Menudo título. Estoy navegando por unos ríos cinematográficos
bastante caudalosos. Chicas de fraternidad en la bolera es una
película de 90.000 $ que se pasea entre la comedia de terror adolescente y lo
erótico, sin ser nada de otro planeta. Hablo de lo erótico. La serie B es
innata y según la wikipedia, la cinta se basa
“libremente” en el cuento popular de la mano de mono. Esta historia cuenta que un faquir hechizó una mano de simio momificada y que quién la
hallara podía pedir un deseo. Sin embargo, el deseo se transformaba en
catástrofe para el afortunado y el mono le salía rana. Podría alardear
sobre mi conocimiento del cuento pero lo único que recuerdo a estas horas es la
historia de un capítulo de Halloween de Los Simpsons.
La película se inicia con tres adolescentes en una
habitación rodeados de todo tipo de material erótico y de repente,
escuchamos la primera frase del film que nos conducirá a la catarsis: Qué
tía, vaya par de tetas. Tras el aburrimiento, uno de estos jóvenes tiene
un divertido plan y es ir a ver un rito de iniciación de dos chicas que desean
pertenecer a la hermandad Tridelta. Los chicos no se lo piensan y
salen a la caza visual de tal ceremonia pero uno de ellos (Andras Jones) con tan solo una cerveza ya va perjudicado, lo cual dificulta la incursión de incógnito.
La hermandad Tridelta es liderada por un
triunvirato femenino que se ubica en una casa también decorada con material
erótico pero fálico. Estas mujeres también tienen un cruel plan para sus dos
novatas, sobre todo para el espectador masculino heterosexual. El plan consiste en azotar a las féminas en sus posaderas y
llenarlas de nata montada.
Sin embargo, la jefa de la hermandad coge in
fraganti a los jóvenes mirones y los une a las candidatas para que
realicen la última prueba: hurtar un trofeo de la bolera del
pueblo. Y de aquí surge el sugerente título del film, Chicas de fraternidad
en la bolera (eh?). Obviamente las candidatas no están muy contentas rodeadas de
tanto “pervert” pero no hay que preocuparse porque la hermandad Tridelta las
vigilará a través de las cámaras de seguridad de la bolera.
El diablo menor, como se hace llamar, concede un deseo a
cada uno. El obeso del grupo pide oro, otra candidata exige ser la reina del baile y el pervert restante
reclama fornicar con una de las candidatas (Michelle Bauer). Ese pervert restante
no sabe que quedará agotado y al borde de la muerte dado el carácter insaciable
de la candidata elegida. Es un detalle ejemplarizante que nos enseñará a no pedir los deseos a lo
loco.
A todo esto y sin venir a cuento, aparece un conserje en
la bolera que su función será morir y explicar a los supervivientes el pasado
de Tío Impie. Entre la oratoria del bedel escucharemos frases profundas como:
“Mañana tendré el dedo como la verga de un burro y tendré
que aprender a rascarme los huevos con la otra mano” o “el pomo está
más duro que el coño de una estatua”
Sublime. También, ahora que estamos muy de super héroes, hay un instante en que la punki al ver tal desmadre, pregunta al grupo si son la Liga de los gilipollas nocturnos; tontería que tengo que reconocer que me partí bastante. Más tarde, como se preveía, el duende se cabrea y se desdice de los deseos pedidos (menos el sexual, por supuesto) y transforma al trío líder de la hermandad en sus “esbirras” para que asesinen a todo quisqui. Por ejemplo, una es transformada en una especie de Hulk, otra en la novia de Frankenstein y la jefa de la hermandad es convertida en una especie de Cindy Lauper con mala gaita.
La verdad es que (salvando las distancias) nos hallamos
ante una de aquellas agradables historietas de hora y media, tipo Creepshow, que
a un servidor le regocijan enfermizamente. Y en conclusión, tenemos una
película de toque cutre pero entrañable y que hay que visionar con buen humor.
Y para demostrar las intenciones del film; se cuenta que el productor avisó al
reparto de que cambiaría el nombre de la película a Chicas de fraternidad en
la bolera en vez de The Imp. Al escuchar tal información, una de las
actrices, Carla Baron (la que va de novia de Frankenstein), dijo
que con ese título el público no se tomaría la película en serio. Todo el set de
grabación respondió partiéndose el chorizo. Y como podréis comprobar en el
siguiente vídeo, Tío Impie también se parte.
