Monkey Islandcelebra
su 30 aniversario y gracias
a su versión remasterizada del 2009, he vuelto a jugarlo y su entretenimiento no
decae con los años. Para los que no sufristeis aquella época, videojuegos como Monkey Island, se distribuían en
disquets de 3 y 1/2, y en concreto esta aventura, constaba de 4 disquets para PC. Esto suponía el riesgo de que el juego se te quedara
pillado al introducir el disquet de turno y esparciera tu ilusión en pequeños
bytes por el retrete. A sabiendas de tal traba, la versión de 1990 reflejaba el
siguiente cachondeo:
Esta broma fue erradicada de futuras remasterizaciones (CD,
DVD…) porque ya no tenía ningún sentido. Sin embargo, causó
bastante polémica ya que nuestro protagonista del juego, usaba la llamada
“cuarta pared” para comunicarnos que al no tener ese disquet, se tendría que
obviar esa parte del juego. Muchos no pillaron la broma y se dedicaron a
realizardecenas de llamadas a la marca del juego, Lucasarts, para reclamar esa parte de
historia arrebatada. Sin internet, éramos muy inocentes.
The Secret of Monkey
Island es una divertida aventura
gráfica (o como dicen los americanos, point-and-click
adventure) sobre un chaval que llega al Caribe con el objetivo de
convertirse en un pirata de provecho. Brevemente para el neófito, una aventura
gráfica es un género de videojuegos que consiste en superar una serie de puzles
interactuando con la historia y los personajes. Un estilo…“Coger carne”
“usar carne con flores amarillas
somníferas” “dar carne a caniches
pirañas asesinos”. ¡Vía libre!.Por poner un ejemplo empírico, una aventura gráfica se podría reflejar en las actuales Escape rooms. En
ocasiones, muchos de estos puzles tenían sentido y otras veces no. Cabe
recordar en el juego, ese útil pollo de goma con polea que a primera vista parece un objeto inútil pero de vital importancia en el desarrollo de la aventura.
Sinopsis:
Nuestro protagonista es Guybrush
Threepwood que aterriza por ciencia infusa en Melee Island para convertirse en un célebre pirata. Allí se pondrá
hasta el culo de grog, le tirará la caña a la gobernadora Elaine Marley y se batirá a zumos de raíces vudús contra su gran archienemigo,
el pirata fantasma Lechuck. Conocerá a los
hermanos Fetuccini, al loco Toothrot, tres caníbales muy cachondos y
al fantástico Stan, que nos tendrá que
dejar un buque a buen precio para alcanzar la ansiada Monkey Island. Por cierto, como este blog es una fuente de
conocimientos inagotable; este año han confirmado que cuando llegó Colón a su
propia “Monkey Island” en el Caribe, encontró
caníbales. Sin embargo, se conoce que los caníbales del videojuego son un amor. Aquí.
Creador(es):
Esta
maravilla se la debemos al programador Ron Gilbert que se inspiró en la
atracción de Piratas del Caribe de Disneyland
para crear esta aventura. El informático cuenta que iba montado en un bote de
la atracción pero no se le permitía bajar a explorar y eso no podía ser. Cabe
recordar que la atracción de Piratas del
Caribe existe desde el 1967 (Anaheim, California) porque soy consciente de
que vemos de Jack Sparrow hacia
delante, como es lógico. Por cierto, como dato curioso de esta atracción, en
2018 quitaron la opción titulada "Subasta:
consigue una muchacha como mujer".
¿Os suena la escena?
El toque
esotérico de Monkey Island, se lo
debemos al libro Stranger Tides de Tim Powers que recitaba ritos de vudú e
intercalaba temas fantasmagóricos. Curiosamente, la aburridísima cuarta entrega
de Pirates of the Caribbean: On Stranger
Tides (en mareas misteriosas) fue su adaptación más fiel.
El juego
fue financiado por la empresa de Lucasfilm games (luego Lucasarts) propiedad del mismísimo George Lucas, que según Gilbert,
les dejaba total libertad. Es más, en homenaje al creador de Star Wars, uno de los guardianes que no
nos deja avanzar por un puente es Sir.
Lucas.
También
tiraron del carro, los gafapasta Tim
Schafer y Dave Grossman.
Explicaba Grossman, que la diferencia
entre Monkey Island (y en general los
juegos de LucasArts) y la compañía
“rival”, Sierra (Larry, King Quest…),
era la creación de puzles sin alcanzar el punto de quedarte atascado eternamente. Además,
una de las opciones más aplaudidas del diseño de Monkey Island fue la imposibilidad de morir.
