viernes, 5 de septiembre de 2014

Grandes juegos de tablero y restos lúdicos (Vol. 1)


Los que venimos de la época del pleistoceno, supimos alternar la tecnología con divertidos juegos de mesa que estimularon nuestra capacidad intelectual a cotas insospechadas, y además nos socializaron con todo tipo de “jarna”. Y es que existía demasiado tiempo muerto en aquellas quedadas con los compis, donde el alucinógeno Tang de color rojo y los “Fresquitos” saturaban nuestras endebles arterias. Justo en aquel momento de locura diabética había un privilegiado en el grupo que se sentía superior al resto por poseer el videojuego de turno que sabía que lo iba a petar aquella tarde. Sin embargo, lo que no tenía previsto aquel alegre infante es que al introducir el videojuego en su Spectrum, Amstrad o Commodore Amiga; la máquina le iba a dar la espalda regalándole una especie de “bullyng” tecnológico aún no reconocido en el BOE. Uno ya intuía por el tiempo de carga (o el sonido) del ordenador que la catástrofe estaba asegurada; el videojuego no chutaba. Pero no todo estaba perdido; porque aquel niño iba a jugarse la vida escalando un armario polvoriento para alcanzar algo que ellos sabían que nunca les iba a fallar, un divertido juego de tablero. Yo siempre sacaba la ouija para amenizar.


La alfarería, diversión sin límites.
Después de este improvisado anuncio de Mattelochentero” sin razón aparente, me veo forzado a dedicar un homenaje subjetivo a aquellos juegos que me acompañaron durante mi tierna niñez antes de la llegada de las consolas, el online y el juego del calimocho. Espero coincidir con vosotros y que ensanchéis esta lista hasta los topes.

Dedico esta entrada a mi progenitora que cada año con nocturnidad y alevosía lanza al contenedor parte de mis juguetes de infancia con el clásico “aquí no hay suficiente espacio” o “el si tanto te gusta llévatelo a tu casa”. Ahí van:

Chincheando:



Juego: Creado en el 1985 por MB, filial de Hasbro (Gi Joe) por aquella época. Requería de dos pilas de las gordas y el juego contenía unas cuatro pinzas de colores, 48 insectos de plástico y una especie de cama motorizada que vibraba a lo bruto. El jugador que consiguiera cazar todos los chinches de su color ganaba el match.


Valoración: Chincheando fue un juego comúnmente llamado el “jodesiestas” gracias al atroz y estridente ruido de su motor que seguramente en estos días estaría penado por la ley. Además dada la violencia de la vibración muchos de los chinches salían despedidos como proyectiles acabando la partida en el acto o en su defecto dejando a alguien tuerto por el impacto del chinche. Personalmente acabé colocando He-man’s y Gi Joes encima de la cama vibratoria por aquello de la curiosidad.


En su país de origen el juego se titulaba “Bed Bugs” y la creación de Chincheando nació gracias a una plaga de chinches que asoló Nueva York por aquella década llegando a cerrar cines, tiendas de ropa y hasta un Victoria Secret. La realidad es que fue un juego exasperante dado que si no eras muy ducho usando palillos chinos podías despedirte de cualquier halo de victoria.

Fotos: Todocolección

El Cetro de Yarek:


Juego: Desarrollado por la marca Le…Cefa. El tablero estaba formado por una construcción en forma de barco y los movimientos del jugador dependían del giro azaroso de una ruleta, situada en la proa del barco de cartón. Los jugadores encarnaban a un mago como ficha para lograr su objetivo, conseguir el Cetro de Yarek (inimaginable), derrotando en su camino a zombies y otras alimañas.


Valoración: El Cetro de Yarek impuso su autoridad en el mercado gracias a su tablero en 3D y a la espectacularidad de su barco. Lo que uno no se podía imaginar es que cuando uno era niño y empezaba a montar el tablero al finalizarlo ya había cumplido los 42 años. Su laborioso montaje y su monótono modo de juego no fueron sus fuertes.
En resumen y en argot “videojueguil” era un juego de grandes gráficos pero su baja jugabilidad hizo que formara parte de aquella montaña de juegos de tablero que acababan olvidados en la clásica casa del pueblo. Aún así es un juego a recordar.