Scream Queens:
Lo bueno de este tipo de películas es que se descubren
inicios de verdaderas eminencias en su campo, como puede ser el realizador de
los efectos especiales, Craig Caton, que participó en Eduardo
Manostijeras (1990), Terminator 2 (1991) o Parque Jurásico (1993), como
coordinador y titiritero. Craig Caton, creó la marioneta del Imp en
dos semanas y la inspiración del diseño fue por un dibujo del historietista Bernie
Wrightson donde se veían a unos monstruitos que se reían de un hombre en un puente.
Chicas de fraternidad en la bolera (Juego infernal)
(1987) fue dirigida por el prolífico en serie B, David DeCoteau, fan
de la Venganza de los Nerds (1984) y que también trabajó para el
mítico Roger Corman. En el elenco coincidieron tres scream queens, por
antonomasia: Brinke Stevens, la pornostar Michelle Bauer (la
insaciable) y Linnea Quigley (la punki), de la cual dicen
que tiene el grito más largo en una película.
Pero a donde quería llegar era a la guapísima actriz, Robin
Stille, que interpreta a la líder de la hermandad y que era el personaje
que ofrecía más guerra a nuestros protagonistas. Esta actriz se suicidó con tan
sólo 35 años y pasó su vida ahogada en vodka y desilusionada por el trato
recibido por Hollywood. Es más, su compañera de reparto, Linnea
Quigley, afirmó que quedó herida en las escenas de lucha con Robin
Stille, ya que ésta iba hasta las cejas de vodka y le arreaba de verdad.
Un pena.
Por último, destacar la BSO que está bastante molona y es perpetrada por un tal Guy Moon que le daba al sintetizador que daba gusto.
¿De dónde aparece tío
Impie?
En mitad de la película, el personaje del bedel nos
relata que existió un horroroso jugador de bolos llamado Dave McCabe que
sufría todo tipo de burlas e improperios. Sin embargo, hubo un vuelco en
su destreza y el chaval empezó a tirar los bolos como nadie y a ganar trofeos.
Pero al mismo tiempo, todas aquellas personas que se
burlaban de él, también dieron un vuelco en su vida y aparecieron terroríficamente
muertas. Por tales asesinatos, condenaron al pobre McCabe a la cámara
de gas y confesó que él no había cometido los crímenes sino que había sido un
ente convocado mediante magia negra. Antes de morir, Dave McCabe encerró
al diablo en un trofeo permaneciendo 30 años cautivo.
Es curioso porque al personaje de la versión castellana
lo llaman imp, es más, el mismo duendecillo se hace llamar tío Impie. ¿Pero
qué es un Imp? Un imp es un demonio menor de origen germánico
bastante travieso que utiliza la broma para atraer la confianza del humano. Se
esconden dentro de un objeto (trofeo) hasta que algún/a incauto/a lo invoca.
Como anécdota en la franquicia rival de los Pokemon, los Digimon, existe
el Impmon dedicado a esta especie de ente.
Curiosidades:
En el Reino Unido, su versión doméstica se tituló The Imp, sudando del título original.
En el Reino Unido, su versión doméstica se tituló The Imp, sudando del título original.
El nombre de Dave McCabe de la historia del
bedel era el pseudónimo que utilizaba el director cuando filmaba películas de
adultos en sus inicios. A parte, desconozco si es casualidad o no, pero uno de
los personajes de la película de terror Todavía estamos aquí (2015) se
llama Dave McCabe.
Gran escena. Hago el trueque de cuchillo a hacha sin que
te enteres.
La única máquina recreativa que parpadea es la de Tron
(1982) (y que reconozco).
Se vislumbra entre los pósters de la hermandad a Elvira, Dama de la Oscuridad.
Al inicio del film, el chaval que está viendo una
película afirma que lo que ve no es un zombie sino un succubus. Un
súcubo en spanish es un demonio que toma la imagen de una mujer atractiva para seducir a
los hombres; en especial a adolescentes y monjes. Lo de monjes no es cachondeo.
En mi descarga totalmente “legal”, al final de la
proyección, se hace mención al programa de Antena 3, Noche de Lobos, que
fue un programa sobre cine fantástico y terror presentado por el director del
festival de Sitges, Joan Lluís Goas. Y de esta información sacamos que la película se emitió por dicho canal el 24 de febrero del
1991. Qué tiempos. Un abrazo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario