miércoles, 23 de septiembre de 2015

Braveheart: La Batalla del Puente de Stirling.



Mi blog es indigno de perpetrar una crítica o reseña de aquella obra magna titulada Braveheart (1995) pero sí que sería un acierto escudriñar algún pasaje del film, como por ejemplo la gloriosa Batalla del Puente de Stirling. Para que nos pongamos en situación, es la batalla donde Wallace suelta su famoso discurso, la de las lanzas, la de la mayor exposición de traseros al aire en pantalla según los Récords Guinness.

La secuencia de la batalla de Stirling es una de las más imponentes y más emblemáticas del celuloide. También ya sé que hay un par de frames cachondos en el que se ve un coche en escena pero es imperceptible para el ser humano medio como un servidor.


A ver si lo véis
Mi amigo Mel Gibson tardó seis semanas en rodar esta secuencia utilizando nueve cámaras y empleando 2.000 extras. La mayoría de estos extras eran reservistas del ejército irlandés que se cambiaban de bando según la escena. Además se rodaron 90 horas de metraje sólo para esta secuencia, pero obviamente fue montada, cortada y editada para nuestra salud.


Y es que la verdadera Batalla del Puente de Stirling sucedió realmente y tuvo su jarana o al menos a un servidor, le hizo mucha gracia como se desarrolló la estrategia de la batalla. Según como se mire puede resultar hasta cómica.

Todo el mundo sabe que en Braveheart, y como suele suceder en el 90% de las películas épicas, hay un alto porcentaje de ficción, de leyenda; ya sea por vestuario, por falta de información o porque la realidad de los hechos podría aburrir a las cabras al transmitirse fidedignamente en pantalla. 

Lo curioso del tema es que de la figura de William Wallace poco se sabe. En el siglo XVII, un barco que viajaba de Londres a Edimburgo y que contenía los relatos de la vida de William Wallace naufragó sospechosamente. ¿Algún sabotaje? ¿Algún cañonazo inglés sin querer? No se sabe. El documento más conocido de su existencia es un poema largo (escrito 172 años después de la muerte de William Wallace), titulado The Wallace y fue escrito por un juglar llamado Harry el ciego. Este juglar perjuraba que su trabajo provenía de un libro escrito por el capellán personal de Wallace, un tal John Blair. Sin embargo, muchos pasajes de su obra no han sucedido en la historia y el hecho de que fuera un juglar (se dedicaban a entretener a la corona) no daba muchas garantías de verosimilitud. Aparte el apodo “el ciego” personalmente no me añade más confianza.



William Wallace empezó la revuelta contra los ingleses por el sur de Escocia, pero por el norte también se inició otra. Sí, existió otra especie de Wallace norteño (Highlander) llamado Andrew de Moray y que la peli ignoró vilmente. Si pusiéramos a volar nuestra imaginación, aspecto muy recomendable, podríamos situar a este héroe en el personaje que interpreta Brendan Gleeson, (Harmish Campbell). La historia relata que Wallace y Moray se hicieron muy colegas pero que desgraciadamente Moray falleció por las heridas que sufrió en la gran victoria de Stirling. En la película Harmish Campbell sobrevive a la muerte de Wallace.


Brendan Gleeson, (Harmish Campbell)


Personalmente, pienso que si se hubieran unido por la causa Wallace, Moray y Robert the Bruce hubieran echado a los ingleses con más celeridad; pero según cuentan Wallace y Robert The Bruce, aun siendo coetáneos, nunca se conocieron. En la peli sí que se conocen y el personaje de Robert The Bruce no transmite una imagen muy digna, aspecto que la realidad difiere ya que The Bruce fue un gran guerrero, un magnífico estratega y rey de Escocia.


Robert The Bruce (Angus Macfadyen)
La Batalla:


Después de cuatro meses de revueltas en Escocia, agitadas por Moray y Wallace; el teniente del rey inglés, John de Warenne “Guardián del reino”, decidió que debía rechazar esta rebelión y junto su asesor, Hugh de Cressingham “tesorero inglés”, reunió un considerable ejército para dar caza a los dos forajidos. Éstos se dirigieron hacia el centro de Escocia tan campantes y bastante sobraos con todo su arsenal formado por caballería e infantería. En la película podríamos situar estos personajes en los actores de la imagen.