Sólo hay
un momento (bueno… dos) en el que nuestro protagonista está a punto de perecer.
Uno de estos instantes es cuando Guybrush se
precipita por una montaña pero éste retorna a la cima afirmando que ha rebotado
en un “árbol de goma”. El cuadro de diálogo que aparece en ese instante es el
mismo que vemos en las aventuras gráficas de la compañía rival, Sierra, reflejando la mofa.
En 2012,
Disney adquirió LucasArts y en 2013 cerró el departamento de videojuegos tirando a
la calle a casi 150 trabajadores. En 2016, Gilbert
pidió a Disney que le devolvieran los derechos de Monkey Island ya que en su mente tenía un guión preparado para una
tercera secuela donde por fin desvelaría el Secreto de Monkey Island.
Jugabilidad:
El jugador interactuaba con nuestro protagonista a través de
un sistema de tabla de verbos que fue creado por el mismo Ron Gilbert al que denominó SCUMM(Script Creation Utility for Maniac
Mansion). Monkey Island fue el quinto juego que usaba este tipo de motor
gráfico y como su definición indica, este método fue creado para otra anterior
aventura gráfica llamada,Maniac Mansion (1987). ¡Bernaaard!. Como
homenaje a este sistema de juego, en Monkey
Island podemos visitar el Scumm Bar y
en otro huevo de Pascua, un beodo pirata nos recordará lo grande que fue otra
aventura gráfica de LucasFilm,
llamada Loom.
En la versión remasterizada, desaparece la tabla de verbos y
con el teclado o el scroll (la
ruedecilla)del ratón puedes acceder
al clásico “coger, empujar, usar…”. El inventario deja de estar fijo en la
pantalla y pulsando la tecla “i” aparecerá y desaparecerá sin molestar en la
interfaz. Además, con un solo botón (diría
que era el F10) puedes ir alternando a la versión de 1990 para culminar tu frikismo de manual.
Uno de
los lances más emblemáticos del videojuego, son los simpáticos duelos a espadas
mediante insultos. Este método se le ocurrió a Ron Gilbert cuando visionaba pelis de Erron Flynn y veía que en esos combates se insultaban a menudo. Detrás
de estas graciosas combinaciones de preguntas y respuestas, está Orson Scott Card, creador de Juego de Ender.
Por
último, destacar el trabajo musical de un tal Michael Land que dedicó parte de su vida a serel compositor y el programador de audio de
todo lo que creara LucasArts. La influencia
caribeña del videojuego inspiró esta cancioncilla que brota en nuestras almas
rebosantes de grog. Y es una suerte, porque si uno se fija en las valoraciones de
las aventuras gráficas de Lucasarts, el
sonido no era su fuerte.
Curiosidades:
El amigo
Gilbert tuvo que programar a toda
castaña la excelente aventura de Indiana
Jones y la última cruzada pero eso no le detuvo para que realizara un primer guión
para Monkey Island. Ese borrador se titulaba Mutiny en Monkey Island (Motín en Monkey Island). Guybrush era un pirata caído en
desgracia que busca su redención y su nombre inicial era Smear West. Elaine la
gobernadora era sustituida por Fat el
Gobernador.Además, la
rumorología apuntaba que la lucha de espadas era modificada por un combate
naval.
En un lance del juego, nuestro protagonista se encuentra
debajo del agua atado a un tótem. Si nos esperamos 10 minutos, Guybrush cambia de color y se modifica
el panel de verbos. La verdad que salir de este brete es uno de los
puzles más idiotas que uno se puede encontrar, lo que lo hace más difícil.
La bebida por excelencia en Monkey Island es el grog.
Se puede emplear tanto para matar animales agresivos como para que dejen de
chirriar los goznes de una puerta. Es curioso, porque en realidad existió dicha
bebida. Cuenta la leyenda que el almirante Edward
Vernon ofrecía ron a sus marineros pero "rebajado" con agua ya que las
cogorzas eran legendarias. Estos marineros, en tono de burla, comenzaron a
llamar a esa bebida “grog” porque el almirante iba ataviado con ropas
confeccionadas en tejido grogrén.
Qué cosa más friki.
Según cuentan, el nombre de Guybrush proviene de la unión, guy
(chaval) y brush que fue una
extensiónde los archivos que se
guardaban en el programa Deluxe Paint
del ordenador Amiga. Y Threepwood
proviene de una novela del 1964 llamada The
Brinkmanship of Galahad Threepwood donde su sinopsis es de lo más tedioso. El nombre de la gobernadora Elaine surgió de la película El Graduado (1967) ya que el videojuego
y la película comparten similitudes en sus respectivos finales.
