viernes, 7 de febrero de 2014

Un ciudadano ejemplar (2009)

Sinopsis:


Clyde Shelton (Gerard Butler), su mujer y su hija componen una feliz familia que vive en paz y armonía en Filadelfia. De repente una noche, dos ladrones entran en su hogar y asesinan brutalmente a la familia delante de los ojos del padre al que daban por muerto.

Más tarde Clyde Shelton, ya recuperado, confía en que el fiscal Nick Rice (Jamie Foxx) lleve a juicio a los criminales y que reciban su merecida sentencia. Sin embargo Rice es incapaz de usar pruebas concluyentes y presiente que si van a juicio puede que los criminales sean liberados. El fiscal Rice para no ver reducido su flamante porcentaje de condenas, decide no arriesgarse a ir a juicio y pacta con la acusación para que uno de los asesinos testifique contra el otro. Clyde Shelton no puede entender lo sucedido.



Uno de los dos ladrones es condenado a muerte mientras el otro criminal y verdadero responsable de los atroces asesinatos será liberado en breve tras acusar a su compañero. El padre, Clyde Shelton, observa con impotencia como una cadena de errores entre los diferentes estamentos de la justicia han dejado en la calle al asesino de su familia; pero lo que no sabe la propia justicia es que ha traicionado al hombre equivocado.  



Película:

No hay nada más gratificante que tras vivir la “fantástica” abolición de la doctrina Parot; uno pueda escribir sobre esta gran obra magna. Un ciudadano ejemplar nos insinúa que dependiendo del dinero que se gaste uno en abogados, o de cómo se levante el juez esa mañana (o de una decisión de esa gran mierda llamada Tribunal europeo de los derechos humanos), cualquier individuo puede tener la oportunidad de ver a los asesinos de su familia hacerse unos gin tonics en el bar de al lado de su casa. Y esta sensación de impotencia es la misma emoción que sufre nuestro protagonista interpretado magistralmente por Gerard Butler, en esta sátira o crítica sobre un arbitrario y sobrecargado sistema judicial.

Un ciudadano ejemplar es un intenso thriller que en su estreno pasó por la “bajini” eclipsada por la grandilocuente Avatar; pero que gracias al clásico boca a boca, hizo un dineral. El film costó 53 millones de petrodólares y recaudó casi 127. Por eso sorprende mucho la crítica negativa del mundo blogger cuando sus respectivas valoraciones en las páginas “mother” por antonomasia de cine (Imdb y Filmaffinity) supera el 7 de media. Soy consciente que es difícil de creer que una película en Filmaffinity, posterior al año 1979, tenga más de un 5,3 pero sí, es real.



Un ciudadano ejemplar forma parte del género llamado género vigilante donde se catalogan propuestas como Harry el Sucio, El Castigador, el Cuervo, etc y en resumen no serían más que aquellos films; el cual nuestro protagonista se muestra vigilante (ea) por el padecimiento de una acción injusta que desembocará en una sutil venganza. O lo que es lo mismo, el amado “ojo por ojo”. En este film, nuestro protagonista perpetra una trabajada y cruda vendetta al ver como la justicia le da la espalda tras el brutal asesinato de su familia. Y se afirma el concepto de “cruda” ya que podemos observar en la película como el personaje de Gerard Butler apuñala en múltiples ocasiones el cuello de su colega de celda mediante un hueso de ternera, originando una sangría propia de un matadero. Sólo por esta escena el organismo MPAA, encargada de catalogar las pelis por edades, clasificó el film para mayores de 17 años. Más tarde se modificó esta escena para la versión cinematográfica y así no cercenar la asistencia de público con todo lo que conlleva (la pasta). Sin embargo, en el formato doméstico sí que podemos disfrutar de toda la hemoglobina salpicando en nuestro plasma.


Cortar un cuello cansa.
El film cuenta con un guión de Kurt Wimmer que dirigió la fabulosa y defenestrada Equilibrium, y es dirigida por el afroamericano F. Gary Gray que firmó la fantástica El Negociador (la del Eddie Murphy no, la otra). Al director de este film, F. Gary Gray (Italian Job), le atrajo el proyecto porque le parecía impresionante la idea de que un preso desde su celda pudiera transmitir tanto miedo a toda una ciudad. Y quien haya contemplado el film recordará aquella sensacional escena en la que nuestro padre coraje amenaza al fiscal con matarlos a todos si a las 18 horas no se encuentra libre de cargos. La sensación que produce aquella secuencia en la que todo el personal de justicia, totalmente aterrado, no puede dejar de observar la manecilla del reloj, es realmente sensacional.
No quiero dejarme el magnífico doblaje que realiza un tal Jordi Boixaderas con el personaje de Gerard Butler; que para mí es uno de los mejores que hay en activo. Para hacernos una idea este Boixaderas es el que dobla a Russell Crowe y a Daniel Craig entre otros. También a Sean Bean pero como siempre se lo cargan había considerado no mencionarlo...



