miércoles, 26 de febrero de 2025

Mis “dieses” filmográficos.

 


Vivimos en tiempos cambiantes y los valores cinematográficos que pueblan las críticas del público actual no suelen casar conmigo. Lo asumo. Por ejemplo, no pude aceptar que Dune 2 llegara a superar a Cadena Perpetua en IMDB (por poco tiempo al menos). Tampoco comprendo como la peli de Barbie fue un fenómeno de masas (en Fotogramas te explican su final por si eres retrasado). Y me llevé las manos a la cabeza cuando Black Panther fue nominada a mejor película en los Óscars por aquello tan en boga llamado woke.

Por estas razones, se entiende que mis películas perfectas y adoradas graviten en un pasado que fue… diferente. Si los extraterrestres invadieran la Tierra y me ordenaran que sólo pudiera salvar un puñado de películas de mi colección, serían las siguientes:

Allá vamos.

Indiana Jones y la última cruzada (1989).

Segundas partes nunca fueron buenas porque en este caso, se esperó a la tercera para realizar la mejor de la saga. Es la película de aventuras por excelencia más personal y la más divertida de Indiana Jones. Vemos el origen de Indy interpretado por un acertado River Phoenix y descubrimos su fobia a las serpientes, de donde viene látigo y quién le entrega el mítico sombrero "Traveller". Se cuenta con la aparición estelar de Connery como padre de Indiana, escuchamos las nuevas composiciones de John Williams y flipamos con el trasfondo del cáliz de cristo (“Has escogido mal”). Además, tengo que reconocer que coincidió con su aventura gráfica editada por Lucasfilms y toqué el sumun de la felicidad.


Escena a recordar
:
Indiana Jones es atrapado por los nazis en el castillo donde está retenido su padre ya que buscan un libro que está en manos del arqueólogo. Sin embargo, Indiana “intenta” engañar a los nazis explicando que el libro fue entregado a su amigo Marcus y les alerta que es un personaje intrépido, audaz y que se desenvuelve en múltiples idiomas. De pronto, se ve a Marcus perdido por una ciudad árabe. La realidad es que Marcus se perdía en su propio museo.

Braveheart (1995).

La historia de William Wallace narrada libremente por un colosal Mel Gibson donde la épica y el amor consiguieron cinco Óscars. Una película que se compone de humor, drama, traición, romance y guerra. El más avispado sabrá que todas las referencias a esta bitácora se deben a esta película (Soy tu tio Argail). Una película que llegó a mí en el momento idóneo. Me hubiera encantado otro final pero perderíamos la leyenda.

Escena a recordar:  La batalla de Stirling. Tal conflicto engloba el mítico discurso de Wallace a sus tropas, la artimaña de usar grandes lanzas, la muestra de posaderas al enemigo y la crudeza visual de la batalla en el cuerpo a cuerpo.

Cadena Perpetua (1994). 

Curioso caso. Fue nominada a los Óscars pero pasó sin pena ni gloria en la cartelera y en los certámenes de premios. Basada en un relato corto de Stephen King (Rita Hayworth y la redención de Shawshank) fue dirigida por un desaparecido Frank Darabont que nos ofreció un excelente drama carcelario con una maravillosa historia de amistad. La realidad es que aquel año, 1994, se realizaron tales peliculones que solaparon a esta obra maestra. Además, tal y como cuenta su actor, Morgan Freeman, el título era una basura "The Shawshank Redemption" ya que la gente no podía ni pronunciarlo. Una obra de arte que el tiempo ya ha puesto en su lugar.

Escena a recordar: El suicidio del longevo Brooks. Qué dolor de escena.

Forrest Gump (1994).

He aquí una de las culpables de que Cadena Perpetua no llegara más lejos. Esta maravillosa peli de Robert Zemeckis ganó seis Oscars con todo merecimiento. La historia de Forrest Gump, interpretada por Tom Hanks, arrasó en taquilla y caló en nuestros corazones. Contaba con un reparto de lujo con Sally Field, Robin Wright, que fue una de las mejores villanas del celuloide y con un impecable Gary Sinise. La actuación de este último como Teniente Dan, le valió el reconocimiento de los veteranos de guerra otorgándole un premio por su interpretación.