Cuando te escapas varias veces de la cárcel-cabaña de los caníbales, verás como mejora la seguridad de la puerta pero no importa porque nuestro protagonista se fuga por otro acceso.
El dial-a-pirate
era un original sistema antipirateo analógico que permitía poder acceder al
juego. Constaba de dos círculos que se sincronizaban para dar la respuesta
correcta al password inicial.
Monkey Island marcó una épocapara aquellos gamers de antaño y por lo que veo, su recuerdo se mantiene siempre con una sonrisa. Feliz verano y un abrazo.
Medio centenar de personas despierta en una cámara circular sin
recordar cómo llegaron allí. El grupo
rodea una cúpula central que emite una descarga mortal y ejecuta un reo al azar
cada dos minutos. Sin embargo, los condenados averiguan que mediante una
votación pueden dirigir esa descarga y sentenciar a muerte a cualquiera de sus
compañeros. Sólo puede quedar uno.
Argumento:
En materia de ciencia ficción, Netflix dispone de una cantidad ingente de morralla (véase IO de Margaret Qualley) pero si uno tala los
árboles podrá ver el bosque y ese bosque, se llama Círculo. Soy un espectador especial, enamorado de obras como The Cube (1997) o el Hoyo (2019) y reconozco que con pelis tipo
Escape Room (2019) me lo paso pipa. Por
esta razón, no era de extrañar que Círculo
entrara dentro de mi catálogo fetiche.
La película está dirigida por Aaron Hann y Mario Miscione
y está tan escondida en el surtido de Netflix
que no está ni doblada al castellano. Han doblado películas como Ghoulies IV pero Círculo no merece dicho honor.
La cinta nos muestra como la supervivencia humana reside en
apelar a prejuicios, miedos y emociones para convencer al resto de quién debe
morir o no, y así salvar uno su propio culo, al menos durante dos minutos más.
El grupo está formado por miembros de diferentes razas,
procedencias, edades, religiones, profesiones y condición sexual. Este conjunto
tan heterogéneo provoca que se rompa aquella delgada línea entre el prejuicio y
la discriminación bajo la tutela de la supervivencia. Con las minorías hemos
topado Johnny.
Las condenas a muerte se dictaminan mediante el asesino y verdugo
voto democrático del personal que habita en el círculo. Si no se votara, la
cúpula central envía una descarga mortal al azar. Y la suerte no es menester
cuando tu pellejo está en peligro. Por tanto, el parlamento circular necesita
reducir aforo y debe formular su primer acuerdo. Y no tarda en llegar a la conclusión de que el sector de la tercera edad ya ha vivido suficiente y debe ser erradicado del
tablero. Muy de pandemia esta decisión.
Más tarde, el grupo sigue con su método socrático y va eliminando
miembros de alguna minoría o personas que ejerzan profesiones poco valoradas.
Sin embargo, los participantes tienen que
tener sumo cuidado en tocar a las minorías ya que prejuzgar sin argumentos sólidos puede girar el
voto en su contra. Sé un asesino pero con indulgencia.
No obstante, el punto de inflexión recae en dos fichas del
tablero que no habían despertado interés en el comienzo del juego. Entre los
reos, se encuentra una mujer embarazada y una niña de apenas diez años. Estos
elementos divide la sala en dos grupos: Los que por humanidad, desean que
queden las últimas en el círculo y los que desean cargárselas lo antes posible
para obtener más posibilidades de sobrevivir.
Película:
Círculo es un
thriller psicológico del subgénero survivor
inspirada, según sus autores, en la obra de culto, 12 hombres sin piedad (1957) de Sidney
Lumet, donde la persuasión es su eje central. En la película de Sidney Lumet, Henry Fonda es el único miembro del jurado que apoya la inocencia
del preso y su trabajo consiste en convencer al resto del jurado de que la culpabilidad no está tan
clara como se había votado de inicio.
El chico condenado pertenece a un estrato social bajo y como
consecuencia se prejuzga sin vara de medir. Este aspecto se refleja en Círculo para sentenciar a muerte a los participantes. ¿Qué
puede aportar un inmigrante ilegal? ¿Y una pornostar
a nuestros hijos? ¿O porqué tiene que quedar como superviviente un hombre de
raza negra sólo por pertenecer a una minoría?. Para un servidor, la película
tiene muchos matices a explorar que quizá han quedado eclipsados porque es una
obra de ciencia ficción. El cerebro tiende a agrupar a la gente según sus
temores e incluso los sectores más progresistas y más conservadores se dan la
mano en materia de ideas discriminatorias. Lo explicaba Sidney Lumet en 1957 y se expone en Círculo en 2015. Se ve que prejuzgar es humano.