Su final, obstáculo ¿insalvable?

Sin duda su polémico final políticamente correcto resulta el principal escollo de esta obra de arte que es Ciudadano ejemplar. Si algo me ha enseñado la vida es a no juzgar y cargarme cualquier contenido visual sólo por el hecho de poseer un final polémico o paupérrimo (mierder).  
Aún así, si el lector lee en algún medio que el final del film no es lo esperado, es muy posible que el emisor del mensaje tenga razón. Gerard Butler explica en una entrevista que la idea del film es como la justicia puede transformar a la víctima en peor ser humano que un asesino despiadado. Sin embargo esta conclusión tan romántica difiere con la opinión del espectador. El final presenta fallos tanto argumentalmente (véase como el personaje de J.Foxx descubre los trabajados métodos de Butler mediante ciencia infusa (o potra) abriendo un maletero que no sabía ni él que estaba ahí) como moralmente. Quizás el término “moralmente” es más subjetivo ya que sin spoilear en demasía, si fuera mi guión en la escena final hubiera volado el conservatorio con infantes incluidos en el pack, pero soy conocedor que esa opción no es viable ni tampoco encajaría en los parámetros del cine de Hollywood.


Uno llega a pensar que el final escrito por el guionista Kurt Wimmer no es el mostrado en el film ya que como siempre sucede, un guión antes de convertirse en película acaba pasando por muchas estilográficas y en este caso, habría sufrido la intervención de una mano con sobredosis de “moralina”, edulcorando el desenlace y provocándonos un coitus interruptus cinematográfico de proporciones épicas. Personalmente sospecho de algún miembro de la producción como es un clásico en este tipo de temas. Un tío como Wimmer que se inventa el “gun kata” de su película Equilibrium en el jardín de su casa merece toda mi férrea defensa…



Es más, se confirma que existía un final totalmente distinto al del film que se centraba en una persecución en coche entre el fiscal Nick (Jamie Foxx), su ayudante Dunnigan (Colm Meaney) y el personaje de Gerard Butler. En este final el tal Dunnigan y el fiscal Nick van en coche en captura de Gerard Butler. Dunnigan realiza una llamada para pedir apoyo pero por sorpresa el teléfono dispara una bala que lo mata en el acto perdiendo el control del vehículo. El fiscal (Jamie Foxx) queda malherido en la carretera mientras el personaje de Butler tira millas. Quién haya visto el film se habrá percatado que de este pseudo final se recicló el método de la muerte de Dunnigan para otra escena. Aún así siendo benevolentes el final que aparece en la película con un segundo visionado, y con la libido bajada, resulta más digerible y loable.

En conclusión, Un ciudadano ejemplar es un thriller de acción más que aconsejable. Por muchos no sentará cátedra en la historia del cine pero sí que trascenderá en mi lista de culto dando paso a su adquisición en Bluray para que repose en mis polvorientas estanterías azules del Ikea. Reitero que el espectador verá en Ciudadano ejemplar una de las mejores hora y veinte minutos del cine de acción contemporáneo y percibirá una prohibida empatía con Clyde Shelton, nuestro padre coraje.


Clyde Shelton la liará bien parda
Localización:

Las secuencias de la cárcel se filmaron en la prisión de Holmesburg y en la prisión de Broad Meadows. Sin embargo nos centraremos en la terrible prisión de Holmesburg que tiene más miga y fue construida en 1896, cerrada en 1995 y reabierta en julio del 2012 para paliar el exceso de presos. Esta cárcel se hizo célebre gracias a los experimentos perpetrados por grandes farmacéuticas y empresas de cosmética, que se dedicaban a reclutar internos por un módico precio para ser tratados como cobayas humanas entre los años 1951 y 1974. Por ejemplo, tratamientos para la caspa, cremas faciales, otros experimentos con dioxinas e isótopos radioactivos fueron la tónica entre los más afortunados. Curioso y para partirse es que entre estas empresas participaba una bastante conocida como es Johnsons & Johnsons; que creó aquel champú con el slogan “no llores más”. Aquel champú que te podías echar directamente en el ojo secándote por completo el lagrimal. Jamie Foxx, en los extras, comentaba que notaba espíritus rondando por aquella cárcel mientras grababan.





Justicia:

Quitando el inexplicable tráiler de la decrépita película de Bigas Luna y Elsa Pataky que te tienes que comer cuando adquieres el Bluray; el disco cuenta con unos escuetos pero interesantes extras. En uno de ellos, titulado justicia, explica cómo son tratados judicialmente los hechos ocurridos en la película para que sean lo más verosímiles posible. Aclaro que no soy abogado y que en los detalles me puedo colar con suma facilidad.
- En el film uno de los dos ladrones es el artífice de la violación y del asesinato de la familia pero su cómplice también es acusado de los mismos delitos que el otro. ¿Por qué? Porque en mi amada USA, por ejemplo, si dos personas atracan un banco y una de ellas por accidente mata a alguien; los dos serán culpables de asesinato aunque una de ellas simplemente esté esperando en el coche.



