jueves, 28 de mayo de 2015

Rey de la montaña (2007)


Reflexiones profundas sobre el cine español: 

Alegría. Pensaba que nunca llegaría este momento pero sí, la primera película española descrita en los lúgubres páramos de Argail.
Durante décadas he vivido con fuerza un cine español deprimente donde sus temas estaban focalizados en la guerra civil, vida rural, pobreza, política, familias desestructuradas, malos tratos, Marisol, putas, cáncer y otras enfermedades de carácter terminal, homosexualidad y transexualidad. Ver cine de evasión en nuestra filmografía española era más extraño que encontrar trabajo por Infojobs. Tarea hercúlea. Si lo veis aventurado pensad en los libros de obligada lectura que teníamos programados para EGB, ESO o Bachillerato y veréis como los cinco primeros temas expuestos, estaban latentes en nuestra doctrina educativa. Era como si el pensamiento intelectual de aquella época no pasara de esa linde. Personalmente me amargaba.


Castigo literario de obligada lectura. Ahora sustituye una pata de mi sofá.
Recuerdo en una charla entre copas, comenté que las mejores películas españolas de los 70 y 80 eran las protagonizadas por los actores Andrés Pajares y Fernando Esteso. Entre risas uno de los comensales me susurró que esa afirmación, viniendo de mí, le avergonzaba. 
Menos mal, que el mismo cine español y las nuevas generaciones de guionistas y directores, han encauzado, no sin esfuerzo, un cine más comercial, más global, más entretenido y menos deprimente. Aun así no se ha eliminado el clásico dicho de que “hace películas quién puede y no quién quiere” y seguiremos sufriendo las handjobs mentales de Julio Medem (Caótica Ana, 2007), transexualidad y mariconeo a tope con Pedro Almodóvar (La piel que habito, 2011), guerra civil al máximo con Fernando Trueba (Belle Epoque y La niña de tus ojos) y ahora el muy de moda subgénero, el andaluz que va al país vasco, el catalán que va a Madrid y el gallego que va a la Alpujarra. ¿Qué visión comercial fuera del país tiene 8 apellidos vascos? Ahora ya con una secuela en marcha. 



Como hablar de oportunidades y economía del cine español ya es cansino sí quiero destacar realizadores españoles que, aunque algunas de sus obras no me apasionen, toquen géneros diferentes, entretenidos y sobre todo que hagan películas más contemporáneas. La mayoría de ellos ya trabajan en/para Hollywood. Ahí está Juan Antonio Bayona (Orfanato, 2007), Rodrigo Cortés (Buried, 2010), Nacho Vigalondo (Open Windows, 2014), Kike Maíllo (Eva, 2011), Paco Cabezas (Tokarev, 2014), Jorge Dorado (Mindscape, 2013), Jaume Balagueró (Mientras Duermes, 2011) y para un servidor, el mejor, un tal Jaume Collet-Serra con dos números uno en taquilla en USA con Non-Stop (2014) y Sin Identidad (2011). Nunca entenderé como un director como Collet-Serra con thrillers de acción tan potentes y realizador de grandes pelis de terror como la genial La Huérfana (2009), me dé la sensación de que no lo conoce ni cristo.



Y este caso, me temo que se repetirá con el director del Rey de la Montaña (2007), el madrileño Gonzalo López-Gallego. A las pruebas me remito con sus últimos trabajos como la pasable Apollo 18 (2011), inaudita en Spain, y que obligó a la NASA a aclarar que el film no era un documental. Fue un éxito financiero absoluto. O la muy entretenida Open Grave (2013), una especie de Mentes en blanco (2006) pero con temática zombie. Open Grave con Sharlto Copley como protagonista, ya por no tener, ni tiene enlace en la Wikipedia en castellano. 
En fin, hay cosas que modificar pero vamos por el buen camino. Analicemos esta joya escondida que es el Rey de la Montaña.  