Obviamente, la película tiene detalles mejorables. El más
reseñable sería la cantidad de personajes que empiezan en el círculo. 50
personas van falleciendo cada dos minutos y además la mayoría son en off screen. Este hecho convierte la película en una especie de body count a granel con poca gracia. Una buena reducción de individuos (20
personas por ejemplo) hubiera elevado el grado de empatía del espectador con
los personajes ya que se puede dedicar más tiempo a desarrollarlos. En la primera
edición, la película tenía una duración de 110 minutos y se redujo a 85
minutos. Quizá estos 110 minutos de la primera versión permitían más desarrollo de los personajes.
Círculo se nutre
de actores y actrices bastante desconocidos. La más célebre es Julie Benz conocida por ser la señora de
Dexter y por ser una buena persona en
Rambo IV. El historial de sus
directores es bastante raquítico. Lo único reseñable es una miniserie bastante
paranoica, titulada The Vault y lanzada
directamente a Youtube. The Vault trata de unos universitarios que
despiertan en diversas habitaciones acompañados de un objeto (una bici
estática, un buzón con cartas…). Es una especie de reality show que sale mal. Esta miniserie fue la semilla para que
uno de los directores tuviera la genial idea de encerrar a 50 personas en una
habitación y que mediante votación pudieran huir. Así nació Círculo.
La película se rodó en 10 días ya que hacer coincidir aquella
cantidad de actores en un mismo set
era algo complejo. También pudieron filmar las escenas en el mismo orden que
vemos en la película.
La película se estrenó el 28 de mayo en el Festival Internacional de Cine de Seattle
con un aforo lleno. Ni una butaca vacía. Pasada la mitad de la película, se
estropeó el audio y los diálogos no coincidían con la boca de los actores. Era
como ver un torrent de los malos. Aún
así las críticas fueron positivas y después de estrenarse, Netflix fue como un ave
de rapiña a por la película con la consecuente alegría de sus directores. No obstante, cuentan que después de interesarse Netflix por la película, las
compañías que la habían rechazado previamente por no tener un reparto potente,
se comportaron como buitres de carroña para poder adquirirla pero ya era tarde.
Curiosidades:
La película se filmó en un almacén de los Ángeles.
El actor Zack Rukavina realmente tiene un brazo amputado por un cáncer. No hay CGI en la película.
Los directores instalaron unos grandes altavoces en el set
para que sonara un ruido infernal con cada muerte y así “motivar” a los actores
y actrices.
La cúpula asesina fue obsequiada al actor o actriz que quedó último en el Círculo. És más, comenta orgulloso/a que la ha depositado en su garaje particular.
Final (spoiler):
Uno ya sabe cómo funcionan los finales audiovisuales para la
plebe. El nivel de exigencia es elevado y la catarsis que el espectador espera,
está en muchas ocasiones rozando lo paranormal. O se enseña poco o se enseña
mucho. No hay término medio.
Para un servidor, el final es más que interesante. La
argucia creada por el único superviviente del Círculo es sensacional. Un cabrón de manual muy respetable. La
explicación del engaño del “final human”
la dejo para que la disfrute el espectador, así no spoileo en demasía.
He analizado la foto
finish del resto de personas que se supone que han sobrevivido en otros
círculos. La conclusión es que han resistido por igual cinco mujeres y cinco
hombres de diferentes razas. Dos de estas mujeres están en cinta y también han
sobrevivido dos niños y dos niñas. Como se puede observar, los extraterrestres ya
creían en la política de cuotas. Y afirmo el término extraterrestres porque no existe ninguna duda de que estamos ante un secuestro alienígena.
Otra curiosidad “espoilable” que el espectador puede
preguntarse, es que hubiera sucedido si queda la mujer embarazada como la última
superviviente y la última votación se resuelve entre la madre y el feto. Los
que habéis echado un ojo a la película, sabéis que el feto cuenta como uno más
pero al final de la cinta se observa como otras mujeres embarazadas sí que han salido airosas de sus
respectivos círculos. La conclusión es que la mujer y el feto forman un
individuo conjunto en esa situación final. Sino imagine lo gore de la escena si
la madre tiene que decidir en su última votación entre ella y su hijo no
nacido. Círculo no es una película de terror al uso pero estamos delante de una cinta con muchas virtudes y poca audiencia.
Hellraiser es un
mundo apasionante, intrincado y poseedor de una mitología que hará las delicias
de cualquier fan de la ciencia ficción y del terror. Esta obra fue creada por
el británico maestro del horror y de la fantasía, Clive Barker, que curiosamente sólo dirigió la primera entrega y
ejerció en el resto de la saga como productor o como productor ejecutivo (o sea
de nada). La saga consta de nueve secuelas
(por ahora) y sólo las cuatro primeras se estrenaron en pantalla grande aunque
en Spain esta cuarta entrega sólo
llegó en DVD, VHS y Betamax (bueno, en Betamax
lo dudo).
Clive Barker y Pinhead con sotana.
Personalmente, la llamada del cenobita y de Pinhead llegó tarde a mi ser ya que el
ver como unos demonios despedazaban a sus víctimas mediante ganchos me
resultaba de lo más espantoso. Sin
embargo, nunca es tarde para desollarse y puedo asegurar que las dos primeras
entregas de la saga son obras culmen del terror más oscuro y del gore más
romántico.
¿De qué va Hellraiser?
Muy breve. Trata sobre la existencia de una caja mágica, que desvelado su
puzle, abre las puertas de un infierno donde residen los cenobitas. Éstos se
apoderan del alma del emisor para torturarla “sadomásticamente” y proporcionarle un placer extremo mediante el
dolor.
Entre los cenobitas se halla
Pinhead, líder de la manada y poseedor de unas agujas que atraviesan su
piel hasta el cráneo. Las pelis de Hellraiser
provienen de la novela de Clive Barker llamada
The Hellbound Heart y en principio
las pelis se iban a llamar “los
sadomasoquistas de ultratumba” ya queel cuero se hace patente.
Sin duda, otra característica fundamental de la saga es el
actor Doug Bradley que encarna a Pinhead en ocho películas, igualando a Robert Englund en interpretar a un
personaje de terror por octava vez consecutiva.
Sin embargo, este post se centra por diversos motivos en su cuarta cinta
titulada Hellraiser IV: Bloodline (1996).
Primero porque sorpresivamente uno de
los actos del film se sitúa en el año 2127 y en una nave espacial. Segundo porque nos muestra el origen del
cubo y nos presentan a su creador. Tercero
porque está dirigida por el gran Alan
Smithee loque es sinónimo de
“hostias” y de diferencias creativas. Recordamos que Alan Smithee (anagrama de The
Alias Men) se cita cuando los realizadores de dicha obra repudian el
resultado final y no desean aparecer en los créditos. Y por último, porque la poseo en DVD gracias a
una cagada épica ya que consideraba que se trataba de la primigenia de la saga.
Mucho blog de cine pero después no sé ir a comprar.
Sinopsis:
En 2127, unos soldados entran en la estación espacial Minos y encuentran a Paul
Merchant (Bruce Ramsay). Paul
Merchant explica a una soldado que en la Francia del S. XVIII su familiar
directo Phillip Lemarchand fue un
reputado juguetero que creó una especie de caja para el duque de L’isle, entusiasta de la nigromancia.
(Flashback al 1796)Lemarchand entrega
la caja al duque de L’isle y se
marcha. Sin embargo se esconde detrás
de un ventanal para espiar al duque y observa cómo éste sacrifica a una
prostituta. De repente el duque usa el cubo del juguetero para llamar a un demonio
nombrado Angelique (Valentina Vargas)
y ésta ocupa el cuerpo de la meretriz asesinada. Lemarchand sale de su escondite para intentar detener al duque pero
fallece. Aun así sigue su linaje, su mujer está embarazada.
La encantadora Angelique.
(Otro flashback al canto pero ahora
en 1996). El demonio Angelique manipula
la caja para llamar a Pinhead y así que
le eche un cable. Necesitan encontrar
al descendiente directo de la familia Lemarchand,
un tal John Merchant (Bruce Ramsay
otra vez), para que construya una nueva puerta hacia el infierno que se abra
sin precisar el cubo/caja. Sin embargo, John
Merchant en sus ratos libres estaba construyendo todo lo contrario y había
elaborado un artefacto llamado Elysium
que permitiría destruir esa entrada al inframundo. No obstante, el invento de John Merchant sale rana y como regalía
es decapitado por Pinhead. Aun así,
sigue su linaje ya que su mujer y su hijo logran escapar.
John Merchant y Angelique descargando Torrents.
Volvemos al 2127 y a la estación Minos.
Paul Merchant le sigue dando la chapa a la soldado de que ha logrado el
perfecto proyecto Elysium. Sin
embargo, antes de la charla Merchant había
despertado a Pinhead y a sus
cenobitas para poder hacerlos estallar dentro de la estación espacial. A partir
de este punto comienza una batalla slasher
entre cenobitas y soldados. ¿Logrará Paul
Merchant, derrotar a Pinhead a
sabiendas que su linaje ha sido un fracaso absoluto desde el S. XVIII?