Hugh de Cressingham (arriba) y John de Warenne (abajo).
Moray y Wallace, a sabiendas de la posición inglesa, llegan antes a la zona y acampan en la Abadía Craig, al norte de Stirling. Desde lo alto de una cima observan al ejército inglés y reconocen a galeses y a ¡Nobles escoceses¡ formando filas por la causa inglesa. Wallace empieza su estrategia y deja una pequeña parte de su ejército escondida bajo la sombra del castillo de Stirling, al norte del río Forth que es la zona donde se ubicará el ejército inglés en la batalla. La película refleja bien este hecho cuando ya al final de todo el jaleo entra la caballería escocesa al ataque para mermar la retirada inglesa.



La zona de la batalla era pantanosa y la clave de la victoria recaía sobre un puente situado sobre el río Forth que separaba el norte y el sur de Escocia. Era un punto estratégico clave si se quería dominar el país. Este puente construido por los romanos en el año de la castaña estaba formado por arcos de madera y en aquella época aquel material era caro y escaso. Por tal razón se edificó muy estrecho y sólo podían cruzar dos jinetes a la vez.



Ahí está el puente.
Llega el momento de la batalla, El 11 de septiembre de 1297, John de Warenne está tranquilo porque piensa que tanto por negociación como “a leches” conseguirá la victoria sobre los escoceses. Gracias a su experiencia militar, Warenne está convencido que el envío de poca caballería puede dispersar a cientos de soldados de infantería. Además el ejército inglés cuenta con 10.000 hombres mientras los escoceses, que no eran más que un conjunto de clanes, sumaban apenas 2.300 hombres.



Separados por un frágil puente de madera se ven las caras Warenne y Cressingham por un extremo y Wallace y Moray por el otro. Al principio de la batalla no hubo un discurso como el de Mel Gibson ni tampoco pintura azul en sus rostros pero se cuenta que cuando aún sin comenzar el combate y con la derrota clara a simple vista, William Wallace surgió de la oscuridad para liderar la batalla. Y es que Wallace medía 1,95 cm por eso se cachondean en la película cuando a Mel Gibson le dicen que Wallace mide más de 2 metros. Gibson hace 1,77 cm.



Al principio de la batalla, y tal como sucede en la película correctamente, los ingleses van de sobrados y negocian con los escoceses para proclamar su rendición. En la batalla real se envían a dos frailes dominicos a negociar con el ejército escocés pero Wallace les espeta:

“Díganle a su gente que no vinimos en son de paz. Pelearemos para vengarnos y liberar nuestro país. Que vengan cuando quieran y se lo demostraremos”


Ante tal vacilada, los ingleses se cabrean y empiezan a mover ficha. Pensaban que los escoceses seguirían el código de caballería inglés y dejarían cruzar por el puente a todos los guerreros ingleses y así comenzar la batalla. Craso error. William Wallace se debió partir el boniato desde la otra orilla.
Uno de los traidores nobles escoceses, Richard Lundie, que se vio el percal, sugirió a los líderes ingleses que si iban al puente, iban a morir y que mejor situara a la caballería más arriba del río por si acaso. Sin embargo, Cressingham impaciente, exclama que ya se ha gastado mucha pasta del rey en su guarnición y convence a Warenne para que envíe toda la caballería para aplastar al ejército escocés.

Wallace deja pasar por el puente a la caballería (100 hombres) y 2.000 soldados por una vía donde sólo caben dos jinetes en fila. ¿La táctica de Wallace? Esperar. Dicen que tuvo que calmar a sus guerreros sedientos de sangre para que esperaran y seguir la estrategia, tal y como sucede en el film en el momento que alzan las largas lanzas. Cuando Wallace observó que había cruzado más de la mitad del ejército inglés, bocinaron los cuernos escoceses y pequeños grupos con lanzas de picas de hierro llamados schiltroms bloquearon el extremo del puente enjaulando a los ingleses.



Los soldados ingleses, atrapados en terreno escocés, debían decidir cómo morir: o ser insertados por las lanzas, descuartizados por la infantería escocesa o intentar cruzar el río a nado con 60 kg de armadura. Muchos murieron ahogados por sus pesados trajes, como sucedió en la 2ª Guerra Mundial cuando muchos soldados aliados se ahogaron por llevar pesados equipos en el día D.



La batalla fue brutal y Warenne y Cressingham vivían impotentes la masacre desde el otro extremo del puente. Era la primera vez que unos lanceros derrotaban a jinetes y arqueros ingleses. Ante tal humillación Warenne se puso nervioso y muy inteligentemente envió refuerzos al puente haciendo que éste cediera enviando al resto de su tropa a morir en las gélidas aguas del río Forth.


John de Warenne perdió unos 100 caballeros y 5.000 soldados, y Hugh de Cressingham que cruzó el puente, también muy inteligentemente, fue mutilado y desollado a lo bestia, en vivo. Se dice que Wallace llevaba un trozo de su piel como adorno en su espada. Este suceso recuerda mucho a la película cuando Wallace decapita a uno los dirigentes ingleses.