Sinopsis del Rey de la Montaña:

Quim (Leonardo Sbaraglia) conduce por carreteras bucólicas para encontrarse con su novia. De repente Quim observa una figura en lo alto de una colina que le descerraja un disparo acertando en su vehículo. Quim nervioso se pierde y conduce hasta ver una silueta que se acerca hacia él. Le pide ayuda pero como respuesta recibe otro disparo que le alcanza la pierna. En ese instante Quim huye y encuentra a Bea (María Valverde) también perdida por la zona; pero son nuevamente vistos por los cazadores que les perseguirán hasta darles caza. (Echad un ojo al trailer)



Película:

El Rey de la Montaña es un sencillo thriller de supervivencia que dentro de una atmósfera asfixiante nos relata una historia compuesta por dos personajes, unos francotiradores y unos laberínticos paisajes naturales. Hablamos de un survival en toda regla con el clásico enemigo invisible que aprovechará la orografía de la zona para divertirse usando personas como piezas de caza.


El guión está manufacturado por otro suertudo español llamado Javier Gullón, guionista de la paranoica pero interesante Enemy (2013), que nos explica que la idea del film le surgió a partir de la observación de una silueta que le vigilaba desde lo alto de una montaña mientras éste conducía. 
La película tiene referencias de films como Defensa (1972) y hasta de Rambo: Acorralado, aunque esta comparación me provoque la misma sensación de cuando una vaca mira un tren. Lo dicen los expertos (lo de la vaca). 


El rodaje duró siete semanas, costó 2,7 millones y se filmó en los paisajes patrios de Soria, Segovia, Burgos y Guadalajara. Sin embargo el rodaje tuvo su aquel, ya que una de las cámaras cayó a un río y el director López Vallejo se metió varios hostiones en el rocaje vivo corriendo detrás de los actores cámara en mano. También la distribución de la cinta fue bastante paupérrima ya que la película no se estrenó “en nuestros mejores cines” sino primeramente en Toronto, después en Francia y al año siguiente en nuestra cartelera. Lamenteibol.


El Rey de la Montaña y su visión videojueguil:

El director, amante de los videojuegos, emplea una estética “videojueguil” de los 80 y 90 en varios momentos del film. Por ejemplo, el asentar la cámara por fuera en la parte trasera del coche emulando a cualquier videojuego de coches o darnos el punto de vista de los francotiradores con el clásico shooter en primera persona muy al estilo Call of Duty. Por cierto, las imágenes de shooter en primera persona están hechas con croma.



También el director hace mención en la película al videojuego Getaway donde el personaje principal se apoyaba en la pared para recuperar energía; aspecto que pasa desapercibido en el film, la verdad. Otra escena inspirada en el mundo de los videojuegos es un plano cenital de un coche que circula por una carretera muy al estilo juego Spyhunter. La escena en la peli está hecha con CGI porque no había pasta para mucho helicóptero.


La imagen de la derecha es la de la peli, o no, espera..
Hasta la banda sonora compuesta por David Crespo, poco orquestada y minimalista, recuerda a la melodía del fantástico videojuego Last of us, aunque el videojuego es posterior al film. Y si me pusiera a rizar más el rizo, existe un tercer francotirador en el film llamado Snake nombre que podría estar sacado de las aventuras del personaje Solid Snake de la saga Metal Gear. También, ya que estoy, hay otro shooter llamado Arthas que podría hacer referencia a un personaje del juego de rol World of Warcraft. ¿Casualidad? ¿Acierto de Argail? ¿Tonterías para llenar post? Todo puede ser.



Y es que en sí, el argumento no deja de ser un juego macabro (y social según se mire) donde se nos transmite que aquello es una locura. Véase la decisión final de uno de los francotiradores que no puedo desvelarMuchos espectadores han visto en su desenlace una crítica subliminal a los videojuegos, opinión un poco confusa, ya que personalmente aparte de no oler ese aspecto por ningún lado, como ya hemos señalado, el director es fan de ese tipo de ocio.
Por último como anexo curioso, antiguamente (ahora ya no por razones evolutivas)) el llamado Rey de la Montaña era un juego de niños donde un chavalín se subía a un montículo coronándose por derecho propio como rey. Entonces el resto de jugadores a modo de empujones y bofetadas intentaban usurpar su regia posición. Así eran los juegos de los 80 y principios de los 90, de contacto humano. 