Película y director:
Hellraiser IV: El
final de la dinastía sangrienta contaba con una idea principal muy atractiva
como era el origen del llamado cubo, caja o configuración del lamento. También
nos mostraba el árbol genealógico de su creador (Lemarchand family) y como su linaje intentaba sin éxito destruir
el cubo y al magnánimo Pinhead. Su
guionista Peter Atkins, usando la
idea de Clive Barker de situar la
historia en tres épocas diferentes, escribía el mejor guión de la saga pero
gracias a elementos ajenos al libreto, tenemos ante nosotros un posible mojón
dependiendo por donde se mire. Esta cuarta parte no tenía difícil superar su
anterior secuela donde pudimos ver a cenobitas con CD’s incrustados en sus respectivas testas o incluso uno de ellos
portaba empotrada una cámara digital en un ojo. Demencial pero divertida. Pero Hellraiser IV no fue así (o asín según valida la RAE).
Hellraiser IV
desprende un aire chusco demencial, con unos CGI muy baratos acentuados por la
exigencia de situar la acción en un futuro tecnológicamente superior. Tenían el
mismo presupuesto que Hellraiser III
pero era obvio que este proyecto era más ambicioso y nadie lo supo ver. Nada
más empezar el metraje, uno ya masca la tragedia cuando aparece una especie de Terminator que debe con sus manos
resolver el puzle del cubo. El robot está fantástico aunque sólo agite la
cabeza pero al enfocar sus manos para ver como manipula la caja, se refleja un
CGI de ordenador Atari de los 80. Aun
así, supieron controlar dicho presupuesto de 4 millones mediante un par de flashbacks de una hora donde la acción
se ciñe en la Tierra del siglo XVIII y en la Tierra de los 90. Esto siempre
abarata costes sino que se lo pregunten a Masters
del Universo de la Cannon que
tuvieron que abandonar el planeta imaginario de Eternia para situar la acción en la Tierra.
Con el paso del tiempo, como espectador, uno se va
cerciorando que cuando se han sufrido diferencias creativas entre realizador y
estudio, por ejemplo en pelis como Los Cuatro
Fantásticos (2015); las chapuzas en el proceso de montaje son épicas. Y así
sucede en el montaje de Hellraiser IV,
ya que el prescindir de su director inicial, eliminar escenas ya filmadas y
sudar de casi todo el guión original percibimos cortes bruscos, sobre todo en
las muertes, escenas de cinco segundos y fundidos a negro a toda castaña.
Otro aspecto atroz es su protagonista principal, Bruce Ramsay, que protagoniza al Lemarchand de turno en las tres épocas
de la película. En una de sus muertes
sólo le hubiera faltado sacar la lengua hacia un lado y cerrar un ojo. Sin
embargo, no todo es negativo, como era de esperar Doug Bradley como Pinhead está
sensacional gracias a esa voz potente y a que espeta las mejores frases del
guión. También como sorpresa agradable vemos a la actriz chilena Valentina Vargas queestá fantástica interpretando a la princesa de los cenobitas, Angelique. A Valentina Vargas la recordamos como aquella salvaje que desvirgó a
nuestro Adso de Melk (Christian
Slater) en el Nombre de la Rosa (1986).
Sin duda, los personajes de Angelique y
el siempre perfecto, Pinhead, lo
mejor de Hellraiser IV.
Mejor muerto.
Si alguien se pasea por Youtube
encontrará la mayoría de las escenas eliminadas que la productora Miramax, en un acto “demasiado”
comercial, cercenó. Y es una lástima porque aunque fuera ya su cuarta parte, había
mucho potencial en su guión pero como dijo su guionista en una entrevista: la
película fue un aborto. Aun así, no es la peor de la saga y muchos fans
acérrimos tienen el corazón dividido con Bloodline.
La secuela más conflictiva:
La película la empezó a dirigir con toda su ilusión, Kevin Yagher, un crack de los efectos
especiales y de los maquillajes. Por sus manos pasaron la caracterización de Freddy en las secuelas de Pesadilla en Elm Street y el diseño de Chucky. También contaba con el apoyo
incondicional de Clive Barker que
veía en esta cuarta entrega una recuperación de la saga. La película seguía un
guión de Peter Atkins, guionista de Hellraiser II: Hellbound y Hellraiser III:
El infierno en la Tierra y culpable de los diálogos más memorables de Pinhead. Todo era fantástico hasta que llegó Dimension Films y Miramax con las tijeras tras el primer visionado.