Fotos: Todocolección
  
Auto cross turbo:



Juego: Fabricado a principios de los 80 por la empresa Mattel. Anteriormente se construyó el Auto cross a secas, sin el turbo, de idéntico circuito pero sin ser visualmente tan atractivo. El juego consistía en la conducción de un bólido (tipo Scalextricpor los diferentes carriles que ofrecía el circuito mediante un volante y cinco marchas de velocidad.


Valoración: Era el Fast & Furious de los 80. Aunque su conducción pareciera monótona, el alternar diferentes carriles, aumentando y reduciendo la velocidad, provocaba que el grado de excitación del niño fuera máximo. Como resultado era inevitable la caída del “foigras” de la merienda por todo el salpicadero. Deduzco que el cochecito conectaba con el circuito a través de un potente imán. Personalmente lo ponía a toda castaña para pegar el clásico trompo al filo de la curva. El resultado era que el coche quedaba en la cuneta totalmente inmóvil. Juegazo.

Fotos: Todocolección

La isla de fuego:



Juego: Creado por MB por el año 1988 aprox. El jugador debía conseguir como primer objetivo la joya del juego para a posteriori salir por patas hacia la casilla del embarcadero. El resto de jugadores podía chorizarte la joya si sobrepasaban la casilla donde se alojaba tu ficha. En el transcurso de la partida, según la casilla donde caía el jugador o la carta que éste robara, podía lanzar una bola de fuego a un oponente para que retrocediera unas casillas.


Valoración: Otro juego con tablero en 3D, inspirado en las aventuras de Indiana Jones, donde aparte de ganar la partida, la gracia consistía en lanzar una bola y ver como tu rival era arrastrado, mientras tú te partías el chorizo. La destreza era notoria cuando debías escoger una de las diferentes bolas repartidas por el tablero y calcular cuál de ellas llevaría a tu adversario más atrás en el casillero. También había que calcular que dicha bola no alcanzara la ficha de tu jugador ya que si sucedía tal imprevisto tu ficha retrocedía también. La Isla de Fuego fue un juego muy entretenido y espectacularmente diseñado que despertaba en el jugador un aire aventurero.

Fotos: Todocolección
http://www.fotolog.com/elpopicaido/9356745/

Hero Quest:



Juego: Creado en el 1989 por Games Workshop. Hero Quest es un juego de espada y brujería vigente a día de hoy gracias a su reconocimiento global y a sus expansiones creadas por sus fans. A principios de los 90 fue distribuido en España por MB, y en el juego participaban hasta cuatro jugadores de campo más uno restante que hacía de Máster o de “amo del calabozo”. La función del Máster consistía en crear la historia, guiar a los enemigos e ir desvelando los entresijos que se encontraban en las diferentes mazmorras. Se aconsejaba jugar con el tablero en blanco e ir montando la partida conforme el jugador avanzaba para darle un sentido de “exploración” al juego.


Valoración: Juego de culto freak por excelencia que justamente en 2014 cumple 25 años. Sus seguidores acérrimos han creado un “crowfunding” para recoger fondos y así realizar una nueva versión del juego aprovechando la efeméride. En ebay he llegado a ver la versión del Hero Quest que poseo por unos importes que oscilan entre los 120 € a 150 € y en la web todocolección lo he encontrado por 180 €. A veces uno no se da cuenta de lo que tiene en casa pero ahí se va a quedar, mi nostalgia no se compra con dinero y además me sobra la pasta (no te lo crees ni tú).
Hero Quest sin duda fue el origen y la entrada del rol simplificado para el ciudadano común y apto para cualquier público; por esta razón tengo mis dudas si llegué a jugarlo como debía. Como curiosidad, se tradujo mal el juego y como podéis observar el elfo es llamado Troll


Fotos: Casa la mama Argail

Risk:


Juego: Juego de tablero creado por Parker en la década de los 50 y llegando la versión española en 1994 (creo, al menos era el que yo tenía). Risk era un juego de estrategia basado en las guerras napoleónicas donde a cada jugador se le adjudicaba una carta de objetivo con diferentes zonas a conquistar. Con el uso de dados de ataque (rojos) y de defensa (azules) se libraban las terribles batallas para conseguir territorios. Aparte de batallar para conseguir la zona en cuestión, se daba la opción de negociar, lo que hacía la partida más atractiva.