Escena a recordar: La escena de Vietnam y su fantástica amistad con Bubba, su muy y único mejor amigo. Llorera asegurada.

Jungla de Cristal (1988).

La mejor película de acción de todos los tiempos inspirada en la novela Nada dura para siempre (1979). Quién lo diría. Inicialmente, se le ofreció el papel protagonista a Frank Sinatra pero fue una decisión contractual ya que Sinatra interpretó la precuela de Jungla de Cristal, el Detective (1968). Sinatra rechazó el papel ya que calzaba más de 70 años y no estaba para mucho movimiento.

Bruce Willis y Alan Rickman realizaron este villancico de acción con frases antológicas como “ahora tengo una ametralladora ho ho ho”, "yippie-ki-yay mother fucker” o el - Operadora: Este canal es sólo para emergencias. - McClane: ¡¿No me diga?! ¿Qué cree que estoy haciendo, pidiendo una pizza?

Escena a recordar: Todas pero señalaré una escena “indirecta” de la acción. Cuando Holly Genaro ve a uno de los terroristas (Karl) lleno de ira y golpeando cualquier objeto que pillara. Entonces, ella dice: “Sólo John puede cabrear así a alguien”. Efectivamente, John McClane era el responsable de su enfado.

Agárralo como puedas (1988).

En realidad, meto en el saco a toda la trilogía. Este tipo de humor absurdo me da la vida y con un reparto como Leslie Nielsen, Priscilla Presley, Ricardo Montalban, George Kennedy y OJ Simpson (¿?) no hay nada que pueda salir mal. Se dice que es más difícil hacer reír que llorar y Jim Abrahams, los hermanos Zucker, Pat Proft y Peter Segal fueron los artífices de las escenas más delirantes que he podido observar.

Sus orígenes provienen de una serie titulada Police Squad que terminó de forma relativamente abrupta. La cancelaron porque el espectador tenía que prestar demasiada atención en la pantalla para entender los gags. Manda huevos.

Escena a recordar: Frank Drebin va ordenando sus pensamientos en mitad de la noche y mientras pasea con sus divagaciones en voz en off, no entiende como ha acabado en lo alto de una colina.

Depredador (1987).

“La jungla se lo llevó”. Obra maestra de John McTiernan que nació de una broma sobre las pelis de Rocky. ¿Y si enfrentamos a Rocky con un extraterrestre?

Frases antológicas ("No tengo tiempo para sangrar") y escenas memorables como la secuencia final (Dutch VS Predator) catapultaron a esta película en un éxito imperecedero. Como anécdota personal, la figura de coleccionista más grande que poseo es un “Dutch” de 45 centímetros que pesa como una bestia. Esperemos que no caiga de la estantería porque traspasaría el suelo alcanzando al vecino.

Escena a recordar: La muerte de Dillon. El brazo amputado aún sigue disparando y Dillon se revuelve para poder matar el alienígena pero es demasiado tarde.

Aliens: el regreso (1986).

Pertenezco a aquel grupo extraño que afirma que esta secuela es un pelín superior a la original. James Cameron apostó por la acción para dirigir esta segunda parte y acertó de pleno. Continúa la atmósfera claustrofóbica y se le añade una reina alien que incuba a todas esas criaturas. La batalla final con la ayuda de un exoesqueleto convertirá a Aliens en una de las mejores películas de ciencia ficción de todos los tiempos. Get Away From Her, You Bitch!

Escena a recordar: Cuando detectan a decenas de Aliens acercándose pero su vista no alcanza a visionarlos. Ripley se inclina hacia arriba y el cabo Hicks comprueba el falso techo. Ahí están.

El Exorcista (1973).

Obra maestra del terror basada en la novela de un escritor que venía de realizar guiones de comedia, William Peter Blatty. Dirigida por William Friedkin, que venía de rodar documentales, le dio a la película un realismo insano y se comportó como un demonio en todo el rodaje. Su protagonista, Linda Blair, fue nominada al Oscar siendo vencida justamente por otra niña. El público se volvió loco con la película literalmente. En Berkeley (California), un hombre se lanzó a la pantalla de un cine para atrapar al diablo y aumentaron las solicitudes de exorcismos en la iglesia.