¿El problema? Pinhead, alma mater de
la saga, aparecía demasiado tarde y no lo suficiente. En la versión comercial, Pinhead aparece alrededor de la media
hora. Para apresurar su presencia la productora cercenó varias escenas que
podrían haber funcionado muy bien y que evitaron que la peli tuviera una cierta
coherencia. Atkins, que escribió seis
borradores del guión, defendió al director Kevin
Yagher porque el hecho de que Pinhead
apareciera tarde era simplemente porque así lo decía el guión.
Kevin Yagher acabó
hasta las pelotas y tuvo que decidir si tirarse un año más rodando Hellraiser por las exigencias de Miramax o seguir con su vida profesional.
Finalmente, se fue del set de rodaje
con 110 minutos filmados. La versión final quedó en 85 minutos. Recalcaba Kevin Yagher que sobre todo la parte
final no representaba su visión de la película y por eso se abstuvo de aparecer
en los créditos. El mismo Doug Bradley
declaró que los primeros 20 minutos de esta cinta eran quizá los más potentes
de la saga a sabiendas que ni su personaje aparecía. Entonces se fichó a Joe Chappelle para la silla del director,
que venía de dirigir Halloween 6 (1995)
con horrendo éxito y al guionista de Candyman
2, Rand Ravich. Menuda dupla.
Su función fue rodar y escribir nuevas escenas para
potenciar el personaje de Pinhead en
pantalla. Doug Bradley dijo que no se
sorprendió cuando tuvo que volver al set para
rodar nuevas escenas con el nuevo director. Afirmó que fue un rodaje caótico y que
aparte del limitado presupuesto y del escueto tiempo de rodaje, se añadieron
incendios, inundaciones, huelgas y cuatro directores diferentes de fotografía.
Hasta el único niño que aparece en la peli cogió varicela alargando más la
producción.
Finalmente Chappelle acabó
también harto y renunció a la película pactando con el estudio que no
apareciera en los créditos. La película empezó a filmarse en agosto del 1994
para estrenarse en enero del 1995 y al final lo hizo en marzo del 1996.
Con ese rostro el niño podría haber seguido el linaje del terror.
Cenobitas:
Son aquellos humanos captados por Pinhead (que también fue humano) con la función de proteger el
reino del averno y ofrecer placeres prohibidos a quiénes usan la caja mágica.
Estos individuos llegan a cenobitas mediante mutilaciones y heridas abiertas y
su aspecto hace referencia a algún recuerdo terrenal. Como decía Barker, los cenobitas desprenden un glamour repulsivo.
Es curioso porque esta secuela nos invita a la reflexión de
que el famoso Pinhead no fue el
primer cenobita sino Angelique, a la
que se menciona como la princesa del infierno. Y las fechas cuadran ya que Angelique fue llamada en el siglo XVIII
y el antes Pinhead, el capitán Elliot Spenser, manipula el cubo en el
1921. Además según la mitología Hellraiser,
Angelique es la hija de Leviatán creador
de ese infierno donde habitan los cenobitas.
Si no erro estrepitosamente, Leviatán se deja ver en la segunda Hellraiser: Hellbound (1988) y se nos muestra en forma de rombo. Este singular linaje deja a Pinhead como un mero empleado aunque su
carisma es innegable y en esta cuarta entrega nos muestra como es el favorito
de Leviatán en detrimento de Angelique.
Para un servidor, en Hellraiser
IV: Bloodline encuentro a dos de
mis tres cenobitas favoritos de toda la saga. El primero por su espectacularidad,
mejor os lo muestro.
Y el otro cenobita ideal, es la mismísima Angelique tanto por su peso narrativo en
la cinta como en la espectacularidad de su maquillaje y sus prótesis. Por cierto, un maquillaje supervisado por Stephen Norrington, director de Blade (1998). El autor de la confección
del maquillaje de Angelique, un tal Gary Tunnicliffe, dice que se inspiró en
el diseño viendo a Whoopi Goldberg en
Sister Act. ¡Ja¡
Además de Angelique
y los gemelos, a nuestro líder Pinhead
le acompaña una especie de cánido como novedad, donde su diseño y su castañeo
está conseguido pero su desplazamiento por los escenarios está limitado a un sprint a pie del camarógrafo dando a
entender que el hacer correr a un animatronic
podría haber sido la ruina de la productora.
¿Muerde?
El origen de la caja:
Según el guión original de Peter Atkins (y la peli), la caja fue un encargo para el juguetero Phillip Lemarchand en pleno año 1784. Es
más, entre los muchos nombres que posee la caja, hallamos el de “La configuración de Lemarchand”. Lemarchand
inventa la caja de tal forma que de manera autómata reproduce los mismos
movimientos que vemos en la saga Hellraiser.