Valoración: Uno de mis juegos preferidos por excelencia que desapareció de mis fauces como aquellos calcetines que se escabullen por la lavadora hacia otra dimensión. Uno de los hechos más inexplicables del Risk era que el jugador acumulara una cantidad excesiva de tropas en Oceanía sin ser su objetivo ni proporcionarle conexiones de importancia para conseguir su meta. Supongo que el hecho de ser el continente con menos territorios a invadir y su facilidad de conquista, daba un ego inexplicable al jugador para el resto de la partida. El Risk, aparte de su estrategia, el azar formaba el 70 % restante del juego. Uno podía ser muy hábil en la estrategia pero si aquel día la suerte le era esquiva en materia de lanzar dados, lo llevaba crudo. Crueles escabechinas han habido por tener el día gafe.

Fotos: Todoleccion

El tesoro del pirata:


Juego: Creado por Feberjuegos a mediados de la década de los 80. Cada jugador escoge una ficha en forma de buzo y a través de cartas de pasos, cartas de armas y el lanzamiento de dados el jugador iba resolviendo los desafíos del tablero hasta llegar a conseguir el preciado Tesoro del pirata.


Valoración: Otro clásico juego de mesa que acababa en la clásica casa del pueblo y donde el solo hecho de volver a ver el tablero, a uno se le asoma la lagrimita. En sí, el juego era muy simple pero el dibujo del tablero me parecía la mar de entretenido.

Fotos: Todocoleccion

La Mansión de los fantasmas:



Juego: Otro juego creado por Feberjuegos que sigue la línea del Tesoro del Pirata pero en esta ocasión la ficha se desplaza por el tablero a través de las cartas de pasos y no mediante dados. En cada una de las habitaciones el jugador se enfrenta al monstruo de turno hasta llegar a la ronda final, donde será perseguido por la misma muerte (con su propio y gracioso muñequito incluido). Para esquivar esta figura del averno y su guadaña, el jugador podía esconderse en tres apeaderos, pero no era fácil ya que la Muerte avanzaba y retrocedía el mismo número de pasos que todos los jugadores de la partida.


Valoración: Divertido juego donde ibas enfrentándote a los clásicos monstruos de la Universal más otras alimañas (a recordar aquella habitación donde aparecía un engendro mezcla de Alien y Freezer de Dragon Ball). El jugador empezaba dentro de un pozo y sólo podía salir de él si tenía en su poder la carta de la escalera sino a esperar. Hice memoria del juego gracias al recuerdo de unas pequeñas cartas de fuerza, destreza e inteligencia representadas por animales y a una carta llamada el alma errante. Ya sabéis aquello de los recuerdos residuales.


Fotos: Todocoleccion

Juego de juegos: 


Juego: Juego de tablero creado por MB donde cada casilla tenía un minijuego asignado que al resolverlo te permitía seguir avanzando hasta la meta.


Valoración: Uno de aquellos juegos que personalmente le di más caña en mi infancia. Juego de Juegos era un sucedáneo del mítico Juegos Reunidos de Geyper con la diferencia que Juego de Juegos demandaba más habilidad que ingenio. Las anillas, los bolos, el golf o el adictivo billar fueron pasto de mi entretenimiento más solitario. Aún recuerdo lo difícil que era hacer caer los bolos con aquella bola de demolición en miniatura. Desesperante.

Fotos: Casa la mama Argail

Atmosfear:



Juego: Juego de terror por excelencia donde el jugador interactuaba con el monstruo o el ente fantasmagórico de turno a través del televisor. Creado en 1991, el juego duraba una hora, el mismo tiempo que duraba la cinta de vídeo VHS. En ese período, el jugador tenía que conseguir seis llaves y avanzar por el tablero cementerio superando los desafíos que mandaba el personaje de la TV. Si pasaban los 60 minutos, la partida era ganada por el personaje del vídeo VHS. Las fichas de los jugadores estaban diseñadas en forma de lápida.