- Clyde Shelton pide al fiscal Nick que lleve a los asesinos a juicio porque él puede declarar como testigo ocular pero el fiscal se niega por miedo a perder el juicio. ¿Por qué? Una persona malherida delante de tal brutal asesinato puede delirar y afirmar sucesos que no han ocurrido. El abogado defensor podría atacar a la acusación por aquí y convertir al testigo en poco fiable.
- La jueza en la película no admite las pruebas forenses (ADN, etc) y aplica la norma de exclusión ¿Por qué? Porque se supone que ha habido un abuso de autoridad y se ha realizado la extracción de ADN de los asesinos sin orden del juez. Por poner un ejemplo en la serie CSI antes de meter el bastoncillo de las orejas dentro de la boca del presunto homicida siempre el sospechoso pregunta antes si tienen una orden.

BSO:
El director Gary Gray y el músico Brian Tyler
La magnífica banda sonora está orquestada por Brian Tyler, músico especializado en componer para películas de acción como Los Mercenarios, A Todo Gas o Iron Man 3 y no lo hace nada mal. Melodías con mucha fuerza y con un buen uso del sintetizador muy al estilo Zimmer; y que junto a Michael Giacchino componen esa horda cuarentona de nuevos y grandes compositores que nos ayudarán a que podamos olvidar, en mayor o menor medida, a los viejos “rockeros” como los Williams, Horner, Morricone i Cia.


Curiosidades:

En un principio Gerard Butler interpretaba al abogado fiscal mientras Foxx encarnaría al vengativo Clyde Shelton. Cuando Foxx leyó el guión exclamó que él actuaría mejor de abogado y qué razón tenía.


Butler para poder clavar su interpretación se entrevistó con criminólogos para poder aprender conocimientos de cómo suele razonar un asesino en serie. Por su lado Jamie Foxx se reunió con abogados y fiscales para aprender su rol a la perfección, llamándolos gladiadores de los tribunales. Es más, nada más al principio del film se ve al personaje de Jamie Foxx como se jacta de su porcentaje de condenas, aspecto muy típico en las charlas de los fiscales americanos.

Un ciudadano ejemplar fue nominada a los divertidos Saturn Awards (premios de ciencia ficción, fantasía y terror) en la categoría de mejor película de acción pero se lo llevó Malditos bastardos.


Es la primera película co-producida por la productora del amigo Butler llamada Evil Twins (gemelos malvados) y nació en el 2008 con una multa bajo el brazo ya que nada más aparecer esta productora; le clavaron dos millones de multa porque ya había otra empresa con la misma razón social Evil Twin Prods (gemelo del mal) creada en el 1996. Eso es empezar con buen pie, y más sabiendo que Butler estudió derecho y ejerció brevemente en la abogacía.

El personaje de Butler pide que le traigan a su celda comida del restaurante Del Friscos. Este restaurante Friscos  es una brasería donde el director F. Gary Gray cenaba en muchas ocasiones durante el rodaje.

El asesino que es ejecutado por inyección letal es interpretado por el actor Josh Stewart protagonista de las pelis de terror The Collector y su secuela (2009).


Frank Darabont (La Milla Verde, Cadena Perpetua) fue la principal opción para dirigir este film pero abandonó por diferencias creativas. También la actriz Catherine Zeta-Jones se apuntó al reparto para interpretar a la alcaldesa pero al final su rol lo hizo la nominada al óscar, Viola Davies. Catherine Zeta-Jones tuvo que abandonar el proyecto por problemas de agenda. Supongo que tenía dos proyectos entre manos, era laboralmente bipolar como ella misma.

La persona que aguanta la biblia cuando el personaje de Jamie Foxx jura para ser fiscal es Michael Nutter, el alcalde (real) de Filadelfia. También el director del film F. Gary Gray realiza un cameo en su propia película entregando una bolsa con pruebas al personaje de Jamie Foxx, después de la escena de la ejecución inicial.


Foxx, el alcalde y la actriz Viola Davies.
El personaje de Butler espeta un “al estilo de Von Clausewitz va a ser una puta guerra”. Este Von Clausewitz no fue un jugador de la selección holandesa sino un militar estratega prusiano del 1780, que escribió obras militares que hoy en día aún se utilizan. Entre sus conceptos más cercanos al personaje de Butler destacan párrafos como que La guerra es la continuación de la política por otros medios y como el odio, el cálculo y la inteligencia son tres de los elementos que forman la filosofía de la guerra.



Al final del film se ve como el personaje de Butler trabaja para la empresa de limpieza “Nomos”. Curiosamente la palabra griega Nomos significa ley y en términos sociológicos es sinónimo de orden y obligación para aquellos que caen bajo su jurisdicción. Definición muy coincidente con los actos de nuestro protagonista.

Os dejo una escenota. Un abrazo!




Escena juicio - Un ciudadano ejemplar (2009) por soytutioargail