El tío sabe rodar:


La película se divide en tres partes bien marcadas. La primera parte está filmada con cámara estática (escena gasolinera) hasta que llega el primer disparo de un francotirador que alcanza a Quim. En ese instante se inicia la persecución y comienza un segundo acto rodado con cámara de 16 mm al hombro para dar más ritmo y también así facilitar al camarógrafo que pueda desplazarse por grietas, cuestas, maleza, etc. Como curiosidad, obviamente no ese modelo, pero ese tipo de cámara de 16 mm es el que se utilizaba para tomar imágenes de combate durante la 2ª guerra mundial, lo que subliminalmente le da un cierto toque bélico al film. 
Cuando ya se descubre el pastel; quiénes son los francotiradores; se inicia un tercer acto con una Steadycam (cámara móvil que lleva el cameraman adherida al cuerpo) donde el punto de vista ya no recae en los actores principales (Sbaraglia y María Valverde) sino en la rutina de los francotiradores. Al desvelarse el misterio el realizador prefiere pasar de los personajes principales y mostrar desde sus ojos como viven estos asesinos. Aspecto discutible pero interesante.


Aparte de los planos descritos referentes a los videojuegos y los expuestos en los dos primeros actos, el director madrileño nos muestra una gran variedad de enfoques y nos sitúa de modo subjetivo en los mismos ojos de un ciervo antes de morir o nos coloca en el punto de vista de un can. También se inventa unos planos “estilo cámara de vigilancia” para transmitirnos que aquellos personajes no están solos. El tío sabe rodar.



Pero sin duda si hay un recurso superior a los demás es el tema de sonido, perpetrado por un tal Daniel Urdiales. Normalmente es una característica que pasa desapercibida y yo mismo he hecho mofa de sus premios Óscars, habiendo dos galardones dedicados a esta categoría. Pero en una película donde apenas hay diálogo, la sensación del sonido de la bala saliendo del cañón del rifle hasta llegar a su objetivo es realmente importante y es un aspecto muy conseguido en el Rey de la Montaña; y más sabiendo la precariedad del producto el cual nos hallamos. 

El peso del film lo lleva el argentino Leonardo Sbaraglia, actor brutal muy dado a quedarse tirado en carreteras como ya le sucedió en aquella pequeña historia de la fantástica Relatos Salvajes (2014). 
Por último, destacar escenas de la película como la desgarradora secuencia que interpreta Sbaraglia en la que se queda esposado al coche patrulla, mientras escucha los pasos de los francotiradores por los alrededores. Sin embargo si hay escenas impactantes son las de los disparos alcanzando sus objetivos; sobre todo la cruel muerte de un guardia civil abatido de tres disparos desde la lejanía. Dura y cojonuda a la par.



Normalmente, spoileo a tope ya que los films escogidos son de cultura popular pero prefiero no dar su desenlace por sabido dada la poca popularidad del film. En resumen y como citaba un tal Alberto Abuín de la web blogdecine: El cine español necesita más productos como el Rey de la Montaña. Películas que puedan atravesar las fronteras sin temer hacer el ridículo.

Curiosidades:

En el vídeo de fondo del menú del DVD aparecen los autores de los disparos de la película, dándonos a entender que quién ensambló dicho menú era un auténtico gil… maestro del spoiler.

El nombre Quim del personaje de Leonardo Sbaraglia proviene del escritor Quim Monzó. Extrañado me hallaba que un actor argentino tuviera un nombre catalán. Esto es como si a Elijah Wood, muy devoto por las producciones españolas, le nombraran Aitor o Joseba en sus films.



El atípico coito que sucede en la gasolinera al principio del film fue la última escena que se rodó y surgió de una reescritura de guión.

En una de las escenas, cuando el personaje de María Valverde cae en un hoyo se vislumbra una batería de cámara.



Uno de los guionistas de JFK (1991) Zachary Sklar leyó el guión y sólo sugirió un detalle. La colocación de una imagen de un conejo para homenajear a Alicia en el país de las maravillas. “Sigue al conejo blanco” (¿). En este caso el conejo es negro.



A mitad del film hay una escena a cámara rápida donde se ve una figura que corre por el monte siguiendo el coche de los protagonistas. Tuvieron que acelerar esa escena más de la cuenta ya que en un pase privado los espectadores desvelaron quien era el francotirador a raíz de esos fotogramas.