Finalmente John de Warenne escapa mientras Wallace y sus acólitos aniquilan al ejército rival abandonado a su suerte. En una hora llegan a matar más de la mitad del ejército inglés y aunque unas webs confirman y otras no muestran nada, al retirarse los soldados ingleses la mayoría fueron aniquilados por aquella pequeña horda de caballería escocesa escondida en la parte inglesa. Esa caballería que se ocultaba debajo del castillo de Stirling antes de empezar.

En mi búsqueda de información, se afirma que aquella batalla fue una carnicería donde los cercenamientos y desmembramientos eran la tónica del conflicto. Sin embargo la mayoría de muertos se daban a posteriori. Una herida infectada o mal curada era mortal tal y cómo sucedió con el amigo de Wallace, Andrew de Moray. También se afirma que al llevar armaduras pesadas y el uso de espadas tipo “claymore” como la de Wallace que medía más de 1,65 m, dos soldados no podían estar en combate más de un minuto sin descansar. ¿Os imagináis? “Espera un minuto tío, que me siento un rato”.

Se podían tomar unas gordas mientras tanto en el pub William Wallace
Después de esta clase de historia, como podéis observar el puente ha sido eliminado del film para mostrarnos una batalla mucho más atractiva y “comercial”, aspecto que a los amantes del mainstream agradecemos. Personalmente, cada vez que veo la escena se me ponen los pelos como escarpias y espero que a vosotros/as también. Hasta la próxima.

13 comentarios:

Anónimo dijo...

Buenas Argail,aquí está tu sobrino el treintañero para dejar el correspondiente comentario a su tito.

Llevo mucho tiempo sin ver "Braveheart" porque mi hermana la tuvo grabada en vhs y la vio muchísimas veces,tanto que casi me causó un trauma. ¡Qué malas son las hermanas pequeñas! jaja

Recuerdo con claridad que en los multicines que hubo al lado de mi casa la estrenaron dos veces,una en la fecha oficial y la otra tras los premios que consiguió en los "oscars".
No la vi en el cine,pero estuve a punto de verla en el instituto gracias a nuestro tutor (profesor de Literatura).Sin embargo,la canceló por los constantes problemas* que causaban un nutrido grupo a diario (éramos 42 alumnos y más de la mitad era de lo peor del centro en aquel curso escolar).Nos vetaron de todas las actividades extra-escolares para dar ejemplo.
*Peleas durante las clases,faltas de respeto graves a los profesores,"desperfectos" en la clase y el centro,etc.

Para que te hagas una idea recalco que pasamos diez de curso,entre ellos yo,con dos asignaturas cada uno.Incluso al año siguiente me tuvieron señalado como "alumno problemático" por mi paso por 2º H (ocho clases por curso en mi instituto hasta 3º y cuatro en COU).

Yo sólo fui un vago inofensivo que repetía curso,ni mucho menos daba problemas a los profesores o en mi casa.Me puteaban varios de mis compañeros porque no quise ser el delegado y mucho menos dar los mismos problemas que ellos.

D30.

Adolfo dijo...

Joder, vaya pedazo de entradón. Si me hubieran explicado historia así en el instituto, ahora tendría mucha más cultura y no sería un iletrado y un ceporro (aunque con un tipazo espectacular).

Una verdadera gozada leer acerca de estos temas. Voy a mirar a ver si leo algún libro de estos que narran batallazas de este porte, porque siempre son divertidos y didácticos, pero sobretodo sorprende ver cosas como esa idea de "nos estamos matando, pero me van a dejar cruzar el puente porque somos todos unos caballeros y hay reglas".

Por otra parte me asombra saber que Wallace estaba en torno a los dos metros. A veces, cuando vas a algún castillo por Segovia, Toledo o visitas algún monumento de los que abundan por Oviedo, te das cuenta del cambio de altura que sucede con el tiempo. En la época aquella de los reyes astures, con mi metro setenta y cinco pelao, yo debía ser como la Montaña de Juego de Tronos a juzgar por algunas armaduras y por las puertas de esas edificaciones, así que un tío de dos metros (siglos después), debía acojonar.

Enhorabuena otra vez por esta magnífica clase de historia.

Edu Wallace dijo...

No esperaba más de tu visita treintañera, me alegra que tu hermana tuviera Braveheart grabada en VHS. Braveheart junto con Depredador han sido las dos únicas pelis que he tenido en todos los formatos, menos en Betamax XD.