Escena a recordar. No es la más impactante pero es la más sugerente ya que simboliza el inicio de la posesión. Regan interrumpe una reunión de amigos de su madre con un “usted morirá”. Acto seguido se comenzará a orinar delante del respetable.

Estas son mis “indispensables”. Feliz semana y un abrazo.

 

 

7 comentarios:

Disparatado Treintañero dijo...

Buena lista, señor Wallace.
Por cierto, conocí a Shane Black en persona hace años y me firmó "Una pandilla alucinante" en blu-ray. Es un tipo muy hablador, con un peculiar sentido del humor y sorprendentemente majo. :)

Rodi dijo...

Coincidimos en varios 10! Como Indy III, Jungla de cristal, Cadena perpetua y Aliens, y las otras si no son un 9 son un 8 mínimo. Gran selección.

Saludos.

Edu Wallace dijo...

¿Qué me dices? Espero que no te contara algún chiste como los que cuenta en la película Predator. Shane Black ha sido una bestia parda en la escritura de guiones pero en materia de dirección, ha sido una decepción.

Shane Black junto con Steven E. de Souza han sido los mejores guionistas de nuestra adolescencia.

Un abrazo!

Edu Wallace dijo...

Hola Rodi! Me alegro que valores Aliens tan arriba. Es una película que ofrece discusión al compararla con su antecesora. Sin embargo, son diferentes y el trato debería de ser con distinciones.

Un abrazo y gracias por pasarte por aquí.

Disparatado Treintañero dijo...

No contó chistes malos, pero sí su caída en los infiernos de muchos años por sus problemas con el alcohol. Habló de su trayectoria como guionista y director, algún que otro chascarrillo simpático y ya. La traductora hacía encaje de bolillos, pues habla mucho y rápido (una marcha menos que Tarantino).

Adolfo dijo...

Tremenda lista. Coincido en muchas como la Jungla o Depredador mientras que mi mujer es más de Aliens. Me faltan Terminator 2 o Un día de Furia, aunque entiendo las elecciones.
Para mí, la mejor película de la historia es Cadena Perpetua seguida de Sin Perdón y con Seven en el Top3. Todo eso sin gustarme en demasía Morgan Freeman. Como nota woke al primer toque, de estrenarse Cadena Perpetua ahora, la turba blanca heterosexual se volvería loca carioca al descubrir que Ellis Boyd, el personaje de Freeman, era en la novela original un pelirrojo irlandés y no un negrazo de Memphis. Allá por el 94, le cambiaron de raza por la agenda 2030, el movimiento 8M y la presión de Disney. De hecho, la otra alternativa era Jackie Chan, por aquello de darle un poco de diversidad al cast.
Fuera de comedias, uno se da cuenta que está viejo pellejo cuando lleva sin gustarle mucho una peli desde hace más de 20 años.
Saludos pachangeros.

Edu Wallace dijo...

Hola Adolfo! Terminator 2 tendría que estar. Es más, creo que me la he dejado.

Creo que la gente se volvería más loca si supiera que en la novela, Red, le corta los frenos del coche a su mujer.
Antes ponías a Morgan Freeman como presidente de los Estados Unidos como se hizo en Deep Impact y no sucedía nada. Era un hecho desapercibido. Actualmente, con Morgan Freeman nos quedaríamos cortos y sería interpretado por una persona trans, queer, coja, con dislexia, tartamuda y con descendencia esquimal. Esta imposición moral que ha habido estos últimos años no va comigo. Lo siento, no comparto ese movimiento.

Ahora que comentas Sin Perdón, me ha venido la triste historia de Gene Hackman. Horror.
No tengo "dieses" con películas relativamente recientes y estoy de acuerdo contigo quizá ya somos viejos pellejos y estamos perdiendo el entusiasmo. Espero que no sea así. Un abrazo y gracias por pasarte.