Uno de los guardias civiles del film se parte la pierna en una roca regalándonos una fractura abierta que recuerda mucho a la que sufrió el personaje de Burt Reynolds en Defensa (1972). En la versión original del guión esa herida era provocada por un cepo.



Al director le quedó la espinita clavada de hacer un Rey de la Montaña 2 con la idea de desarrollar una precuela mostrando cómo llegaron los francotiradores a dedicarse a tal atroz juego.

Un abrazo.

16 comentarios:

Anónimo dijo...

Es casi un milagro que una película española me llame la atención.Ya sean los temas,los actores o la baja calidad media que tienen.

Y te lo confieso como aficionado al cine desde hace más de veinte años.Leo revistas especializadas,estoy al día y ni aún así me ganan como espectador.

D30.

P.D : ¿Has estudiado algo relacionado con el cine o eres tan autodidacta como yo?

Adolfo dijo...

Me la apunto, que uno nunca sabe dónde encontrar una buena peli española. El otro día empecé a ver REC4. No llegué al cuarto de hora. Sin embargo me enganché cosa mala al Ministerio del Tiempo en la tele.

Me ha hecho mucha gracia la foto de Esteso y Pajares en Los bingueros porque también la tengo puesta en el blog el único día que hablé de cine español. Supongo que las grandes mentes piensan igual. Y las pequeñas seguro que también.

Saludos.

Edu Wallace dijo...

Hola Disparatado! Jaja... tranquilo que con el tema de cine patrio estoy en tu misma situación. Aún así ahora veo un cambio a mejor, sobre todo en tema directores españoles, los veo con ganas de innovar.

No, no, en general soy muy autodidacta. Me trago mucha revista y mucho libro de cine e hice un curso de guión de tres meses que tuvo su guasa, pero todo muy amateur (como el porno). Un abrazo!

Edu Wallace dijo...

Jaja... yo creo más que a nuestra generación la dupla Esteso y Pajares ha entrado de forma subliminal en nuestras calenturientas mentes porque actualmente no me explico como pueden estar en mis pensamientos. Es un tema a valorar.

REC 4 no la he visto pero si hasta REC 3, la de la boda, y en fin son esas comedias de terror que a uno ya le acaban cansinando. Es curioso porque al amiguete bloguero del antiguo comentario también le gusta el Ministerio del Tiempo. Ya son muchos con la misma visión de la cual yo he permanecido ciego. Un abrazo!

Bad Boy dijo...

Buena película que disfruté pese a que antes de verla una subnormal de mierda me spoileó sin compasión quienes eran los malos. Y mira que en esta te tiene que pillar por sorpresa. De ahí que encuentre tan curiosa la, valga la redundancia, curiosidad que comentas.

Edu Wallace dijo...

Jaja... la verdad que donde reside toda la gracia es en la identidad de los francotiradores y si alguien te la jode, pues te chafa la hora y media de la peli. Sin embargo tal y como comentas, aún sabiendo el percal, es una peli muy disfrutable por toda la persecución en sí.

Menos mal que la vi primeramente en .AVI porque imagínate que me compro el DVD y veo todo el spoilaco en el menú del disco sin verla previamente. Mu mal. En el cine español, hay desgana hasta para hacer los menús de los DVD's XD. Un saludo!!

Charly Hell dijo...

La vi hace unos años y me dejó un buen sabor de boca. Un thriller más que decente y muy interesante. Cine español así, si.

Saludos.

Rodi dijo...

Todavía no la he visto, pero me la anoto, hay que apoyar el cine de género de este país. La verdad es que suena intereante por lo que cuentas y si en este blog se recomeinda una peli seguro que merece la pena.

Pd: Buena reseña.

Saludos.

Edu Wallace dijo...

Claro que sí, Charly. Un poco de cine patrio de entretenimiento y no aquellas pelis deprimentes de antaño. Un saludo!

Edu Wallace dijo...

Jaja... gracias Rodi, aunque mis gustos son bastantes atípicos y de vez en cuando recomiendo algún "infumable" de época. Sin embargo con el Rey de la Montaña me guardo bien las espaldas, gran cinta. A ver si un día os convenzo para que me deis los mismos ánimos con Mi Amigo Mac XD. Un saludo y gracias!

miquel zueras dijo...