Madre mía, 42 alumnos en una clase y 8 clases por curso es un poco exagerado, te arriesgas a que te la líen aunque los sistemas educativos no han sido nunca el fuerte de este país. Me da la sensación que el instituto al que ibas era como el Bronx o que en la puerta había instalados detectores de metales al entrar XD. OMG.

No das síntomas de problemático, se te ve un chico encantador y de vagos inofensivos, ya somos dos. Un abrazo!

Adolfo dijo...

Por cierto que veo en tu Twitter (La tuiter para los fans de Clemente) que hablas de Halilovic. Sabes que cuando se habla de un sportinguista me sale una señal en el batordenador y tengo que ir a meter baza.

Ese chaval tiene una categoría enorme. Defender no le va mucho, pero para adelante es un espectáculo. Y problemas en Gijón ninguno. De momento muy bien con los guajes. Se ve que tiene buena relación con varios (Sanabria, Castro, Lora). Si no se desbanda y se le da cierta libertad en el campo, puede ser un crack, pero creo que en el Barcelona lo va a tener jodido pa jugar. Y el Sanabria, que vino de la Roma pero previo paso por Barcelona, tiene clase para aburrir. Cómo aguanta la pelota el jodido. Si nos centramos un poco vamos a ser un equipo duro de ganar pero falta un poco de fondo de armario.

Pues eso, que puxa Sporting y ya no molesto más.

Edu Wallace dijo...

Gracias Adolfo, nunca te he visto como un iletrado sino como un intelectual sportinguista que quiere que su equipo se codee con los grandes y por ahora, ha sido el único equipo que ha empatado con el Real Madrid. Yo, mientras, esté Ter Stegen titular prefiero no hablar de lo que me toca.

Esas reglas de honor en la ficción siempre molan pero la realidad es bien distinta. Estoy seguro de que Wallace y en sí todos los escoceses sabían que si dejaban pasar a todo el ejército inglés por el puente, les iban a dar la del pulpo y hubiera sido una masacre escocesa.

Jaja supongo que por aquella época la gente era bastante bajita, así un estilo Xavi Hernández, ya sea por la alimentación y porque había poca unión multiracial XD.
Lo de la Montaña de Juego de Tronos no es normal.Una persona que puede hacer estallar una cabeza como un melón manchego tiene todos mis respetos.

Halilovic es un buen jugador y estar en el Sporting le hará madurar y mejor aún, dará muchas alegrías a su público. Sin embargo dada su edad (supongo) la lió parda al ser cambiado en el Barça B regalando una falta de respeto al club y al compañero que le sustituye. Soy un tío muy raro y soy de los que valoro el respeto antes que las filigranas y la calidad de un jugador. Aspecto muy mermado en el Barça ya que el año pasado Neymar y Luis Suárez la liaron al ser cambiados y a mí esos rollos no me molan. ¿Pero qué haces? ¿Pasas de todo y haces triplete o los echas a patadas por impresentables? El 99% te dirá que prefiere el triplete, yo prefiero perder y tener un equipo ejemplar. Me ha quedado muy Wallace. Por ejemplo la etapa Guardiola lo tenía todo, triplete y respeto y ya no sé si volveré a vivir una cosa así. Ya no molesto más, un abrazo Adolfo y gracias por tus palabras y ábrete un Twitter!!

Rodi dijo...

Muy buena lección de historia, muy documentada. Todo lo que tenga que ver con "Braveheart" me mola. Lo que cuentas es la típica situación del cine de realidad frente a ficción, donde se cambian un montón de hechos históricos para beneficiar a la película, pero si tengo eligir, elijo la ficción.

Saludos.

Edu Wallace dijo...

Hola Rodi, cuando se hacen comparativas de este tipo ficción/realidad normalmente coge un toque crítico muy negativo (nunca por mí ;). Pero en este caso la realidad de la batalla me pareció muy curiosa, con una digna estrategia dada la superioridad de uno de los dos bandos en número de soldados y porque no, hasta cómica. Aunque estoy de acuerdo contigo; también prefiero la ficción, y es que la batalla de Stirling en Braveheart es gallina de piel.

Un saludo y gracias!

Anónimo dijo...

Mi instituto ni estaba ni está en un barrio parecido al Bronx de Nueva York,pero se juntan los alumnos de dos distritos muy diferentes.El distrito cinco,donde yo viví hasta los quince años,y el cuatro,mi "barrio actual".
Uno de extracción social de clase media baja (años setenta y anteriores,ya que los límites de la ciudad estaban allí hasta 1965) y otro con nuevos ricos que viven en chalets,bloques de pisos más nuevos (de los años ochenta y noventa) o casas grandes.Se notaba por tanto mucho la procedencia de cada familia de cada alumno.

