En la década de los 90 existía una combinación alucinógena que nos mantenía a flote para soportar la dura rutina que nos acometía la EGB. Los elementos principales de esa combinación eran la bollería industrial y los videojuegos. En este caso la mezcla nacía del grasiento Bollycao y de los fascinantes 60 cromos de Sega que se encontraban en su interior. Aquella ingesta masiva de bollos fue concebida en 1992 y yo contaba con unos prematuros diez años.
Estos adhesivos contenían las carátulas de los videojuegos
más emblemáticos de la marca Sega y abarcaba
juegos de la Master System de 8 bits,
la Mega Drive de 16 bits y la consola
portátil, que nacía en 1991 para hacer la puñeta a la Game Boy, la mítica Game Gear.
Es más, en aquellos años, todo se resumía a una competitiva batalla entre Sega VS Nintendo. Hace relativamente
poco, Sega decidía cerrar (algunas)
oficinas y dejar el mundo de las consolas para centrarse en la realización de
juegos para teléfonos móviles y tablets.
Hay que adaptarse al mercado.
Qué tiempos, dan ganas de llorar con las 8.750 pesetas más
IVA que costaba la Master System 2. En
los anuncios hemos visto el Ayrton Senna de
Megadrive y el Indiana Jones entre otros. Y
en los cromos podemos divisar videojuegos míticos como el Paperboy, Budokan, Golden Axe II, Super Hang-On, Shinobi, World Cup
Italia 90, Mercs, Donde está Carmen Sandiego, OutRun, etc.
Sin embargo, estos cromos necesitaban de un soporte, una razón de existir y por eso los
amigos de Panrico crearon: El
póster-álbum de un tamaño desorbitado (87 x 63 cm) imposible de guardar sin doblar
con los defectos que conlleva.
Buscando información he visto como un buen hombre vendía el
suyo incompleto (49 cromos) por la nada desdeñable cantidad de 50 euros. La
gracia del asunto es que la colección se compone de 60 cromos y yo tengo
pegados 61. Además algunos adhesivos numerados no me cuadran con los que posee
este señor, lo que me hace pensar que puede haber un libre albedrío entre su
póster y el mío bastante notable. En un análisis más concienzudo he averiguado
que Bollycao en el mismo año publicó
dos ediciones diferentes de cromos de Sega. La primera edición contenía un
póster y 60 cromos (la de este post), y la segunda edición, llamada Novedad 92, no contenía un álbum y contaba
con 50 cromos y 6 escenas Sonic. En
esta segunda versión también aparecía otro cromo en el bollo con la imagen de
una letra del abecedario y el Sonic
por ahí haciendo el congrio. Todo
esto me hace temer que mi álbum es un revoltijo de los cromos de las dos
ediciones pegados sin sentido.
También podías entrar en un sorteo ante notario (cuidao) donde podías participar para
ganar una magnífica consola. Sin embargo, he leído por la web que para participar debías enviar todo el álbum y lo normal en este
tipo de sorteos es que no fueras el agraciado. O sea que te quedabas sin
consola, sin el álbum y sin los cromos pero ganabas cuatro kilos de grasa
corporal, el colesterol a tope y el aplauso del señor de correos.