Me gustó mucho esa película que no tuvo la repercusión que merecía. Yo la hubiera comparado con "El conde Zaroff".
Mi padre era protésico dental y contribuyó al cine patrio haciendo una dentadura lobuna para Paul Naschy que lució en "El hombre lobo y el yeti" que se rodó en el Pirineo catalán. Pensé por entonces dedicarme al maquillaje y de paso sacar partido al material de mi padre (gel, dentaduras, latex, pinturas, lentillas...) pero me dijeron: "En España no se hace cine de género", a veces me arrepiento de haber seguido el consejo pues el panorama ha cambiado un poco.
Saludos!
Borgo.

Edu Wallace dijo...

Que tal Borgo, fantástico lo de tu padre, qué dato. Una lástima porque se puede decir que gracias a este país no te has dedicado a una profesión que a lo mejor hubieras llegado muy lejos. Tal y como dices ha cambiado a mejor.

Leí hace poco unas sabias palabras que decían que como se pretende crecer en géneros como la ciencia ficción sí nuestro símbolo literario es el Quijote. Una novela que se chotea de la imaginación del ser humano. Un abrazo Borgo!

shark-rpg dijo...

Hola Edu,me apunto esta película para bajar,tiene pinta de ser de lo mejorcito que ha parido el cine español (no era tampoco muy difícil superar el resto XD).
Recuerdo el juego del rey de la montaña,yo jugué de pequeño hehe,si no lo nombras igual no me hubiera acordado.
Es una lástima que en este maldito país esté todo tan podrido y tan manipulado,y que no apoyen cintas tan buenas como esta,y si las horteradas mariconas de almodóvar (sé de gente que padece homofofobia por culpa del cine de pedroooo,no de los gays en sí).Pero que le vamos a hacer,en un país tan corrupto y manipulado por culpa del enchufismo, es difícil dedicarse a algo que te guste aunque se te dé bien,y eso pasa en el cine y en otras muchas profesiones: si no sigues las líneas de los manipuladores,no te enchufan.
Un abrazo :)

Edu Wallace dijo...

Que tal Shark! Apúntatela, te gustará o no, pero al menos pasarás un rato entretenido ;). Jaja, conocía el juego pero nunca llegué a jugar al rey de la montaña. Al que sí que he jugado fue al arranca cebollas, que también era un divertimento un poco bruto y donde las mangas de los chándals quedaban destrozadas para la alegría de nuestras madres.

Almodóvar se pasa de gay en sus pelis; Amenábar también es homosexual y hace pelis cojonudas. Lo que demuestra que la sexualidad de cada uno poco tiene que ver en la creatividad. Lo que sí tiene que ver (tal y como dices) es este enchufismo cinematográfico, donde hace pelis quién puede y no quién quiere. Supongo que no es lo mismo que vaya Almodovar a un productor a que le visite el director del Rey de la montaña y es una pena. Un abrazo!!

BUXU dijo...

Por fin la he podido ver, es una película atípica de las que me gustan. A pesar de un Quim demasiado llorón, Maria Valverde que me hubiera gustado verla hasta le final y otros aspectos del guion que podrían haber abierto el camino a más películas de este tipo y menos "Ahora o nunca" o chorradas del Karma que salen ahora. De los directores que has comentado mi número 1 Es Vigalondo. Sus películas son mejor que las de Almodovar aunque no tengan Oscar ;-) Enhorabuena por el post, supercompleto y después de ver la peli aporta un montón de cosas.

FMD BUXU

Edu Wallace dijo...

Que tal Buxu! efectivamente es atípica y no muy conocida, sobre todo para un servidor. Fíjate que la peli es del 2007 y me enteré de su existencia en el 2015 XD. A parte creo que es un director con potencial en género como el fantástico y la ciencia ficción. Espero que le den su oportunidad como le han dado a Bayona.

Sólo he visto de Nacho Vigalondo, Open Windows que quizá no era la elección más acertada para empezar a conocer al director pero he escuchado maravillas de los Cronocrímenes que aún no he visto. Muchas gracias amigo, un abrazo!