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miércoles, 2 de marzo de 2016

Los cromos de Sega del Bollycao


En la década de los 90 existía una combinación alucinógena que nos mantenía a flote para soportar la dura rutina que nos acometía la EGB. Los elementos principales de esa combinación eran la bollería industrial y los videojuegos. En este caso la mezcla nacía del grasiento Bollycao y de los fascinantes 60 cromos de Sega que se encontraban en su interior. Aquella ingesta masiva de bollos fue concebida en 1992 y yo contaba con unos prematuros diez años.

Estos adhesivos contenían las carátulas de los videojuegos más emblemáticos de la marca Sega y abarcaba juegos de la Master System de 8 bits, la Mega Drive de 16 bits y la consola portátil, que nacía en 1991 para hacer la puñeta a la Game Boy, la mítica Game Gear. Es más, en aquellos años, todo se resumía a una competitiva batalla entre Sega VS Nintendo. Hace relativamente poco, Sega decidía cerrar (algunas) oficinas y dejar el mundo de las consolas para centrarse en la realización de juegos para teléfonos móviles y tablets. Hay que adaptarse al mercado.


Qué tiempos, dan ganas de llorar con las 8.750 pesetas más IVA que costaba la Master System 2. En los anuncios hemos visto el Ayrton Senna de Megadrive y el Indiana Jones entre otros. Y en los cromos podemos divisar videojuegos míticos como el Paperboy, Budokan, Golden Axe II, Super Hang-On, Shinobi, World Cup Italia 90, Mercs, Donde está Carmen Sandiego, OutRun, etc.


Sin embargo, estos cromos necesitaban de un soporte, una razón de existir y por eso los amigos de Panrico crearon: El póster-álbum de un tamaño desorbitado (87 x 63 cm) imposible de guardar sin doblar con los defectos que conlleva.

Buscando información he visto como un buen hombre vendía el suyo incompleto (49 cromos) por la nada desdeñable cantidad de 50 euros. La gracia del asunto es que la colección se compone de 60 cromos y yo tengo pegados 61. Además algunos adhesivos numerados no me cuadran con los que posee este señor, lo que me hace pensar que puede haber un libre albedrío entre su póster y el mío bastante notable. En un análisis más concienzudo he averiguado que Bollycao en el mismo año publicó dos ediciones diferentes de cromos de Sega. La primera edición contenía un póster y 60 cromos (la de este post), y la segunda edición, llamada Novedad 92, no contenía un álbum y contaba con 50 cromos y 6 escenas Sonic. En esta segunda versión también aparecía otro cromo en el bollo con la imagen de una letra del abecedario y el Sonic por ahí haciendo el congrio. Todo esto me hace temer que mi álbum es un revoltijo de los cromos de las dos ediciones pegados sin sentido.


También podías entrar en un sorteo ante notario (cuidao) donde podías participar para ganar una magnífica consola. Sin embargo, he leído por la web que para participar debías enviar todo el álbum y lo normal en este tipo de sorteos es que no fueras el agraciado. O sea que te quedabas sin consola, sin el álbum y sin los cromos pero ganabas cuatro kilos de grasa corporal, el colesterol a tope y el aplauso del señor de correos.


Es fantástico recordar estos objetos y que gracias a la pereza y al cariño no has aparcado en cualquier container. Grandes tiempos aquellos. Un abrazo.




Muy fan del Budokan.