que hubiera sido mejor.


 Nicklinson antes de la enfermedad

Tony Nicklinson después de conocer el fallo del Tribunal Supremo











La escafandra y la mariposa es una de aquellas pelis que nunca te llamaría la atención de ir a  verla a un cine o la última que descargarías, siempre legalmente (¿), de cualquier servidor o programa P2P; pero si por ciertas carambolas de la vida logras echarle un ojo; no te dejará indiferente.