Añade a eso la gran cantidad de gente que no quería estudiar e iban a pasar el rato hasta que el centro les echaba,con una salida más o menos digna,o decidían irse por su cuenta a trabajar o cualquier otro sitio "acorde a sus expectativas de futuro".Eran o problemáticos o vagos inofensivos que ocupaban un pupitre.

En mi caso fui muy vago y pasaba a trompicones de curso con asignaturas pendientes y convocatorias de septiembre.Funcionó hasta COU, ya que ese año fue la gota que colmó el vaso.No hice casi nada y aparte tenía dos asignaturas del año anteriores (las aprobé en septiembre y me fui al nocturno).
Mi madre y la tutora tuvieron una charla sobre mi futuro académico.Ella la comentó que me fuera a otro centro porque era un vago sin aspiraciones y cercano a la mayoría de edad (cumplía ese año dieciocho).
Llegué a la universidad,aunque no terminé,y luego pasé a FP3 (esa es mi titulación actual). ¡Qué ojo clínico tuvo conmigo! xD

Mi hermana si que fue conflictiva y llegó a tener muchas expulsiones por "mal comportamiento",repitió cuatro veces,estuvo a punto de dejarlo en varias ocasiones,etc.
Ahora trabaja de enfermera de quirófano en un hospital importante de Madrid. ¿A que no te lo esperabas con sus "antecedentes"? ;)

D30

Edu Wallace dijo...

No! no me lo esperaba, en el caso de tu hermana, siempre es bueno hacer una regresión como la de Amenábar XD. La edad comprendida entre los 16 y los 24 años es un poco problemática pero sin duda es la más divertida.

FP3, hacía tiempo que no escuchaba ese curso ya más que extinguido. Un abrazo!

Geobiocat dijo...

Buena entrada, al mismo tiempo tenemos una clase de historia y de cine. Me parece que ha habido muchas batallas en que el fuerte ha menospreciado al débil ... y luego tiene que retirarse con vergüenza para no morir.

A diferencia de ti, a mí me hubiera gustado que en la película hubiera salido lo del puente. Muchas batallas se han ganado o perdido por no dominar los puntos estratégicos clave (lee si tienes tiempo " El arte de la guerra "). Que podemos aprender de esto: que cuando vas de chulo la cagas… sino mira al ejército soviético o de EEUU contra los talibanes. ;)
¿Habrá por ahí un William Wallace con barba y turbante?

Sigue así que me entretienen tus post a estas horas de la noche. Y a ver si hay próxima entrada cinéfila – histórica sobre … el Vietnam por ejemplo.

Edu Wallace dijo...

Qué tal Geobiocat! la verdad es que hay muchas batallas en la que se supone que el débil no es tan débil y el más fuerte es humillado. Ya sea en batallas, deportes hasta en competiciones de sudoku. Nunca hay que menospreciar al rival ;)

Con un buen guionista y director se podría hacer una buena secuencia con esta historia del puente. Quizá no tan simple pero con un poco de dramatismo y épica puede surgir algo atractivo. Lo que está claro es que a veces el tener el mejor armamento o tecnología no supone una victoria ya que la denominada "guerra de guerrillas" puede mermar mucho la moral de un ejército poderoso. El atacar sin ser visto con tropas dispersas y embestidas sorpresa toca las pelotas a cualquiera. Y esto es lo que pasó en Vietnam y en Oriente Medio, y seguro que en más lugares de otras épocas.
Jeje Esperemos que no haya un William Wallace de turbante y barba porque no tengo mucho aprecio por los talibanes, ISIS y EI y restos. Contra estos menos drones con objetivos puntuales y más destrucción masiva.

Gracias amigo Geobiocat, me suenas mucho XD. A ver si me animo hacer otra aunque mi dominio de la historia no es lo extenso que me gustaría que fuera. Un abrazo!!

Neovallense dijo...

Impresionante película (aún recuerdo lo que me impactó la primera vez que la vi) e impresionante batalla, sin duda toda una joya del séptimo arte.

Mel Gibson, dirige esa peli de vikingos, ¡ya!

Saludetes ^^

Edu Wallace dijo...

Qué tal Neovallenese! La habré visto 40 veces y aún me sigue estremeciendo. Una lástima que dejara aparcado el tema de los vikingos pero lo que sí está filmando es una peli de la segunda guerra mundial basada en un soldado objetor de conciencia que salvó la vida a más de 75 soldados, un tal Desmond T. Doss.
Puede estar chula. Un saludete y Feliz navidad!