Perdido, así me encontré cuando se acabó Lost. No sabía si iba a encontrar alguna otra serie que me volviera a fascinar e impactar como hizo la obra de JJ Abrams.
Intenté poner remedio a tal mal, visioné los episodios piloto de la serie Fringe (ang català, TV3) y A dos metros bajo tierra y ya les perdí la pista. House, Dexter y Walking dead paliaron mi melancolía pero yo necesitaba más.
Me refugié en el humor con un par de episodios de Big Bang Theory pero seguía con mi vacío existencial y de pronto, encontré de soslayo, "Spartacus", con el capítulo 5 de la primera temporada por el canal Cuatro y ahí empezó todo.
A partir de ese día, me fundí en dos semanas la primera temporada de Spartacus y aquello fue un no parar.
Se puede decir que la serie, en estado fílmico, es una mezcla entre Gladiator, es evidente, y el film 300; todo gracias a la similitud del vestuario y al buen uso del croma.
Es una serie cruel, sexo explícito, miembros masculinos al viento, mujeres con escasos trapos, sangre y extremidades sueltas por doquier, sodomía, cruenta esclavitud y lo que más me preocupa es que cuenta con una historia bien construida y atractiva.
Jonh Hannah, que interpretaba al hermano de Rachel Weisz en la gran aventura " La momia". En la serie interpreta al gran Battiato.
Peter Mensah, el gran "Doctore" en Spartacus y os preguntaréis y quién es este? Sí, es al primero que tiran al agujero en la película 300.