Valoración: Quedarán para la posteridad frases como el Sí, mi “guey Kiper” (gatekeeper), donde está el saco de inmundicia, el baile perpetrado por el Barón Samedi en Atmosfear 2 y su… ¿Me quieres? Sí, Barón. El juego empezaba con que cada jugador debía escribir en una tarjeta su peor miedo. Al finalizar la partida el ganador debía coger una de estas tarjetas para leerla en público. Como comprenderéis lo que se escribía en aquellas tarjetas originaba una partida de pecho sin igual: “ver a la abuela de tal desnuda”  “ver al padre de tal en bikini”, etc, etc. Humor adolescente. Actualmente el juego, con miles de versiones a sus espaldas, ya está en DVD (pronto en Blu-ray). Los monstruos más emblemáticos de los vídeos fueron el Gatekeeper y el Barón Samedi. Posteriormente sacaron el Atmosfear III: Anne de Chantraine, una bruja con muy mala baba y en el cuarto volumen se contaba con la vampira Elisabeth Bathory pero no los pude disfrutar porque la EGB requería de mi total atención.

Fotos: http://nowthatiam30.wordpress.com/2008/04/10/atmosfear-otherwise-known-as-nightmare/
Fotos: todocoleccion


Pica Pez:



Juego: Juego de pesca perpetrado por Mattel en 1983. El juego se llenaba de agua y gracias a unas pilas (siempre de las gordas); se activaba un mecanismo que permitía el giro de un molino para que los peces de plástico se movieran por el agua como rodaballos en libertad.


Valoración: Los peces de plástico llevaban en la boca una especie de aro para que el jugador con su débil caña los intentara pescar. Recuerdo que el molinillo iba a toda castaña dándole una velocidad al agua que ni el caudal del Guadiana. Esa velocidad hidráulica hacía que si se te escapaba el pez debías esperar a que volviera a dar toda la vuelta pero no tardaba ni 5 segundos en estar el pescado a tiro. Era divertido.

Fotos: todocoleccion

Rompecabezas de Topo Gigio:

Juego: Puzzle rompecabezas del famoso personaje Topo Gigio creado por Edigraf ilustraciones en los años 60 .


Valoración: Es el clásico juego que pasa de padres a hijos en la familia Argail acabando en mis manos. Espero darle el legado que se merece. Nunca fui muy fan de esta rata italiana y cuando empezó este personaje a ser notorio en TV yo aún permanecía en lista de espera para entrar en el mundo. Sin embargo, las imágenes del ratón en el rompecabezas han quedado subliminalmente albergadas en mi ser y el recuerdo es imborrable.

Fotos: Casa la mama Argail

Fuera de concurso:

Interceptor:



Juego: Extraño juego acústico de naves espaciales y configurado para uno o dos jugadores. El juego se basaba en la búsqueda y destrucción de naves enemigas según los diferentes sonidos que el jugador escuchaba a través de unos auriculares. No había pantalla ni imagen, todo era a través del audio.


Valoración: Imposible encontrar información y/o fotos (al menos un servidor) de esta máquina y uno de los juegos más insólitos creados por el ser humano. Aunque el juego parezca que haya sido adquirido en una tómbola junto a una Meta Drive de la época (la Mega Drive barata), el juego fue obtenido en una tienda de juguetes a un precio bastante elevado. Interceptor es una paranoia ochentera que consistía en pulsar un botón azul de dirección y después el botón Detector. Después de cinco minutos de reloj pulsando el idéntico combo de botones, se escuchaba por el auricular un sonido distinto, a lo que uno intuía que había cerca una nave enemiga. En ese instante debías darte “vidilla” con los botones “Turbo” y “Láser” ya que la nave enemiga podía escapar provocando al jugador, el hastío más cruel y el lanzamiento del juego por el balcón o ventana.

Fotos: Casa la mama Argail

Nada más, como estoy motivado, habrá segunda ronda. Un abrazo!