Pero esta vez al manipularla no hay ganchos, ni muertes ni cenobitas sino que
podría haber colado como un indefenso juguete de Fisher Price. Según Lemarchand
el cubo supera las leyes de la geometría física y todo esto lo afirma mientras
su mujer se ríe de él porque el cubo no hace nada más.
¿Por quién fue encargada la caja? Fue encargada por el
aristócrata y nigromante Duque de l’Isle
a orden de la primer cenobita Angelique.
Según el guión y no la peli, antes del encargo, Angelique fue invocada por el duque mediante un rito de magia negra
a través de un pentáculo. Entonces Angelique
pide al Duque de l’Isle que encargue esta
caja para hechizarla con el fin de prescindir del pentáculo y así obtener una
autonomía de entrada y salida de los infiernos. (En la película Angelique es invocada ya con la ayuda de la caja y no
a través del pentáculo).
El famoso pentáculo.
Aquí nos hallamos en la tesitura de que existían dos tipos
de entrada al mundo de Pinhead: El
cubo y la magia negra del Duque de l’Isle.
Sólo el duque y su mayordomo, un tal Jacques
(Adam Scott en el film), conocen como llamar a los infiernos pero mueren
dejando la caja como un único sistema de llamada o apertura a los infiernos.
Duque de L'Isle y Jacques.
Libre interpretación del guión:
La película iba a seguir un orden cronológico sin el uso de flashbacks (pasado, presente y futuro)
pero el guión de Atkins fue bailado
por las productoras de manera que muchas escenas fueron eliminadas antes de la
huida de su director. Sobre todo cuando la acción se situaba en el origen del
cubo, en la Francia del siglo XVIII.
Por ejemplo en una de las escenas eliminadas, Angelique incita a ocho invitados a que
jueguen con el cubo de manera que si consiguen algún movimiento, ella les
recompensará despojándose de una pieza de ropa. Cuando a Angelique se va a quitar el (último) corsé, se transforma en un
demonio, se cae un candelabro transformándose en una especie de arácnido y con
sus patas se ventila a los ocho invitados transformándolos en cenobitas. Más
tarde en otra escena eliminada, en una celebración, estos cenobitas invitados
acaban asesinando al juguetero Lemarchand cuando le dice a Angelique que ha creado una “anticaja” (Elysium). Es más, en las fotos promocionales del film aparecen
momentos de esta escena que ni siquiera aparecieron en la versión comercial.
También se cargaron otra escena que podía haber sido muy
emblemática. La secuencia trata sobre la aparición de unos cenobitas acróbatas
(arlequines y payasos), estilo circense, que secuestran al amigo cirujano de Lemarchand, un tal August y lo arrojan al estómago del infierno. En la película, este
August aparece menos de un minuto y
medio y es quién aconseja a Lemarchand que
elabore un “anticubo” o “anticaja”.
August, el amiguete.
Pero sin duda donde se marca más la diferencia entre
productora y guión es en la conclusión del film, donde la secuencia se sitúa en
el espacio. En la peli, el descendiente de Lemarchant,
Paul Merchant, hace estallar la estación
Minos y se salva junto a la chica gracias a la huida por una especie de vaina
espacial. En el guión, Pinhead y Merchant
tienen un combate épico y Merchant hace
detonar la estación espacial con Pinhead,
Angelique, el perro cenobita y él mismo dentro. Como podéis observar el
guión nos daba un final heroico y finalizaba el ciclo. Además el último
descendiente del linaje juguetero nos regalaba un “Bienvenidos al olvido” antes de morir.
Curiosidades:
Un Guillermo del Toro
primerizo casi cae en las redes de rodar esta secuela. También estuvo a punto
de hacerla Stuart Gordon
(Re-Animator).
La actriz Christine
Harnos y Bruce Ramsay son marido
y mujer en la realidad. También aparece el actor Adam Scott en uno de sus primeros papeles para el cine y donde
actualmente lo vemos afincado en películas como La vida secreta de Walter Mitty, Lío embarazoso o Krampus (2015).
Los gemelos guardias de seguridad son interpretados por Jimmy y David Schuelke pero cuando son
transformados en cenobitas, son los gemelos Michael
y Mark Polish quién ocupan ese personaje.
La actriz Kim Myers
que interpreta a la mujer de Lemarchant
en la época del 1996, la vimos también en otra saga de terror como es Pesadilla en Elm Street II (1985).
En el 1996, el actor Doug
Bradley (Pinhead) se alzó con el premio al mejor actor en el festival
italiano Fantafestival por esta peli,
Hellraiser IV: Bloodline.